Actualización al 2020
La alergia alimentaria es una reacción anormal del sistema inmunitario provocada por la ingesta de un alérgeno, generalmente proteico, que se encuentra en un alimento. Una pequeña cantidad de determinado alimento podría causar problemas digestivos, cutáneos o respiratorios. En ocasiones, pueden presentarse síntomas graves o, incluso, una reacción que puede poner en riesgo la vida ( anafilaxia).
Los casos de alergia alimentaria alcanzan entre un 6 y un 8% en los niños, y un 3% en los adultos. En los niños, las reacciones alérgicas más comunes se deben a la ingesta de maní, frutos secos, huevos, leche, trigo y soja. Mientras que, en los adultos, las reacciones alérgicas se deben a la ingesta de frutas, verduras, maní, pescados y mariscos.
Las manifestaciones suelen aparecer pocos minutos después de haber ingerido el alimento que provoca alergia. Estos síntomas pueden ser:
Síntomas cutáneos:
Picazón
Eritema o inflamación de la piel
Síntomas digestivos:
Dolor abdominal
Náuseas
Vómitos
Diarrea
Cólicos
Síntomas respiratorios:
Edema de la boca o de la garganta
Silbido al respirar
Congestión nasal
Dificultad para respirar
La anafilaxia es una reacción alérgica grave que podría ser causada por una alergia alimentaria, y podría provocar la muerte si no es tratada por profesionales. Los síntomas incluyen:
Estrechamiento de las vías respiratorias.
Dificultad para respirar a causa de una inflamación en la garganta.
Descenso grave de la presión arterial (hipotensión)
Aceleración del pulso (taquicardia)
Pérdida del conocimiento.
Las alergias alimentarias se deben a que el sistema inmunitario identifica un alimento o una sustancia como algo extraño para el cuerpo, por lo que lo ataca.
Los factores que aumentan el riesgo de presentar alergia alimentaria incluyen:
Tener antecedentes familiares de alergias
Presentar otras alergias como rinitis alérgica y asma
Las alergias alimentarias ocurren con mayor frecuencia en los niños y, además, tener asma aumenta las probabilidades que una reacción progrese en forma más grave.
El diagnóstico de las alergias alimentarias se realiza a través de la revisión de los síntomas del paciente tras la ingesta de ciertos alimentos y los antecedentes personales y familiares de alergia. Además, se realiza una exploración física detallada. En ocasiones, se puede realizar una prueba cutánea, un análisis de sangre y una dieta de eliminación de los alimentos que sospeche el paciente que están causando reacciones alérgicas.
La única manera de evitar las reacciones alérgicas es eliminando la ingesta de los alimentos que causan síntomas en el paciente. Cuando los pacientes tienen reacciones alérgicas leves, pueden ingerir antihistamínicos para aliviar los síntomas. Sin embargo, cuando se dan reacciones alérgicas graves, tendrán que acudir a la Clínica para que se les administre una inyección de epinefrina de urgencias.
En ocasiones, el médico podría recetar un autoinyector de epinefrina, para que el paciente lo utilice ante una reacción alérgica grave.
Inmunología y Alergología Adulto
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