Actualización al 2021
Una fractura osteoporótica vertebral es una fractura vertebral provocada por un mínimo traumatismo o con la realización de una actividad normal como agacharse o recoger algo.
Esta fractura por insuficiencia ósea es a causa de una disminución en la firmeza de las vértebras, con pérdida de la capacidad de soportar peso. Es causada por osteoporosis, condición que debilita a los huesos y los vuelve quebradizos. Los huesos son tejido vivo, se descomponen y reemplazan constantemente, sin embargo, la osteoporosis ocurre cuando la generación de hueso nuevo es más lenta que la pérdida de hueso viejo.
Las múltiples fracturas vertebrales ocasionan un encorvamiento que produce dolor crónico, aumenta el riesgo de sufrir más fracturas y reduce la calidad de vida de la persona afectada. Cuando ocurre la primera fractura vertebral aumenta el riesgo de sufrir otra fractura, ya que el hueso roto afecta considerablemente la distribución del peso a lo largo de la columna vertebral. Múltiples fracturas causan cifosis (encorvamiento hacia delante en la columna) y a medida que ocurren nuevas fracturas podría aumentar la curvatura, el dolor y el debilitamiento de la columna.
Los signos o síntomas más frecuentes de una fractura osteoporótica vertebral incluyen:
- Dolor de espalda intenso
- Pérdida de estatura con el tiempo
- Postura encorvada
- Dificultad para respirar, caminar, comer o dormir.
La principal causa de las fracturas osteoporóticas vertebrales es el debilitamiento del hueso provocado por osteoporosis. Los huesos de las personas con osteoporosis presentan menor densidad por una disminución en las sales de calcio que se encuentran en el hueso.
Cabe destacar que existen factores que aumentan el riesgo de presentar osteoporosis tales como ser del sexo femenino, tener una edad avanzada, factores hereditarios, hipotiroidismo o hipertiroidismo, bajo consumo de calcio, trastornos de alimentación, uso a largo plazo de medicamentos corticosteroides orales o inyectados, sedentarismo o tabaquismo.
Además, el riesgo aumenta cuando existen problemas médicos como, por ejemplo, celiaquía, insuficiencia renal o hepática, cáncer, lupus o artritis.
Para diagnosticar a un paciente con una fractura osteoporótica vertebral se debe realizar un examen físico completo y una radiografía o scanner y/o una resonancia magnética.
Una vez que se diagnostica una fractura osteoporótica vertebral el tratamiento inicial será conservador y contemplará reposo prolongado en cama, medicamentos que ayuden a aliviar el dolor y dispositivos inmovilizadores como un corsé. Este tratamiento tiene por objetivo reducir el dolor, sin embargo, no estabiliza la fractura ni corrige la deformidad vertebral. Es crucial también el adecuado tratamiento de la osteoporosis.
- Vertebroplastía, Cifoplastia con balón o Stentoplastía: mediante este procedimiento mínimamente invasivo se realiza una pequeña incisión en la espalda creando un conducto en el hueso fracturado en donde se ingresa un pequeño balón ortopédico que será inflado posteriormente para corregir la deformidad. Luego, se retira el balón que deja una cavidad en la vértebra la cual es rellenada con cemento óseo que sostendrá al hueso, estabilizará y fijará la vértebra fracturada. La cifoplastia con balón mejora considerablemente la calidad de vida del paciente y le permite una pronta recuperación.