Actualización al 2021
La insuficiencia renal crónica (IRC), conocida también como enfermedad renal crónica, es una patología que se produce cuando los riñones sufren un daño prolongado e irreversible, perdiendo la capacidad de depurar los desechos y eliminar el líquido de la sangre, y que tiende a progresar con el transcurso del tiempo.
La insuficiencia renal crónica se clasifica en cinco etapas en función del grado de daño renal y de lo bien (o mal) que funcionen aún los riñones. En la etapa 1 el daño renal es leve y lo más probable es que la persona no tenga ningún síntoma. En cambio, en la etapa 5, los riñones ya no funcionan en forma suficiente. A esta situación se la llama falla renal terminal y significa que la persona necesita recibir diálisis o un trasplante.
En Chile, según cifras de la Sociedad Chilena de Nefrología, el 15,4% de los mayores de 40 años sufre de una insuficiencia renal crónica.
La Unidad de Nefrología se ocupa de la prevención, estudio y tratamiento de las enfermedades de los riñones y sus complicaciones en adultos, entre ellas la insuficiencia renal aguda y crónica.
Las dos causas más frecuentes de la insuficiencia renal crónica son:
Existen otras enfermedades renales que pueden conducir a una insuficiencia renal crónica, tales como:
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad, tales como:
En las primeras etapas de una enfermedad renal crónica el paciente podría no presentar ningún síntoma.
Los signos o síntomas que se pueden presentar en una etapa avanzada son los siguientes:
Asimismo, cuando los riñones no funcionan tan bien como debieran, pueden aparecer otros problemas médicos, como, por ejemplo:
Se pueden proteger los riñones evitando o controlando los problemas de salud que causan daño a los riñones, como la diabetes y la hipertensión.
En Clínica Universidad de los Andes, el médico recomendará al paciente la realización de análisis y procedimientos que confirmen la existencia de una enfermedad renal crónica, los que incluyen análisis de orina y de sangre; ultrasonido o tomografía a los riñones y, en ocasiones, se realiza una biopsia renal.
En Chile, la insuficiencia renal crónica está cubierta por el GES, el cual entrega cobertura de hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante renal.
Cuando el paciente es diagnosticado con insuficiencia renal crónica, el tratamiento consistirá en controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retrasar el progreso de la enfermedad. Actualmente, existen nuevos medicamentos que son capaces de frenar esta enfermedad. Se conocen como inhibidores del SGLT2 o “glifozinas” y debieran utilizarse en todos los pacientes con esta condición.
Sin embargo, como en muchas otras enfermedades crónicas, la enfermedad puede avanzar a pesar de todos los cuidados médicos.
Los tratamientos de las complicaciones de la enfermedad renal crónica incluyen:
Cuando los riñones no son capaces de depurar por sí solos los desechos o el exceso de líquido, es necesario realizar tratamientos que reemplacen la función de estos, como la diálisis o el trasplante renal.
Diálisis: se utiliza para eliminar la acumulación de toxinas y el exceso de líquido en la sangre. En estos procedimientos, se reemplaza la función de los riñones que ya no funcionan.
Tipos de diálisis:
Trasplante renal: es el mejor tratamiento de reemplazo de la función renal, porque permite que el paciente tenga una calidad de vida óptima. Consiste en injertar un riñón de un donante vivo o fallecido en el paciente que sufre de insuficiencia renal. Este riñón trasplantado realizará todas las funciones que los riñones ya no pueden hacer: filtrar los deshechos y el exceso de líquido de la sangre de manera constante. El riñón donado se instala en la parte inferior del abdomen, donde es más fácil conectarlo con los vasos sanguíneos y con la vejiga.
En caso de no realizar estos tratamientos, la esperanza de vida será de solo algunos meses.
La insuficiencia renal crónica puede estabilizarse o detenerse, pero rara vez mejorar hasta la normalidad. El tratamiento eficaz se acompaña de la estabilidad del valor de creatinina y de la reducción en el nivel de proteínas en la orina.
Esta enfermedad se trata en las consultas de los médicos especialistas, en las unidades de diálisis o trasplante y en unidades de tratamiento o cuidados intensivos cuando se requiere.
La Unidad de Nefrología se ocupa de la prevención, estudio y tratamiento de las enfermedades de los riñones y sus complicaciones en adultos, entre ellas la insuficiencia renal aguda y crónica.