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Mononucleosis infecciosa

Actualización al 2020

La mononucleosis es una enfermedad infecciosa producida por el virus de Epstein-Barr (VEB). Se contagia a través del contacto con la saliva de una persona infectada, es decir, por besos o contacto cercano, compartir cubiertos, vasos y hasta comida. Sin embargo, no es tan contagiosa como un resfriado, por ejemplo.

Tiene un promedio de incubación que varía entre las cuatro y seis semanas. Este virus está presente en todo el mundo y se estima que un 95% de los adultos de edades entre 35 y 40 años han sido infectados en algún momento de su vida.

¿Cuáles son los síntomas?

Mucha veces la enfermedad pasa sin provocar síntomas, pero cuando ocurren, los síntomas que se presentan son similares a los de un resfriado común y en muchas ocasiones se confunde con la amigdalitis purulenta. Los síntomas no se prolongan por más de 15 días y los más habituales son:

  • Fatiga
  • Dolor de garganta que no mejora luego de un tratamiento con antibióticos
  • Fiebre (38,5°C)
  • Inflamación de ganglios linfáticos en el cuello y las axilas
  • Amígdalas inflamadas
  • Dolor de cabeza
  • Malestar general
  • Sarpullido en la piel
  • Bazo inflamado y blando
  • Congestión nasal y mucosidad

Este virus es mucho más grave en quienes tienen su sistema inmunitario afectado, como personas en tratamiento de quimioterapia o inmunosupresores, o con VIH/SIDA sin tratamiento.

¿Cuáles son las causas?

La causa más frecuente de la mononucleosis es el virus Epstein-Barr. Sin embargo, otros virus pueden provocar síntomas similares. Muchos adultos se han expuesto a este virus y han desarrollado anticuerpos, lo que significa que son inmunes y no volverán a contraer la infección.

¿Cómo se puede prevenir?

Como la mononucleosis se contagia por la saliva, el infectado puede ayudar a las otras personas a prevenir el contagio del virus, al evitar dar besos o compartir alimentos, platos, vasos o cubiertos con ellos hasta que hayan pasado varios días desde que la fiebre haya bajado. Además, el lavado de manos recurrente puede evitar la propagación del virus.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza principalmente mediante dos formas:

  • Exploración física:
    • Es posible que el médico tratante sospeche de mononucleosis a partir de los síntomas, su duración y un examen físico.
    • En esta exploración buscará diferentes signos, como inflamación de ganglios linfáticos, amígdalas, hígado o bazo. Buscará la relación de estos signos con los síntomas del paciente.
  • Análisis de sangre:
    • Análisis de anticuerpos: En caso de necesitar una confirmación, el médico podrá solicitar una prueba de anticuerpos heterófilos para comprobar si el paciente tiene los anticuerpos contra el virus de la mononucleosis.
    • Recuento de glóbulos blancos: También es posible que el médico realice otros análisis de sangre para buscar un número elevado de glóbulos blancos, linfocitos, o presencia de linfocitos reactivos. Si bien este examen no confirma la mononucleosis, podría indicar la posibilidad de su presencia.

¿Cómo se trata?

No existe un tratamiento específico para esta infección viral, pero sí se recomienda reposo y la ingesta de analgésicos y antipiréticos, como paracetamol o ibuprofeno, para tratar la fiebre o el dolor de garganta. En ocasiones, es necesario realizar un tratamiento con antibióticos para manejar infecciones secundarias, como la amigdalitis. Sin embargo, no se recomienda el uso de derivados de la penicilina, ya que podrían provocar una reacción alérgica en la piel. Además, generalmente, el tratamiento va a consistir en el autocuidado del paciente.

Algunas de los siguientes consejos podrían ayudar a aliviar los síntomas:

  • Beber mucha agua: los líquidos pueden aliviar la fiebre y el dolor de garganta, además de prevenir la deshidratación.
  • Tomar analgésicos de venta libre: como el ibuprofeno. Estos medicamentos no tienen acción antiviral, pero podrían servir para aliviar el dolor o la fiebre.
  • Hacer gárgaras con agua con sal: se puede hacer varias veces al día para aliviar el dolor de garganta.
  • Reposo: no hacer deporte u otras actividades de inmediato. Mientras más se esté en reposo, más rápida será la recuperación y volver a la rutina de manera temprana aumenta el riesgo de una recaída.

¿Existen complicaciones?

A veces, la mononucleosis puede traer complicaciones graves, tales como:

  • Aumento del tamaño del bazo: en casos extremos, el bazo puede romperse y producir un dolor agudo y repentino en el costado izquierdo de la parte superior del abdomen. En caso de sentir este dolor, se debe buscar atención médica de inmediato.
  • Problemas hepáticos: se podría llegar a producir hepatitis o ictericia, que hace que la piel y la parte blanca de los ojos tomen un color amarillento.

También se podrían dar algunas complicaciones menos comunes, como:

  • Anemia: reducción de glóbulos rojos y de la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos rica en hierro.
  • Trombocitopenia: recuento bajo de plaquetas, que son las células sanguíneas que participan en la coagulación.
  • Problemas al corazón: inflamación del músculo cardiaco (miocarditis).
  • Complicaciones del sistema nervioso: meningitis, encefalitis y síndrome de Guillain-Barré.
  • Amígdalas inflamadas: pueden bloquear la respiración.

¿Dónde lo tratamos?

Infectología

Especialidad de la Medicina Interna que se dedica a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades producidas por agentes infecciosos de tipo viral, bacteriano, fúngico o parasitario, tanto en pacientes inmunocompetentes, como en aquellos con disfunción de su sistema inmunológico, ya sea por una infección viral como el VIH, o secundario a tratamientos oncohematológicos quimioterápicos, biológicos o corticosteroidales crónicos, infecciones asociadas a prótesis y dispositivos intravasculares, infecciones urinarias y de transmisión sexual, infecciones de piel y articulaciones, infecciones de vías respiratorias y de tracto gastrointestinal.

En esta especialidad se incluye el estudio y tratamiento de las enfermedades infecciosas adquiridas dentro y fuera del territorio nacional a través de la consejería pre-viaje, y de la consulta del viajero. También realizamos apoyo y consejería sobre el uso racional de antimicrobianos y el estudio y tratamiento de bacterias multirresistentes.

Clínica Universidad de los Andes cuenta con médicos especialistas en las áreas de la Infectología clínica, laboratorio e inmunizaciones. Nuestros profesionales se desempeñan además como docentes enfocados en la formación de alumnos de medicina, médicos en formación de especialidad y enfermeras. Todos participan en diversos proyectos de estudio e investigación para ampliar el conocimiento y opciones de tratamiento de nuestros pacientes.

Equipo médico

Dr. César Bustos Guillén

Infectología Adultos - Microbiología Clínica - Medicina Interna

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Dr. Ricardo Espinoza Araya

Medicina Interna - Infectología Adulto.

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Dra. Gabriela López Villouta

Infectología Adulto

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Dr. Carlos Pérez Cortés

Infectología – Medicina Interna

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Dra. Mabel Aylwin Ramírez

Infectología – Medicina Interna

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