Problemas de hipersensibilidad laríngea

¿Cuáles son las causas de los problemas de hipersensibilidad laríngea?

Los problemas de hipersensibilidad laríngea pueden ser provocados por distintas causas y factores que generan una irritación o inflamación persistente de la laringe. Entre los más comunes se encuentran:

• Reflujo gastroesofágico: el ácido del estómago puede ascender hacia el esófago y llegar hasta la laringe, lo que puede provocar una irritación crónica de la misma.
• Infecciones respiratorias: las infecciones virales o bacterianas, como el resfriado común o la faringitis, pueden inflamar la laringe. Algunos virus tienden a inflamar en forma más severa ramas de los nervios de la laringe, generando hipersensibilidad de la misma, una condición que puede durar semanas o incluso meses.
• La descarga posterior crónica de mucosidad hacia la garganta (ya sea por rinitis alérgica o sinusitis crónica), puede generar una hipersenbilidad de la laringe.
• Cualquier condición que genere irritación o inflamación persistente en el tiempo sobre la laringe, puede conducir en algunos pacientes a una hipersensibilidad de la laringe: exposición a humo de cigarrillo o tabaco, productos químicos inhalatorios, contracción muscular persistente o crónica de los músculos del cuello y laringe, entre otros.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la hipersensibilidad laríngea pueden variar en intensidad y frecuencia y, a menudo, se manifiestan como respuestas exageradas de la laringe a estímulos que normalmente no causarían problemas. Por ejemplo:

• Tos crónica: es una tos persistente, seca y no productiva (sin expulsión de mucosidad), alta (paciente la siente en el cuello, no en el pecho) que puede ser desencadenada por factores como el habla, la risa, el cambio de temperatura, aire acondicionado, olores fuertes como perfumes o desinfectantes, posición acostada, o incluso la inhalación de aire frío.
• Sensación de cuerpo extraño (globo faríngeo): sensación constante de tener algo atrapado en la garganta, a pesar de que no haya un objeto físico presente. Esta sensación puede ser molesta y difícil de ignorar.
• Laringoespasmo: son episodios súbitos de cierre involuntario de las cuerdas vocales, lo que puede causar una sensación de asfixia o dificultad severa para respirar. Suelen durar menos de un minuto.

  Los pacientes pueden presentar cambios intermitentes en la calidad de la voz, ya sea posterior a los episodios de tos o laringoespasmos, o espontáneamente.

• Sensación de irritación o cosquilleo en la garganta: una sensación persistente de irritación, picazón o cosquilleo en la garganta que puede desencadenar la tos o la necesidad de aclarar la garganta con frecuencia.

Estos síntomas pueden ser desencadenados o agravados por factores como el estrés, la exposición a irritantes (como el humo o productos químicos), los cambios de temperatura, o incluso el simple acto de hablar. Por eso, es importante que estos síntomas sean evaluados por un especialista.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la hipersensibilidad laríngea se realiza a través de una combinación de evaluación médica, procedimientos y exámenes.

• Evaluación médica: el especialista recopila información sobre los síntomas, factores de riesgo e historial clínico. Además, realiza un examen físico con foco en la garganta, cuello y pulmones.
• Procedimientos: por lo general, el médico otorrinolaringólogo realiza una endoscopía laríngea, rígida o flexible, prueba que permite visualizar de manera directa la laringe y las cuerdas vocales.
• Exámenes: según los síntomas predominantes, se pueden solicitar diferentes exámenes. En pacientes en los que predomina la tos crónica, se deben descartar condiciones pulmonares como asma; en otros casos, será necesario descartar una sinusitis crónica o reflujo gastroesofágico que está alcanzando la garganta.
• Exámenes de imágenes: aunque no siempre es necesario, en algunos casos se pueden utilizar pruebas de imágenes como una radiografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).
• Cuestionarios y escalas de evaluación: también se pueden utilizar cuestionarios específicos (como el de hipersensibilidad laríngea) para cuantificar la severidad de los síntomas y su impacto en la calidad de vida.

El diagnóstico de la hipersensibilidad laríngea es un proceso de exclusión, donde se descartan otras condiciones que podrían causar síntomas similares, como asma, infecciones crónicas, tumores, trastornos neurológicos o alergias severas. Una vez que se han descartado otras causas, y los síntomas y hallazgos son consistentes con la hipersensibilidad laríngea, se puede confirmar el diagnóstico.

¿Cómo se puede prevenir?

