El embarazo no es una enfermedad, pero necesita cuidados específicos que garanticen el bienestar de la madre y el feto.
El control prenatal consiste en las actividades que se realizan para evaluar el estado de la madre y el feto en el útero. Este, permite identificar factores de riesgo, prevenir enfermedades o detectar otras. Además, realizar exámenes físicos y acciones que disminuyan las molestias o primeras sintomatologías del embarazo.
También permite evaluar la parte psicológica de la madre, entregar educación general sobre el embarazo y parto, cuidados que hay que tener, entre otros. Por eso, se trata de un control obligatorio, periódico y universal.
Durante el primer trimestre, se debe consultar de inmediato al médico tratante en caso de sangrado genital.
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