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Afasia

Actualización al 2020

La afasia es un trastorno del lenguaje que afecta la capacidad para comunicarse. Se produce cuando la región del cerebro responsable del lenguaje es dañada, lo que impacta la capacidad de entender, hablar, leer o escribir.

En otras palabras, se trata de la pérdida del lenguaje adquirido y puede alterar sus distintas modalidades: expresión oral, comprensión, lectura (alexia) y/o escritura (agrafia).

Es importante señalar que la afasia no afecta la inteligencia, sino que interfiere con la forma en que la persona puede expresar y comprender el lenguaje. Quienes padecen afasia pueden tener dificultades para encontrar palabras, formar oraciones coherentes o comprender el lenguaje de los demás.

Existen diferentes tipos de afasia, y cada persona puede experimentar síntomas de manera única. Algunas pueden tener dificultades para expresarse, pero comprenden el lenguaje con facilidad, mientras que otras pueden tener problemas para entender lo que se les dice, pero son capaces de expresarse con fluidez.

En Clínica Universidad de los Andes contamos con un equipo de Fonoaudiología, cuyo foco de trabajo es evaluar, apoyar el diagnóstico clínico y tratar o compensar las limitaciones de lenguaje, habla y, por otro lado, deglución, en la población adulta. Además, contamos con un completo staff de Neurología, especialidad dedicada al diagnóstico y tratamiento de las patologías del sistema nervioso central y periférico

¿Qué tipos de afasia existen?

Afasia no fluente: el lenguaje puede estar reducido a expresiones automáticas breves, palabras aisladas o frases con errores gramaticales. Se emite un número muy limitado de palabras por frases y, generalmente, se acompañan por una alteración motora del habla (disartria/apraxia).

Afasia fluente: se emiten oraciones más largas, pero generalmente su contenido es vacío. Entre ellas se encuentran afasia de Wernicke, afasia transcortical sensorial y afasia anómica.

Afasia global: corresponde a aquellos casos en los que se tiene total limitación de expresión y comprensión.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la afasia pueden variar según el tipo específico de cuadro y la extensión del daño cerebral. Entre las señales más comunes podemos mencionar:

Dificultades en la expresión verbal:

  • Dificultades expresivas en la articulación o prosodia (pronunciación y acentuación).
  • Dificultades para acceder a las palabras adecuadas.
  • Problemas para formar oraciones coherentes.
  • Uso de palabras incorrectas o inventadas.

Comprensión del lenguaje:

  • Dificultades en la lectura y comprensión de textos escritos.
  • Dificultades para entender el lenguaje hablado o escrito.
  • Problemas para seguir instrucciones verbales.

Habilidades de lectura y escritura:

  • Dificultades para leer palabras (alexia).
  • Problemas para escribir palabras o formar oraciones (agrafia).

Es importante destacar que los síntomas pueden variar según el tipo de afasia. Por ejemplo, en la afasia no fluente, la capacidad de expresión oral puede estar más afectada, mientras que, en la afasia fluente, la emisión de oraciones puede ser relativamente fluida, pero con un contenido vacío o inapropiado.

Además, la afasia puede afectar otras habilidades cognitivas, como la memoria y la atención, la capacidad de hacer gestos o de organizar el pensamiento. Cada persona puede experimentar la afasia de manera única, y la gravedad de los síntomas puede variar.

¿Cuáles son las causas de la afasia?

En general, la afasia es originada por un daño en áreas específicas del cerebro encargadas del procesamiento del lenguaje. Las principales causas de este daño cerebral incluyen:

  • Ataque cerebrovascular (ACV): es uno de los factores más comunes que puede llevar a la afasia. Un accidente cerebrovascular ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe, ya sea por un coágulo (accidente cerebrovascular isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (accidente cerebrovascular hemorrágico).
  • Lesiones traumáticas en la cabeza: golpes o lesiones en la cabeza pueden causar daño cerebral, lo que puede perjudicar el funcionamiento cognitivo en general, el lenguaje y, con ello, la capacidad de comunicarse. Este tipo de lesiones a menudo ocurren en accidentes automovilísticos, caídas o durante actividades deportivas.
  • Tumores cerebrales: el crecimiento anormal de células en el cerebro puede presionar y dañar las áreas responsables del lenguaje, lo que deriva en síntomas de afasia.
  • Infecciones cerebrales: algunas infecciones que afectan el cerebro, como la encefalitis o la meningitis, pueden dañar las áreas del lenguaje.
  • Lesiones por radiación: la radioterapia utilizada en el tratamiento de tumores cerebrales o cánceres cercanos puede dañar el tejido cerebral y provocar afasia.
  • Enfermedades neurodegenerativas: condiciones como la enfermedad de Alzheimer, la demencia frontotemporal o la enfermedad de Parkinson pueden afectar gradualmente las funciones cerebrales, incluyendo las relacionadas con el lenguaje.
  • Malformaciones arteriovenosas: anomalías en los vasos sanguíneos del cerebro pueden aumentar el riesgo de hemorragias y, en consecuencia, daño cerebral que podría causar afasia.
  • Eventos vasculares transitorios: episodios temporales de interrupción del flujo sanguíneo al cerebro que pueden preceder a un ataque cerebrovascular y contribuir al daño cerebral.

¿Cómo se puede prevenir las afasias?

Dado que muchas veces las causas de esta condición son impredecibles, la prevención directa de estas resulta difícil. Sin embargo, hay medidas generales que pueden contribuir a reducir el riesgo de estos eventos:

Estilo de vida saludable:

  • Evitar el consumo excesivo de alcohol y no fumar.
  • Mantener una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas.
  • Realizar ejercicio regularmente para promover la salud cardiovascular.

Controlar las condiciones de salud:

Mantener bajo control la presión arterial, el colesterol y la diabetes, ya que estas condiciones son factores de riesgo para accidentes cerebrovasculares que podrían causar daño cerebral.

Seguridad en el trabajo y en actividades recreativas:

  • Tomar precauciones en entornos laborales para prevenir lesiones traumáticas en la cabeza.
  • Usar equipo de protección adecuado en actividades que puedan tener riesgo de lesiones en la cabeza.

Acceso a atención médica regular:

Realizar chequeos médicos regulares para detectar y tratar cualquier condición de salud que pueda aumentar el riesgo de daño cerebral.

En casos de ataque cerebrovascular, por ejemplo, el tiempo es un factor crítico, y la atención médica inmediata puede marcar la diferencia en la prevención de daño cerebral y, en consecuencia, de la afasia.

Nuestra Unidad de Medicina Preventiva realiza chequeos médicos para identificar factores de riesgo o enfermedades prevalentes en etapa asintomática, momento en el que un adecuado manejo puede ser curativo, o bien, disminuir y retardar las secuelas. En un paciente sano, se promueven estilos de vida saludables y, en aquellos que presentan patologías, se les deriva a otros especialistas para un adecuado manejo. Para esto, un equipo multidisciplinario orienta en la coordinación de estos chequeos.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la afasia involucra la evaluación de un equipo de profesionales de la salud, especialmente de fonoaudiólogos, neurólogos y neuropsicólogos.

  • Evaluación clínica: sirve para recopilar información sobre la historia médica del paciente, eventos recientes como accidentes cerebrovasculares, lesiones en la cabeza, tumores cerebrales u otras condiciones médicas relevantes. Asimismo, permite obtener información sobre el inicio de los síntomas, su progresión y su impacto en la vida diaria.
  • Examen neurológico: ayuda a evaluar la función cerebral, la fuerza muscular, los reflejos y otras funciones físicas. Esto permite descartar otras condiciones de salud que puedan causar síntomas similares. El médico, además, puede indicar exámenes de imágenes que estime necesario, según sea el caso.
  • Exámenes de imágenes: se realizan pruebas de imagenología cerebral, como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC), para identificar el área exacta del cerebro afectada y la causa subyacente del daño.
  • Evaluación de fonoaudiología: es realizada por un especialista en alteraciones neurológicas, ya que la afasia se superpone muchas veces a otras alteraciones cognitivas y requiere de gran experiencia.

    Utiliza baterías formales en conjunto con otras pruebas específicas que permiten cuantificar el rendimiento y determinar el grado de severidad, tipo de afasia, funciones conservadas, limitaciones lingüísticas/cognitivas, barreras, facilitadores y grados de restricción en la comunicación.

  • Evaluación del lenguaje: se utilizan pruebas específicas del habla y del lenguaje para evaluar la capacidad del paciente para hablar, comprender, leer y escribir. Estas pruebas pueden incluir tareas como repetir frases, nombrar objetos o seguir instrucciones.

