Actualización al 2020
La cordocentesis, también llamada punción percutánea del cordón umbilical, permite obtener una muestra de sangre fetal. Para esto se introduce una aguja delgada a través de la pared abdominal y dentro del útero de la madre, hasta alcanzar el cordón umbilical, el que se punciona, bajo visión ecográfica, para extraer una pequeña cantidad de sangre de la vena del cordón umbilical, que será analizada posteriormente. Las muestras obtenidas permiten realizar estudios genéticos o hematológicos o de infecciones en el feto.
Este procedimiento puede practicarse después de las 18 semanas de embarazo. Tiene un riesgo de complicaciones, de alrededor del 2%, siendo las más frecuentes la rotura de membranas y el parto prematuro, bradicardia fetal (generalmente transitoria) y sangrado desde el sitio de la punción en el cordón (generalmente transitorio). Esta última complicación es la más temida porque, en algunas ocasiones, puede causar anemia aguda y muerte fetal.
El resultado de los análisis de la cordocentesis descartará o confirmará los diagnósticos buscados. El especialista podrá indicar el tratamiento a seguir si los resultados confirman una infección del feto o alguna otra enfermedad susceptible de ser tratada. En el caso de que el feto tenga anemia grave, por ejemplo, se puede realizar una transfusión de sangre a través del cordón umbilical.
En Clínica Universidad de los Andes, contamos con un equipo de especialistas, moderna tecnología y todo lo necesario para realizar cordocentesis. Previo a la realización del procedimiento se administran antibióticos para reducir riesgos por una infección uterina.
Puede realizarse después de la semana 18 de embarazo.
Motivos para su realización
Se utiliza cuando no se puede obtener un diagnóstico a partir de una amniocentesis (estudio de líquido amniótico).
Se utiliza para detectar algunos trastornos genéticos, enfermedades sanguíneas e infecciones fetales. También se utiliza para transferir sangre o medicamentos al feto a través del cordón umbilical.