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Hipoacusia

Actualización al 2020

La hipoacusia se entiende como la pérdida de la capacidad auditiva, es decir, la dificultad para escuchar sonidos en diferentes grados. Puede afectar a uno o ambos oídos, y puede presentarse manera parcial o total.

En Chile, según el segundo Estudio Nacional de la Discapacidad realizado por el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) el 8,2% de los adultos y el 2,2% de los niños y adolescentes, presentan una situación de discapacidad debido a la hipoacusia. En tanto, a nivel mundial, según la OMS, una de cada tres personas mayores de 65 años padece pérdida de la audición.

Nuestro Centro de Oído aborda todas las patologías del oído y está formado por un equipo multidisciplinario con amplia experiencia en el área, tanto de pacientes adultos como pediátricos, con acceso a equipamiento médico de última generación y un equipo dedicado a implante coclear.

Además, los otorrinolaringólogos y tecnólogos médicos exponen activamente en congresos nacionales e internacionales, y participan en textos médicos sobre la especialidad, como el libro publicado recientemente “Texto de otitis media. Lo básico y más allá”, de la editorial médica Springer, una de las más importantes del mundo. 

Asimismo, tenemos un equipo de Fonoaudiología, cuyo foco de trabajo es prevenir, evaluar, diagnosticar y rehabilitar en las áreas de lenguaje, motricidad orofacial, habla, voz y audición en población neonatal, pediátrica y adulta.

¿Qué tipos de hipoacusia existen?

La hipoacusia se puede clasificar en diferentes formas, según la causa, la ubicación de la lesión auditiva y la gravedad de la pérdida auditiva. El tipo de hipoacusia puede ser conductiva, sensorioneural o mixta:

  • Hipoacusia conductiva: hay un problema en el oído externo o medio que dificulta la transmisión del sonido al oído interno. Puede ser causada por obstrucciones en el canal auditivo, perforación del tímpano, acumulación de cerumen, infecciones del oído medio o problemas con los huesecillos del oído medio.
  • Hipoacusia sensorioneural: hay daño en las células ciliadas del oído interno o en el nervio auditivo. Puede ser causada por factores genéticos, lesiones acústicas -como exposición a ruidos fuertes-, infecciones virales, enfermedades autoinmunes, traumatismos craneales, o el proceso natural de envejecimiento.
  • Hipoacusia mixta: implica una combinación de pérdida auditiva conductiva y sensorioneural. Por ejemplo, puede ocurrir cuando alguien tiene tanto un problema en el oído externo o medio como daño en el oído interno o el nervio auditivo.

Según, si compromete a uno o ambos oídos, puede ser unilateral o bilateral:

  • Hipoacusia unilateral: se refiere a la pérdida auditiva que afecta solo a un oído, mientras que el otro tiene una audición normal o cercana a la normalidad.
  • Hipoacusia bilateral: implica una pérdida auditiva en ambos oídos. Puede ser simétrica, es decir, similar en ambos, o asimétrica, con una diferencia significativa en la audición entre uno y otro.

¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar hipoacusia?

La hipoacusia puede ser causada por una variedad de factores y condiciones, y algunos de estos pueden aumentar el riesgo de desarrollar pérdida auditiva. Entre los factores de riesgo más comunes podemos mencionar:

  • El envejecimiento natural puede provocar una disminución gradual de la audición.
  • La exposición a ruidos fuertes puede dañar el oído interno.
  • La presencia de antecedentes familiares de hipoacusia aumenta el riesgo de desarrollar esta condición.
  • Las infecciones crónicas o repetidas del oído pueden causar daño auditivo si no se tratan adecuadamente.
  • Las lesiones en la cabeza o el oído pueden provocar daño en las estructuras auditivas.
  • Algunas enfermedades y condiciones médicas, como la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades autoinmunes, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos del sistema nervioso, pueden estar asociadas con la hipoacusia.
  • Anomalías estructurales presentes desde el nacimiento en el oído interno o externo pueden causar hipoacusia.
  • Fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar hipoacusia debido a los efectos negativos del humo del tabaco en la circulación sanguínea y la salud general del oído.

Es importante tener en cuenta que el impacto de estos factores de riesgo puede variar según la causa específica de la pérdida auditiva y de la salud individual de cada persona. 

