Actualización al 2020
La parotiditis o paperas es una infección viral caracterizada por la inflamación de las glándulas parótidas (glándulas salivales) que están situadas en ambos lados de la cara. Esta infección viral se transmite principalmente por vía respiratoria mediante gotitas de saliva o contacto directo con la saliva de una persona infectada.
Esta enfermedad se puede presentar a cualquier edad, siendo menos frecuente en niños menores de 2 años y, entre el 60 y 70% de los pacientes presentan manifestaciones clínicas evidentes.
Las complicaciones de la parotiditis son infrecuentes y pueden ocurrir cuando la enfermedad se presenta después de la pubertad. Estas complicaciones incluyen:
Orquitis: entre un 15 y 30% de los pacientes adultos presentan inflamación de los testículos.
Compromiso en el sistema nervioso central: el 10% de los pacientes presentan meningitis (en la mayoría de los casos) o encefalitis.
Otras manifestaciones inusuales: en menos del 5% de las personas se puede presentar pancreatitis, hipoacusia permanente unilateral, miocarditis, tiroiditis o hepatitis.
Para prevenir la parotiditis se aplican dos dosis de la vacuna Tres Vírica (sarampión, paperas y rubéola): a los 12 meses de vida y a los 6 años (primero básico).
El principal signo de las paperas es la inflamación de las glándulas salivales que provoca una evidente hinchazón en las mejillas. Sin embargo, se pueden presentar los siguientes síntomas:
Dolor en uno o en ambos lados de la cara
Dolor al masticar o tragar
Fiebre y malestar general
Dolor de cabeza y muscular
Debilidad o fatiga
Pérdida del apetito.
La causa de la parotiditis es un virus de la familia Paramyxoviridae del género Rubulavirus. Este virus se contagia por medio de la inhalación de gotitas de saliva o por el contacto directo con la saliva de una persona infectada. Tiene un período de incubación de 12 a 25 días y causa la inflamación de las parótidas.
La parotiditis o paperas es diagnosticada mediante una revisión física y, por lo general, no se requieren otros exámenes. Sin embargo, en ocasiones, se realiza un análisis de sangre para descartar otras causas posibles.
El tratamiento consiste en tener reposo por una o dos semanas y es posible que se indique el consumo de antiinflamatorios. Los antibióticos no son efectivos ya que la causa de las paperas es un virus.
Además, se podrían recetar medicamentos de venta libre como el paracetamol para aliviar la fiebre y el dolor. Se recomienda una dieta blanda que no requiera masticar mucho, libre de ácidos y sal, para no intensificar el dolor e ingerir abundante líquido.
Por lo general, las personas dejan de contagiar y pueden volver a su vida normal (trabajo o colegio) alrededor de cinco días luego de la aparición de los síntomas. La máxima transmisibilidad ocurre entre 2 días antes a 4 días después del inicio de los síntomas.
Esta enfermedad es de notificación obligatoria por parte del personal de salud, ya que es muy importante evitar que ocurran brotes dentro de la población.