¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar esófago de Barrett?
Los factores de riesgo para desarrollar esófago de Barrett están relacionados con el estilo de vida, la genética y las condiciones médicas subyacentes. Por ejemplo:
- Reflujo gastroesofágico (ERGE).
- Edad: la enfermedad es más común en personas mayores de 50 años.
- Género: los hombres tienen una mayor probabilidad de desarrollar esta condición en comparación con las mujeres.
- Antecedentes familiares: tener un familiar con esófago de Barrett o cáncer de esófago aumenta el riesgo.
- Tabaquismo: fumar cigarrillos está asociado con un mayor riesgo de desarrollar esófago de Barrett.
- Consumo de alcohol: su consumo excesivo de alcohol puede contribuir al desarrollo de esta condición.
- Obesidad: el exceso de peso se ha relacionado con un mayor riesgo debido al aumento de la presión en el abdomen que puede causar reflujo ácido.
- Medicamentos: algunos fármacos, como los bloqueadores de los canales de calcio, antidepresivos, y otros que relajan el esfínter esofágico inferior, pueden aumentar el riesgo de reflujo ácido.
Por esto, es importante monitorear y manejar estos factores de riesgo, lo que puede ayudar a reducir la probabilidad de desarrollar esófago de Barrett.
¿Cuáles son los síntomas?
El esófago de Barrett no suele causar síntomas específicos. Sin embargo, está frecuentemente asociado con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), cuyos síntomas pueden ser los que alertan sobre la posible presencia del esófago de Barrett. Entre ellos se mencionan:
- Acidez (pirosis): corresponde a una sensación de ardor en el pecho, a menudo después de comer, que puede ser peor por la noche o al acostarse.
- Regurgitación: retorno de alimentos o líquidos ácidos a la boca, que puede dejar un sabor amargo o ácido.
- Dificultad para tragar (disfagia): sensación de que los alimentos se quedan atascados en el esófago.
- Dolor en el pecho: puede ser similar al dolor de un ataque cardiaco, pero está relacionado con el reflujo ácido.
- Dolor de garganta crónico, ronquera o disfonía: se produce debido al ácido que sube e irrita la garganta.
- Eructos frecuentes: la expulsión de gas del estómago a través de la boca.
- Náuseas: sensación de malestar en el estómago que puede provocar vómitos.
- Pérdida de peso involuntaria: en casos severos, puede haber una pérdida de peso debido a la dificultad para comer y el dolor.
¿Cómo se puede prevenir?
La prevención del esófago de Barrett implica principalmente controlar y reducir el riesgo de desarrollar ERGE y sus complicaciones. Algunas recomendaciones son:
- Mantener un peso saludable: la obesidad puede aumentar la presión en el abdomen y provocar reflujo ácido.
- Elevar la cabecera de la cama: dormir con la cabeza y el torso elevados puede ayudar a prevenir el reflujo ácido durante la noche.
- Evitar acostarse después de comer: esperar, al menos, 2-3 horas después de comer antes de acostarse puede reducir el riesgo de reflujo ácido.
- Dejar de fumar: el tabaquismo puede debilitar el esfínter esofágico inferior, lo que facilita el reflujo ácido.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Evitar alimentos desencadenantes: productos grasos o fritos, el chocolate, la menta, el ajo, la cebolla, las bebidas con cafeína y las bebidas carbonatadas.
- Incluir más frutas y verduras: esto puede ayudar a reducir los síntomas de reflujo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del esófago de Barrett se realiza mediante una combinación de consulta médica y endoscopía.
- Consulta médica: el especialista analiza los síntomas del paciente, con foco en aquellos relacionados con ERGE; además, realiza un examen físico para evaluar la salud general del paciente.
- Endoscpía digestiva alta: este examen se solicita para observar el revestimiento interno del esófago (mucosa) en busca de cambios característicos del esófago de Barrett, como el cambio del color del tejido esofágico de rosa pálido a rojo salmón.
- Biopsia: durante la Endoscpía, el médico toma pequeñas muestras de tejido (biopsias) del esófago para un análisis más detallado que permite detectar la presencia de metaplasia intestinal (células anormales características del esófago de Barrett).
- Evaluación de la displasia: cuando se confirma la presencia de esófago de Barrett, las células anormales se clasifican en diferentes grados de displasia (ausente, displasia de bajo grado o displasia de alto grado). La displasia indica un riesgo mayor de que estas células se conviertan en cancerosas.
Las personas con diagnóstico de esófago de Barrett, generalmente, se realizan endoscopías de seguimiento regulares para monitorear cualquier cambio en el tejido esofágico y detectar displasia en etapas tempranas.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento del esófago de Barrett se centra en controlar los síntomas del reflujo gastroesofágico (ERGE), prevenir el progreso de la condición y monitorear para detectar cualquier cambio precanceroso en el tejido esofágico. Puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos, procedimientos endoscópicos y cirugía.
Cambios en el estilo de vida
- Evitar alimentos y bebidas que pueden empeorar el reflujo ácido.
- Mantener un peso adecuado para reducir la presión abdominal.
- Dejar de fumar y limitar el alcohol.
Medicamentos
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP): medicamentos como omeprazol, esomeprazol y lansoprazol reducen la producción de ácido gástrico y alivian los síntomas de reflujo.
- Bloqueadores H2: fármacos como ranitidina y famotidina también reducen la producción de ácido gástrico.
- Antiácidos: pueden proporcionar alivio rápido de la acidez estomacal, aunque su efecto es a corto plazo.
Procedimientos endoscópicos
- Ablación por radiofrecuencia: utiliza calor para destruir el tejido anormal del esófago y promover la regeneración de tejido sano.
- Resección endoscópica mucosa o submucosa: se utiliza para extirpar áreas de tejido anormal que podrían contener displasia o cáncer en etapa temprana.
Cirugía
- Funduplicatura de Nissen: procedimiento en el cual la parte superior del estómago se envuelve alrededor del esfínter esofágico inferior para fortalecerlo y prevenir el reflujo ácido.
- Hernioplastía hiatal: en los casos en que el esófago de Barrett se asocia a una hernia hiatal, en la misma cirugía se hace una reparación de esta hernia, que consiste en el ascenso del estómago al tórax.
- Bypass gástrico: cuando el esófago de Barrett se asocia a obesidad, una opción es la realización de este procedimiento, que elimina el reflujo ácido y alcalino que asciende al esófago.
- Esófago de Barrett con displasia de alto grado o adenocarcinoma: puede ser necesaria una resección endoscópica o, en casos avanzados, una esofagectomía (extirpación parcial o total del esófago).
¿Dónde lo tratamos?
Nuestro Programa de Enfermedades del Esófago es el primero en Chile especializado en el diagnóstico y manejo de las patologías que afectan al esófago, tanto benignas como malignas. Otras enfermedades habituales que afectan al esófago son reflujo gastroesofágico, hernia hiatal, cáncer y tumores benignos, esófago de Barrett, acalasia, entre otras.
Muchos pacientes que tienen estas enfermedades requieren seguimiento clínico y endoscópico de por vida.
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