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la hipoacusia pueden variar según la causa y la gravedad de la pérdida auditiva. Algunos de los síntomas comunes pueden ser:

  • Dificultad para escuchar conversaciones: problemas para entender lo que dicen las personas, especialmente en entornos ruidosos o cuando están hablando desde una distancia.
  • Necesidad de aumentar el volumen: subir el volumen del televisor, la radio u otros dispositivos para escuchar claramente.
  • Dificultad para escuchar sonidos de alta frecuencia: problemas para escuchar sonidos agudos como el timbre del teléfono, el canto de los pájaros o la voz de niños.
  • Sensación de oído tapado o presión en el oído: sensación de plenitud en el oído o presión dentro del canal auditivo.
  • Dificultad para hablar por teléfono: inconvenientes para entender las conversaciones telefónicas.
  • Zumbido en los oídos (tinnitus): pitido u otros sonidos en los oídos que no están relacionados con fuentes externas de sonido. Esto puede ser un síntoma asociado con la hipoacusia en algunos casos.
  • Problemas de equilibrio o mareos: en algunos casos, la hipoacusia puede estar relacionada con problemas en el sistema vestibular, lo que puede causar mareos o problemas de equilibrio.
  • Aislamiento social: la dificultad para comunicarse efectivamente debido a la pérdida auditiva puede llevar a sentirse aislado socialmente o evitar situaciones sociales.

¿Cómo se puede prevenir?

La prevención de la hipoacusia implica tomar medidas para proteger la audición y reducir los riesgos de daño auditivo. Algunas estrategias para evitar la pérdida de audición pueden ser:

  • Evitar la exposición a ruidos fuertes: la recomendación es usar tapones para los oídos o protectores auditivos frente a sonidos muy elevados como, por ejemplo, al asistir a un concierto de música.
  • Mantener un volumen seguro: la sugerencia es controlar el volumen de los dispositivos de audio, como el televisor, la radio, los reproductores de música y los auriculares. Se recomienda seguir la regla del 60/60: escuchar música a no más del 60% del volumen máximo durante no más de 60 minutos a la vez.
  • Tomar descansos auditivos: es importante tomar descansos regulares para permitir que los oídos se recuperen del ruido.
  • Evitar el consumo de cigarrillos y el consumo de alcohol en exceso: el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de daño auditivo.
  • Mantener una buena salud general: el consejo es controlar los niveles de azúcar en sangre, presión arterial y colesterol, ya que ciertas condiciones médicas, como la diabetes y la hipertensión arterial, pueden afectar la salud auditiva.
  • Hacer chequeos auditivos regulares: realizar chequeos auditivos periódicos, especialmente si hay antecedentes familiares de pérdida auditiva o exposición a entornos ruidosos.
  • Evita la automedicación con medicamentos ototóxicos:  es importante consultar siempre con un médico antes de tomar cualquier fármaco, sobre todo si hay dudas sobre su efecto en la audición.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la hipoacusia, generalmente, implica una evaluación exhaustiva de la audición realizada por un otorrinolaringólogo, además de exámenes complementarios:

  • Historia clínica y examen físico: el especialista analiza la información sobre antecedentes médicos y familiares, así como cualquier exposición a factores de riesgo conocidos para la pérdida auditiva. Luego realiza un examen físico para buscar signos de problemas en el oído, como infecciones, obstrucciones o lesiones.
  • Pruebas auditivas: se efectuarán exámenes específicos para evaluar la capacidad auditiva. Entre los más comunes podemos mencionar:

-       Audiometría: evalúa la capacidad para escuchar tonos puros en diferentes frecuencias y volúmenes.

-       Pruebas de discriminación del habla: miden la capacidad para entender el habla en diferentes condiciones auditivas.

-       Timpanometría: evalúan la función del tímpano y la cadena de huesecillos en el oído medio.

