Enfermedad de Crohn

Actualización al 2020

La enfermedad de Crohn es una inflamación crónica del tracto intestinal de causa desconocida, que puede afectar cualquier tramo del aparato digestivo, desde la boca hasta el ano, sin embargo, se ubica con mayor frecuencia en el íleon terminal, en el intestino delgado.

Esta enfermedad también puede manifestar síntomas fuera del aparato digestivo, como en las articulaciones, la piel, el hígado o los ojos, pudiendo producir sensación de dolor abdominal, diarrea, fiebre, pérdida de peso, desnutrición y hemorragia rectal.

La enfermedad de Crohn puede ser una enfermedad dolorosa y debilitante, que se puede presentar a cualquier edad, aunque es más frecuente entre los 20 y 30 años.

Su incidencia (casos nuevos por año) está en aumento.

El Programa de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de nuestra Clínica cuenta con diversos especialistas y una enfermera experta en este tipo de patologías, abocados al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las enfermedades respectivas, como la enfermedad de Crohn.

Somos el primer centro de salud a nivel nacional acreditado como centro avanzado de enfermedad inflamatoria intestinal a través de la organización panamericana PANCCO, el que reconoce que contamos con los protocolos e infraestructura de nivel internacional, y que tenemos la capacidad para efectuar estudios endoscópicos altos y bajos, de intestino delgado y todos los exámenes de imágenes requeridos, siempre de la mano de un equipo médico multidisciplinario experto en la patología. Además de haber sido la primera clínica en Chile y en el Cono Sur, también fuimos el segundo país de Sudamérica en ser certificados.

¿Qué puede causar la enfermedad de Crohn?

Su causa exacta es desconocida. Sin embargo, se asocia a factores hereditarios o a un mal funcionamiento del sistema inmune, que ataca a las células del tubo digestivo.

El estrés y malos hábitos alimentarios pueden agravarla.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad de Crohn?

Algunos factores son:

Tener entre 20 y 30 años.
Fumar.
Tener antecedentes familiares de la enfermedad.
Ingerir medicamentos antiinflamatorios, lo que podría provocar una inflamación en el intestino y empeorar la enfermedad.
Tener una dieta alta en grasas o en alimentos con azúcares refinados, lo que también puede producir inflamación del intestino.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

Los pacientes suelen manifestar dolor abdominal, pérdida de peso y en ocasiones fiebre, síntomas que suelen evolucionar en forma de “brotes”.
Algunas personas presentan, además, síntomas dependientes de la afectación del ano y tejidos circundantes (“enfermedad perianal”).
No es infrecuente que el paciente refiera síntomas dependientes de otros órganos y sistemas, incluyendo la piel, las articulaciones, la boca y los ojos, configurando lo que se denomina “manifestaciones extraintestinales”.
La anemia es muy común.
En los niños, puede existir retraso en el crecimiento o en el desarrollo sexual.

El Dr. Rodrigo Quera explica en qué consiste la enfermedad inflamatoria intestinal

¿Es posible prevenir una enfermedad de Crohn?

No es posible prevenir la enfermedad de Crohn, ya que sus causas exactas no se conocen completamente.

Sin embargo, existen algunas estrategias que podrían reducir el riesgo de brotes o complicaciones en personas con predisposición:

Evitar el tabaquismo: fumar está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad y con una peor evolución en quienes ya la tienen.
Mantener una dieta equilibrada: aunque no hay alimentos específicos que prevengan la enfermedad, optar por una dieta rica en frutas, verduras y alimentos integrales puede contribuir a una mejor salud digestiva.
Reducir el estrés: no causa la enfermedad de Crohn, pero puede desencadenar o empeorar los síntomas. Practicar técnicas de manejo del estrés como la meditación o ejercicios de respiración puede ser útil.
Evitar el uso innecesario de antibióticos: este tipo de medicamentos puede alterar la microbiota intestinal, que se cree juega un rol en la enfermedad inflamatoria intestinal.
Consultar al médico regularmente: si existe historial familiar de enfermedad inflamatoria intestinal, es importante llevar un control médico para detectar posibles síntomas de manera temprana.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la enfermedad de Crohn se realiza descartando otras causas de los síntomas del paciente. Para esto, se pueden realizar:

Evaluación médica: en la consulta, el especialista analizará el historial de síntomas y su evaluará factores de riesgo para progresión de la enfermedad y de gravedad, junto a los antecedentes médicos del paciente.
Exámenes de sangre: permitirán identificar marcadores inflamatorios propios de alguna de las patologías que conforman la enfermedad inflamatoria intestinal.
Biomarcardores: calprotectina fecal es un examen de deposiciones, con una única muestra, que evalúa la carga inflamatoria en el colon. Si se encuentra elevada, indica actividad inflamatoria, por el contrario, si su valor está bajo, indica remisión.
Colonoscopía: procedimiento en el que se utiliza un tubo flexible con una cámara en el extremo para examinar la mucosa de colon y recto al igual que la última porción del intestino delgado, conocido como íleon. Este procedimiento permite al médico observar cualquier tipo de inflamación, ya sean erosiones, úlceras o pólipos presentes, y tomar muestras de tejido si es necesario.
Biopsia: durante una colonoscopía o endoscopía, el médico puede tomar muestras de tejido (biopsias) para examinarlas bajo un microscopio. Esto puede ayudar a confirmar la presencia de inflamación y a diferenciar entre la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y otros diagnósticos diferenciales.
Exámenes de imágenes: resonancias magnéticas de pelvis o enterorresonancia, y/o tomografía computarizada (escáner) pueden ser de utilidad para visualizar la extensión y gravedad de la inflamación en el tracto gastrointestinal y en la región perianal si hay sospecha en enfermedad de Crohn.
Endoscopía digestiva alta: en el caso de sospecha de compromiso digestivo alto, se puede programar una endoscopía para evaluar el compromiso.
Cápsula endoscópica: sobre todo para los casos de enfermedad de Crohn, se puede utilizar una cápsula endoscópica, que es un dispositivo que se ingiere y permite tomar imágenes de todo el tubo digestivo durante su recorrido. Su objetivo es el estudio completo del intestino delgado.

¿Cómo se trata?

Si bien esta enfermedad no tiene cura, el tratamiento de la enfermedad de Crohn tiene como objetivo controlar la inflamación, aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y lograr mantener la enfermedad inactiva.

Los brotes de esta enfermedad se pueden tratar con corticoides que alivian los síntomas, 5-aminosalicilatos, antibióticos o inmunosupresores.

En caso de crisis grave, el médico puede recomendar una dieta especial administrada a través de una sonda de alimentación. Esto con el fin de mejorar la nutrición general y dejar que los intestinos descansen.

Cuando la dieta o los medicamentos no alivian los síntomas, se podría realizar una cirugía. Durante este procedimiento quirúrgico, se extrae la porción dañada del tubo digestivo y después se reconectan las secciones sanas. También se podrían cerrar fístulas y drenar abscesos existentes.

Cabe destacar que la cirugía no cura la enfermedad de Crohn, pero puede traer beneficios temporales a los pacientes.

¿Dónde lo tratamos?

Programa de Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Un equipo médico multidisciplinario está abocado al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las patologías que conforman la enfermedad inflamatoria intestinal. Este grupo lo componen gastroenterólogos adultos y pediátricos, cirujanos coloproctólogos, dermatólogos, reumatólogos, gineco-obstetras, radiólogos, oftalmólogos, anatomopatólogos, nutricionistas, una enfermera especialista en Enfermedad Inflamatoria Intestinal y otra de ostomía

Gastroenterología Adulto

Especialidad dedicada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan al tubo digestivo y sus glándulas anexas. Se ocupa de todas las afecciones del aparato digestivo conformado por el esófago, estómago, hígado, páncreas, intestino delgado, colon y recto.

Algunas de las enfermedades que trata esta especialidad son: gastritis-esofagitis, pancreatitis, hepatitis, enfermedades inflamatorias intestinales, diverticulitis, síndrome de intestino irritable, entre otras. Así como situaciones de hemorragia digestiva, alta y baja.

Cuenta con el apoyo de la Unidad de Endoscopía Digestiva, la cual cuenta con tecnología de última generación y una amplia gama de prestaciones diagnósticas y terapéuticas, además del permanente apoyo de servicios como el Laboratorio Clínico e Imágenes, que contribuyen a obtener un diagnóstico preciso y manejar las mejores alternativas de tratamiento.