Cuando además de obesidad se tiene patologías de base, como
hipertensión, dislipidemia o diabetes, o cuando el tratamiento médico no es
suficiente y los múltiples intentos por bajar de peso no son exitosos, es
necesario complementar con cirugías bariátricas. Estos procedimientos no solo
permiten reducir la cantidad de kilos, sino también, en algunas ocasiones,
otorgan beneficios como la disminución de otras enfermedades, como diabetes
mellitus tipo 2, hipertensión, cáncer y dislipidemia.
Entre el 60 y 65% de los pacientes obesos y diabéticos que se someten a
cirugía bariátrica, logra una mejoría completa en índices de glicemia y la
mayoría logra una remisión parcial. Este último caso corresponde a aquellos que
reducen el uso de medicamentos después de la cirugía gracias a un mejor control
de la enfermedad. En los casos de remisión completa, el paciente logra niveles
normales de azúcar sin el apoyo de fármacos.
Las opciones quirúrgicas que ofrece nuestro Programa son por vía
laparoscópica, es decir, se utilizan instrumentos que son introducidos a través
de incisiones pequeñas en la parte superior del abdomen. Esta técnica produce
menor dolor postoperatorio, menor riesgo de complicaciones y más rápida
recuperación.
Cirugía mínimamente invasiva que permite perder entre el 50 y 75% del peso corporal en un año. Se recomienda en caso de:
El bypass consiste en crear un depósito pequeño (reservorio) de entre 15 y 30 ml en la parte superior del estómago, el que va conectado a una parte del intestino delgado. Es considerada una técnica mixta por ser restrictiva y disminuir la absorción alimenticia. Es restrictiva porque los alimentos ingeridos no ingresan al resto del estómago, que ha quedado aislado, lo que produce saciedad rápidamente. Y, además, provoca malabsorción porque altera la digestión al hacer que los alimentos se salten gran parte del estómago y una porción del intestino delgado, produciendo así menos absorción de grasas y azúcares.
Cirugía mínimamente invasiva que disminuye el tamaño del estómago en alrededor del 80% y permite la pérdida de 60 a 70% de peso. Puede ser indicada para:
Consiste en la extirpación parcial de gran parte del estómago (80%) con lo que se deja un estómago muy pequeño y similar a un tubo (entre 100 y 200 ml). Esta reducción del estómago disminuye considerablemente la capacidad de ingesta de alimentos, pero también favorece cambios hormonales que reducen otras enfermedades asociadas.
Está indicada para pacientes operados anteriormente de cirugía bariátrica, pero que no obtuvieron los resultados esperados, es decir, volvieron a subir de peso o tenían alguna enfermedad asociada que disminuyó o desapareció con la cirugía, pero que volvió con el tiempo.
Las cirugías bariátricas pueden no tener un buen resultado por diferentes razones:
No todos pueden volver a operarse y el resultado será menor que en la primera intervención.
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Mitos en torno a la cirugía bariátrica
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