Alergia a los ácaros

¿Cuáles son las causas que pueden originar una alergia a ácaros?

La principal causa de la alergia a los ácaros es la exposición a sus partículas y restos fecales (alérgenos) en el polvo doméstico. Estos alérgenos pueden ser inhalados o tener contacto con la piel, lo que desencadena una respuesta inmunológica (de tipo alérgica) en personas sensibles. La predisposición genética también desempeña un papel en la susceptibilidad a esta y otras alergias.

¿Cuáles son los factores de riesgo de sufrir alergia a ácaros?

La alergia a los ácaros del polvo es una reacción alérgica común y los factores de riesgo incluyen:

• Genética: si hay antecedentes familiares de alergias, existe una mayor probabilidad de desarrollar alergia a los ácaros.
  
• Exposición temprana: la exposición a ácaros desde una edad temprana puede aumentar el riesgo de desarrollar alergias a ellos.
  
• Condiciones climáticas: los climas cálidos y húmedos tienden a favorecer el crecimiento de ácaros del polvo, lo que aumenta la exposición y el riesgo de alergia.
  
• Ambientes interiores: las casas con altos niveles de humedad, alfombras, muebles tapizados y colchones pueden albergar grandes poblaciones de ácaros, aumentando la exposición y el riesgo de alergia.
  
• Sistema inmunitario debilitado: un sistema inmunitario debilitado o comprometido puede ser más propenso a desarrollar reacciones alérgicas. 
• Asma o alergias existentes: las personas con asma o con otras alergias tienen un mayor riesgo de desarrollar alergia a los ácaros del polvo.

¿Cuáles son los principales síntomas de alergia a ácaros?

Los síntomas de la alergia a los ácaros pueden variar en gravedad e incluyen:

• Estornudos frecuentes
• Congestión nasal
• Picazón en la nariz, ojos, garganta y piel
• Tos
• Dificultad para respirar, (sensación de pecho apretado) especialmente en personas con asma
• Secreción nasal
• Ojos llorosos
• Urticaria
• Insomnio y problemas para dormir debido a la congestión y la picazón

¿Es posible prevenir una alergia a ácaros?

Algunas recomendaciones para evitar una alergia a ácaros son:

1. Aspirar regularmente todas las áreas de la casa, prestando especial atención a las alfombras, tapetes y áreas donde se acumula el polvo. Limpiar con un paño húmedo las superficies y muebles para evitar que el polvo se disperse en el aire.
   
2. Utilizar fundas antialérgicas en almohadas y colchones para evitar que los ácaros se acumulen en estos lugares.
   
3. Lavar de manera frecuente la ropa de cama, sábanas y cortinas con agua caliente, ya que esta ayuda a eliminar los ácaros. 
4. Controlar los niveles de humedad en el hogar por debajo del 50%, ya que los ácaros del polvo prosperan en ambientes húmedos. Usar deshumidificadores si es necesario. Eliminar objetos que acumulan polvo.
   
5. Reducir la cantidad de objetos que pueden acumular polvo, como peluches, cortinas voluminosas y alfombras gruesas.
   
6. Ventilar regularmente la casa, abrir las ventanas para permitir que entre aire fresco y se lleve consigo el polvo.
7. Cuidado con las mascotas: bañarlas regularmente y mantener limpios sus espacios para reducir la presencia de alérgenos.

¿Cómo se diagnostica una alergia a ácaros?

La alergia a los ácaros se diagnostica generalmente a través de:

• Historial clínico: el médico revisará los síntomas y antecedentes médicos, prestando atención a los patrones de los síntomas y las posibles exposiciones alérgenas.
• Pruebas cutáneas: se utilizan para identificar alérgenos específicos. Consisten en colocar pequeñas cantidades de extractos de ácaros en la piel, generalmente en el antebrazo, y realizar pequeñas punciones o rasguños. Si se es alérgico, se formará una reacción en forma de roncha o enrojecimiento en la zona.
• Análisis de sangre: las pruebas de sangre, como la prueba de IgE específica para ácaros, pueden medir los niveles de anticuerpos IgE en respuesta a los ácaros. Esto puede confirmar una posible alergia.

