Actualización al 2020
La
pubertad es el periodo de transición entre la infancia y la edad adulta. En
ella se producen los cambios físicos, el “estirón” en el crecimiento y se
alcanza la capacidad reproductiva.
Comienza cuando aparecen los caracteres sexuales secundarios y aumenta la velocidad de crecimiento, hasta alcanzar la talla final, la madurez psicosocial y la fertilidad.
En la
mayoría de las niñas, el primer signo puberal es la aparición del botón mamario,
mientras que en los niños es al aumento del tamaño testicular. Estos signos son
consecuencia de la activación del eje hormonal de la pubertad con secreción de
gonadotropinas (LH y FSH) y esteroides sexuales (estrógenos en la niña y
testosterona en el varón).
Posteriormente,
se desarrollan de forma gradual otros caracteres sexuales secundarios, como:
Habitualmente, el inicio de la pubertad comienza:
Cuando estos cambios comienzan antes de esa edad, estamos ante un caso de pubertad precoz.
Por el contrario, cuando el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios no se ha iniciado a los 13 años en niñas y a los 14 años en los niños, estamos ante un caso de pubertad retrasada, que afecta a cerca del 3% de la población.
La especialidad de Endocrinología Pediátrica se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las alteraciones hormonales en niños y jóvenes.
En el
95% de los casos de pubertad precoz el origen es desconocido.
En el
caso de la pubertad tardía, por lo general tiene un origen familiar, aunque
también puede ser de causa desconocida.
En
cualquiera de los dos casos, siempre deben estudiarse para descartar
enfermedades de la hipófisis, del sistema nervioso central, de las glándulas
suprarrenales y de las gónadas, entre otras.
Los factores de riesgo son:
Pubertad precoz:
Pubertad retrasada:
Los signos o síntomas que ocurren durante el desarrollo puberal son:
Hay medidas que pueden reducir las posibilidades de tener una pubertad precoz, como:
Para
diagnosticar la pubertad precoz o pubertad tardía, el médico revisará la
historia clínica del niño y de su familia, realizará un examen físico y
recomendará análisis de sangre para medir los niveles hormonales.
Adicionalmente,
se realizará una radiografía de edad ósea de la mano y, en las niñas, una ecografía
ginecológica (vía abdominal).
Pubertad precoz:
El objetivo del tratamiento es evitar el cierre precoz de los cartílagos de crecimiento (que determinará una talla adulta baja) a una edad inadecuada, así como los trastornos en la adaptación psicosocial por inmadurez del niño o de la niña.
La pubertad precoz se trata con medicamentos que suprimen la actividad del eje de la pubertad hasta que alcance la edad normal para ello.
Por otra parte, el tratamiento para la pubertad tardía solo es necesario en los casos más extremos y consiste en la administración de hormonas sexuales suplementarias para iniciar el proceso.
En los niños que no muestran signos de pubertad a la edad de 14 años, puede ser necesario administrar testosterona inyectable mensual por 4 a 6 meses. En el caso de las niñas, puede ser necesario administrar estrógenos en comprimidos orales o parches cutáneos.
Cuando existe una enfermedad que esté provocando que el niño o niña sufra de pubertad precoz o tardía, será necesario tratar también esa enfermedad.
Endocrinología Pediátrica - Diabetología Pediátrica
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