En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales para determinar la causa subyacente de la hipoacusia. Estas pruebas pueden incluir imágenes como resonancia nuclear magnética (RNM), tomografía computarizada (TC) u otros exámenes, así como pruebas genéticas en casos de sospecha de hipoacusia hereditaria.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento para la pérdida de la audición depende de varios factores, como la causa subyacente de la pérdida auditiva, la gravedad de la misma, y las necesidades individuales de cada paciente. Entre los tratamientos más comunes podemos mencionar:

  • Extracción del tapón de cera: si la hipoacusia se debe a la presencia de cera, será reversible, y el médico podrá extraer la cera mediante succión o a través de un lavado de oídos.
  • Dispositivos auditivos o audífonos: los audífonos son dispositivos electrónicos diseñados para amplificar y mejorar la audición. Son una opción de tratamiento común para personas con hipoacusia leve a moderada.
  • Cirugía: es una opción, por ejemplo, en niños con presencia de líquido persistente en el oído medio, ocasión en la que se instalan colleras o tubos de ventilación. En pacientes con perforación timpánica, se realiza cirugía para reparar la perforación.
  • Implantes cocleares: los implantes cocleares son dispositivos electrónicos que se colocan quirúrgicamente en el oído interno para proporcionar estimulación directa al nervio auditivo. Son una opción de tratamiento para personas con hipoacusia severa o profunda que no se benefician de los audífonos convencionales.
  • Terapia del habla y rehabilitación auditiva: se recomienda en el caso de pacientes que usan audífonos o se realizan una cirugía de implante coclear. Estas terapias pueden incluir ejercicios para mejorar la discriminación del habla, el desarrollo del lenguaje, y el uso efectivo de dispositivos de asistencia auditiva.
  • Medicamentos: en algunos casos, la hipoacusia puede ser causada por condiciones médicas tratables, como infecciones del oído o trastornos autoinmunes. En tales casos, el tratamiento médico adecuado puede ayudar a mejorar la audición.
  • Terapia de apoyo y educación: la hipoacusia puede tener un impacto emocional y psicológico significativo en la vida de una persona. La terapia de apoyo y la educación sobre la pérdida auditiva pueden ayudar a los pacientes a adaptarse a su condición, mejorar su autoestima y desarrollar estrategias para enfrentar los desafíos relacionados con la audición.

¿Qué esperar del tratamiento?

Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la hipoacusia puede llevar tiempo y puede requerir ajustes periódicos según las necesidades del paciente. Además, el éxito del tratamiento puede variar según la causa y la gravedad de la pérdida auditiva, así como otros factores individuales.

Sin embargo, entre las principales expectativas del tratamiento podemos señalar:

  • Mejorar la audición.
  • Mejorar las habilidades de comunicación, incluida la lectura de labios y la comprensión del lenguaje.
  • Mejorar la calidad de vida socioemocional.

¿Dónde lo tratamos?

  • Otorrinolaringología

Especialidad encargada de la prevención, diagnóstico y tratamiento médico y/o quirúrgico de las enfermedades que aquejan el oído, nariz, boca y laringe, así como de las alergias nasales, tanto en adultos como en niños.

Esta especialidad considera áreas tales como la cirugía otológica, cirugía laríngea (voz), cirugía de cavidades perinasales, cirugía estética y funcional de nariz (rinoseptoplastía), entre otras.

  •  Centro de Oído

Nuestra Clínica cuenta con un equipo multidisciplinario en el Centro de Oído, conformado por otorrinolaringólogos, tecnólogos médicos, psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeras y TENS. Esto permite realizar un trabajo de excelencia. 

La fonoaudiología tiene por objetivo prevenir, evaluar y tratar los problemas de lenguaje, habla, motricidad orofacial, voz, audición y deglución en la población de adultos y pediátrico.

Síntomas

    Equipo médico

    Dra. Javiera Pardo Jadue

    Otorrinolaringología Adulto y Pediátrico

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    Dra. Constanza Beltrán Morales

    Otorrinolaringología Adulto y Pediátrico

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    Dr. Juan Marcos Goycoolea Vial

    Otorrinolaringología

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    Dra. María José Herrera Jorquera

    Otorrinolaringología Adulto y Pediátrico

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    Dr. Leandro Rodríguez Herrera

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    Dr. Raimundo García Matte

    Otorrinolaringología Adulto y Pediátrico

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    Dra. María del Pilar Epprecht González

    Otorrinolaringología

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    Dr. César Toro Auspont

    Otorrinolaringología Adulto y Pediátrico

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