¿Qué tratamientos existen para las alergias a ácaros?

El tratamiento de la alergia a los ácaros se centra en aliviar los síntomas y reducir la exposición a estos alérgenos. Algunas alternativas son:

• Reducción de la exposición: para controlar la alergia a los ácaros, es importante reducir la presencia de ácaros en el entorno. Esto puede incluir el uso de fundas anti-ácaros en colchones y almohadas, lavar la ropa de cama regularmente en agua caliente, mantener una buena higiene del hogar y utilizar purificadores de aire.
• Medicamentos antihistamínicos: pueden ayudar a aliviar los síntomas como estornudos, picazón y congestión nasal.
• Descongestionantes: pueden reducir la congestión nasal, pero no se deben usar durante un período prolongado.
• Corticoides inhalatorios intranasales: deben ser recetados por un especialista para tratar la inflamación y congestión nasal.
• Inmunoterapia (vacunas para alergias): en algunos casos de alergia muy sintomática a los ácaros, un especialista puede recomendar la inmunoterapia, que implica la administración gradual de pequeñas cantidades de alérgenos para atenuar y controlar los síntomas a largo plazo. 

¿Qué esperar del tratamiento?

Los medicamentos antihistamínicos, descongestionante e inhaladores nasales, sólo sirven para tratar los síntomas, ya que una vez que se suspenden, la sintomatología reaparece si hay exposición a los alérgenos.

Por otra parte, la inmunoterapia puede cambiar el curso de la enfermedad alérgica y una vez que se completa el tiempo indicado de tratamiento, los pacientes pueden exponerse a los alérgenos presentando una disminución importante de sus síntomas y, en algunos casos, ausencia de ellos. Esta desensibilización puede durar entre 10 a 15 años. 

¿Dónde lo tratamos?

Programa de Alergias

Para entregar una atención integral a quienes sufren de alergias, Clínica Universidad de los Andes cuenta con este programa que tiene como objetivo poder realizar el estudio y tratamiento en forma ambulatoria de un número importante de patologías alérgicas, como alergias alimentarias, respiratorias, a medicamentos y a picadura de abejas/avispas.

Los alergenos son múltiples y se ponen en contacto con las personas, a través de diversos medios como el aire, por ejemplo: pólenes de árboles, pastos y malezas; polvo de casa, hongos o epitelio de animales. Otros alergenos son los alimentos, como la proteína de leche de vaca, el huevo y los frutos secos. También los medicamentos pueden producir reacciones alérgicas, como la penicilina o la aspirina. Por último, las picaduras himenópteras de abejas y avispas.

Inmunología y Alergología Adulto e Inmunología Pediátrica

La inmunología es la especialidad que se dedica al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan al sistema inmunológico, entre las que destacan las inmunodeficiencias y autoinmunidad.

Además, contempla todo el estudio de las enfermedades autoinmunes, donde el sistema ataca erróneamente a células, tejidos y órganos de su propio organismo.

La alergología es la especialidad médica que estudia las enfermedades relacionadas con los procesos alérgicos, incluyendo las reacciones inmunológicas producidas por medicamentos. Nuestro sistema inmune defiende al organismo de las infecciones causadas por bacterias, virus y otros microorganismos invasores, con especial énfasis cuando las defensas se encuentran bajas.

Entre las principales afecciones que trata esta especialidad se encuentran: rinitis alérgica, asma, dermatitis, urticarias, alergias cutáneas, así como las alergias a alimentos, pólenes, insectos y medicamentos.

Clínica Universidad de los Andes cuenta con el permanente apoyo y cooperación multidisciplinaria de servicios como Laboratorio Clínico e Imágenes, que contribuyen a obtener un diagnóstico preciso y manejar las mejores alternativas de tratamiento.

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