  • Observación del habla espontánea: permite observar cómo el paciente se comunica de manera espontánea para identificar patrones específicos de dificultades lingüísticas.

  • Evaluación funcional: ayuda a evaluar cómo los síntomas de la afasia afectan la vida diaria y la capacidad del paciente para realizar actividades cotidianas, como trabajar, comunicarse con otros y realizar tareas domésticas.

  • Evaluación neuropsicológica: permite evaluar las funciones cognitivas más amplias, como la memoria, la atención y las habilidades ejecutivas, y así obtener una comprensión completa de las capacidades cognitivas del paciente.

El proceso de diagnóstico puede variar según la situación de cada paciente. Un diagnóstico preciso es crucial para determinar el tipo específico de afasia, su gravedad y la planificación de un tratamiento personalizado. Una vez diagnosticada la afasia, se puede trabajar en un plan de rehabilitación del lenguaje para mejorar las habilidades comunicativas del paciente.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la afasia, generalmente, implica una combinación de terapias y enfoques diseñados para mejorar las habilidades lingüísticas y facilitar la comunicación del paciente. Entre las más comunes podemos señalar:

  • Terapia del habla y del lenguaje: utiliza tareas específicas para incrementar el rendimiento en funciones de comprensión del lenguaje, expresión oral, lectura, escritura u otras funciones afectadas que median la comunicación. Por otro lado, se puede realizar compensación funcional de las habilidades alteradas para facilitar la comunicación.
  • Terapia grupal: contempla la incorporación del paciente con objetivos de incremento de interacción social, para aumentar su participación en diferentes tareas diarias.
  • Tecnologías de asistencia: ocupa dispositivos y aplicaciones de comunicación asistida para ayudar a las personas con afasia a expresarse y entender el lenguaje.
  • Rehabilitación cognitiva: incorpora actividades diseñadas para mejorar funciones cognitivas más amplias, como la memoria y la atención, organización de pensamiento, entre otras, que median o interfieren en el lenguaje y comunicación.
  • Entrenamiento familiar: involucra a la familia en el proceso de psicoeducación de la enfermedad, para que puedan actuar como facilitadores de la comunicación con la persona afectada y no ser una barrera. Busca proporcionar un entorno de apoyo en casa.
  • Terapia continua: la práctica regular y la participación constante en las sesiones son fundamentales para lograr mejoras a largo plazo.

¿Qué esperar del tratamiento?

Los resultados del tratamiento pueden variar significativamente según la gravedad del trastorno, la causa subyacente, la motivación del paciente y otros factores individuales. Entre las principales expectativas podemos señalar:

  • Adaptaciones y estrategias de comunicación: entrega estrategias y técnicas para facilitar la comunicación, como el uso de gestos, señales, tableros de comunicación o tecnologías de asistencia.
  • Mejoras en las funciones lingüísticas dañadas: esto puede implicar una mejor comprensión del lenguaje, una mayor fluidez en la expresión oral, una lectura más fluida y una escritura más legible.
  • Mejoras en la calidad de vida: el tratamiento ayuda al paciente, independiente de la gravedad de sus limitaciones, a participar más plenamente de actividades familiares, sociales e idealmente laborales para establecer sus roles de acuerdo a sus posibilidades e intereses.

Algunas personas pueden experimentar una recuperación parcial o incluso completa de las habilidades lingüísticas perdidas, especialmente con una intervención temprana y un tratamiento continuo y consistente.

¿Dónde lo tratamos?

Fonoaudiología

La fonoaudiología tiene por objetivo prevenir, evaluar y tratar las alteraciones de la comunicación de origen neurológico como la afasia. 

En Clínica Universidad los Andes, contamos con fonoaudiólogas con amplia formación en patologías neurológicas, con la línea de trabajo de la Universidad Autónoma de Barcelona, y trabajan de manera coordinada con los mejores estándares para ayudar a los pacientes y familiares.

Equipo médico

Maccarena Paz Venegas Mahn

Fonoaudiología - Alteraciones neurológicas - Centro de Memoria

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María Ignacia Aros Aros

Fonoaudiología Adulto - Trastornos de la comunicación - Neurorehabilitación adulto

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