Prevenir los problemas de hipersensibilidad laríngea implica adoptar medidas que reduzcan la irritación y la sensibilización de la laringe. Para eso, algunas recomendaciones son:

• Controlar el reflujo gastroesofágico: esto incluye adaptar la dieta, evitar comidas contundentes y antes de acostarse, ingerir alimentos sólidos y líquidos dos horas antes de acostarse, elevar la cabecera de la cama para dormir y usar medicamentos, según indicación médica.
• Evitar irritantes ambientales: es decir, el cigarro, la exposición a productos químicos.
• Mantener una buena hidratación, con la ingesta de, al menos, dos litros de agua al día.
• Prevenir infecciones respiratorias: mantener una adecuada higiene de manos y calendario de vacunación al día.
• Evitar alergenos: evitar la exposición a alergenos a los que se le tiene alergia, usar medicamentos bajo indicación médica y mantener el hogar libre de polvo y moho.

Estas medidas pueden ayudar a reducir la probabilidad de desarrollar problemas de hipersensibilidad laríngea y a mantener una buena salud de la laringe.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la hipersensibilidad laríngea está orientado a reducir la irritación y controlar los síntomas. Entre las alternativas de tratamiento más comunes están:

Medicamentos:

• Inhibidores de la bomba de protones (IBP): si el reflujo gastroesofágico (ERGE) es una causa subyacente, se pueden recetar medicamentos como omeprazol, esomeprazol o lansoprazol para reducir la producción de ácido estomacal.

• Antihistamínicos: indicados para pacientes con alergias, pueden ayudar a reducir la inflamación y la irritación de la laringe.

• Antitusígenos: medicamentos indicados para suprimir la tos, como la codeína o dextrometorfano. La finalidad de estos es aliviar los síntomas, pero no mejora la condición de base.

En su tratamiento, se utilizan medicamentos específicos que buscan regular la función de los nervios de la laringe, para volver a un estado de sensibilidad normal a nivel laríngeo.

Terapia de la voz:

La fonoaudiología se complementa con el manejo farmacológico, a través de la enseñanza de ejercicios simples de realizar en casa, que ayudan a disminuir la hipersensibilidad laríngea.

¿Qué esperar del tratamiento?

El tratamiento de la hipersensibilidad laríngea puede ofrecer un alivio significativo de los síntomas, pero los resultados pueden variar según la causa subyacente, la severidad de los síntomas y la adherencia al plan de tratamiento.

Con un tratamiento adecuado, es probable experimentar una reducción gradual en la intensidad y frecuencia de los síntomas, como la tos crónica, la sensación de cuerpo extraño en la garganta, y la ronquera. Con esto, el paciente puede volver a realizar una vida normal.

En general, el objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida y prevenir daños adicionales a la laringe. Con un plan de tratamiento bien diseñado y un seguimiento regular, muchas personas pueden experimentar una recuperación significativa y un control a largo plazo de la hipersensibilidad laríngea.

¿Dónde lo tratamos?

Centro de Voz y Deglución:

Esta unidad está enfocada en aquellos pacientes que presentan problemas de la voz que perjudican su vida diaria, tanto laboral como social. Asimismo, aborda alteraciones de la deglución, es decir, la dificultad para tragar de manera segura o eficiente alimentos, líquidos, medicamentos e incluso saliva, lo que trae como consecuencia complicaciones respiratorias y desnutrición, que también afectan la calidad de vida.

Su equipo está conformado por otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos especialistas en problemas de laringe, voz y deglución; nutricionistas, y una enfermera que encargada de la educación, coordinación y seguimiento durante el tratamiento. El foco de nuestro trabajo es el diagnóstico y tratamiento de manera multidisciplinaria de las diversas enfermedades de la laringe y cuerdas vocales que afectan la voz y la respiración, como nódulos vocales, pólipos de cuerdas vocales, quistes, parálisis de cuerda vocal, tumores, estenosis subglótica y disfonía músculo tensional, entre otros. De la misma manera, no centramos en el diagnóstico y manejo de los trastornos de deglución (disfagia) de diferentes causas que afectan a personas de todas las edades, desde niños con diferentes síndromes o alteraciones anatómicas, hasta adultos, por causas que van desde la neurológica (ataque cerebrovascular, enfermedades degenerativas, entre otras) o el paciente oncológico o por causas asociadas al envejecimiento.

Otorrinolaringología:

Especialidad encargada de la prevención, diagnóstico y tratamiento médico y/o quirúrgico de las enfermedades que aquejan el oído, nariz, boca y laringe, así como de las alergias nasales, tanto en adultos como en niños.

Esta especialidad considera áreas tales como la cirugía otológica, cirugía laríngea (voz y vía aérea), trastornos de la deglución, cirugía de cavidades perinasales, cirugía estética y funcional de nariz (rinoseptoplastía), entre otras.

Clínica Universidad de los Andes cuenta con un equipo multidisciplinario con vasta experiencia en el campo de la Otorrinolaringología, con acceso a equipamiento médico de última generación. Además, dispone de pabellones quirúrgicos altamente tecnologizados, con acceso en línea a la información de imágenes del paciente para facilitar la oportuna toma de decisiones, permitiendo incluso la coparticipación de expertos desde cualquier lugar del mundo.

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