Con la implantación del huevo en el útero, aparece en el cuerpo la primera señal detectable de embarazo: la producción de la hormona gonadotrofina coriónica humana, la cual se puede encontrar en orina o en sangre. Esta, actúa sobre los ovarios para que dejen de ovular y estimula la producción de estrógenos y progesterona, que frenan la menstruación y favorecen el desarrollo de la placenta.
Desarrollo de la guagua
- 5 semanas: se comienza a percibir la columna vertebral e inicia el desarrollo del cerebro y la médula espinal.
- 6 semanas: comienza a formarse la cabeza, el tórax y abdomen. Su corazón ya palpita y se forma la unión entre el cordón umbilical y la placenta. Próximamente, se formarán los ojos.
- 7 semanas: se le notan los brazos, piernas y comienzan a salir sus dedos. Aparecen los espacios de las fosas nasales y ya se están formando los oídos y los ojos.
- 8 semanas: los órganos internos ya están en su lugar, su columna vertebral puede moverse. Con una ecografía transvaginal se puede visualizar el latido del corazón. Sus dedos de las manos y pies están completamente formados y se comenzarán a desarrollar las uñas.
- 9-12 semanas: la mayoría de sus órganos más importantes ya están formados, durante los próximos meses continuarán creciendo y desarrollándose. Él comenzará a moverse, sin embargo, la mamá aún no podrá percibirlo.
- 13-16 semanas: los ojos ya están cubiertos por los párpados y aparecen sus cejas. En estas semanas ya puede succionar, tragar líquido amniótico y orinar. Es capaz de chuparse el dedo y realiza movimientos más complejos.
Cambios maternos:
Tras la ausencia de la menstruación, puede comenzar la sintomatología. Sin embargo, esto es variable mujer a mujer. Los síntomas más frecuentes son:
- Sensibilidad mamaria: hinchazón, aumento de volumen y molestias al menor roce.
- Ganas de orinar frecuentemente: esto se relaciona con el aumento progresivo de agua que el embarazo significa para la mujer, sumado a cambios hormonales y mecánicos propios de la gestación.
- Náuseas y vómitos: la causa se ignora, sin embargo, son frecuentes en el 70% a 80% de las embarazadas.
- Malestar frente a ciertos olores o alimentos: es común, por ejemplo, el rechazo a ciertos perfumes u olores que antes se toleraban bien.
- Fatiga: algo que puede ayudar a soportar mejor este cansancio, tanto en el primer trimestre como en el último, es descansar después de almuerzo o dormir una siesta.
- Alteraciones emocionales y cambios de humor: son muy frecuentes, especialmente durante el primer trimestre.
- Hinchazón o edemas.
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