Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Cuarentenas: cómo sobrellevar este período

El confinamiento ha sido más difícil para quienes tienen sintomatología ansiosa o depresiva.
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La cuarentena es la medida que se ha adoptado a nivel mundial para tratar de evitar la propagación del coronavirus. Para esto, las empresas han facilitado el trabajo remoto y las autoridades han llamado a la población a quedarse en sus casas.

Este encierro obligatorio no es fácil para nadie, sobre todo para aquellas personas que tienen algún tipo de sintomatología ansiosa o depresiva.

Así lo establece Ana María Rodríguez, psicóloga de Clínica Universidad de los Andes: “Esto nos puede afectar a todos de algún modo, especialmente a aquellos que tienen algún problema específico con el manejo de ansiedad en espacios cerrados o personas hiperactivas que requieren estar en continuo movimiento. También  esta situación puede generar estrés o síntomas depresivos, ya que interviene en la estabilidad familiar y genera incertidumbre en el futuro”.

Agrega que, además, a muchos les ocurre que todo lo que antes los ayudaba a mantener cierto equilibrio, o a superar sus problemas, como reunirse con amigos, salir a pasear, hacer ejercicios al aire libre, ahora no pueden aplicarlo y deben cambiar la técnica o el lugar para sobrellevarlo. Sin embargo a diferencia de otras veces, estamos todos unidos en esto, y juntos se puede salir adelante.

Ante lo que Ana María reconoce como un desafío para todos, recomienda:

  1. Vivir cada día y concentrarnos en el presente, ya que no podemos planificar nada ante lo incierto del futuro de esta situación.
  2. Reencontrarnos y reconocernos. Más que nunca nos contactamos con nuestra propia realidad actual, en el aquí y el ahora.
  3. Compartir con quienes nos rodean del mejor modo posible, ser tolerantes y compasivos.
  4. Aprender nuevas técnicas de relajación, como respiración y meditación. Hay tutoriales en internet.
  5. Buscar actividades para distraerse del problema, que hagan enfocar la atención en otro tema, para no estar pensando en eso constantemente. Por ejemplo, cocinar.
  6. Organizar un horario que incluya actividades productivas de trabajo o estudio, recreativas y hacer cosas que gusten, como leer, pintar, jardinear o ver series y películas.
  7. Aprovechar de ordenar, hacer los cambios o arreglos de la casa que nunca hay tiempo de hacer.
  8. Realizar la actividad física que sea posible dentro de la casa. En las redes sociales hay muchas ideas.
  9. Contactarse por teléfono o videollamada con seres queridos, personas a las que no podemos ver y dedicarles tiempo para conversar con ellos.

10.  Consultar a un especialista cuando estos problemas interfieren a diario. Seguir algún tipo de tratamiento farmacológico indicado especialmente para estos trastornos, sin automedicarse.

“Estos son tiempos especialmente útiles para aprender a tolerar nuestras propias dificultades y la de quienes nos rodean. Tenemos que aprovechar para estar juntos y compartir el tiempo y el espacio que muchas veces, la vida acelerada que llevamos actualmente, no lo permite”, concluye Ana María Rodríguez.

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