Reflujo gastroesofágico

Actualización al 2020

El reflujo gastroesofágico se define como el paso del contenido gástrico hacia el esófago que produce síntomas o complicaciones. Aunque existen mecanismos para evitar que esto ocurra, en ciertas ocasiones puede suceder y es completamente normal. Sin embargo, si este reflujo ácido se presenta más de dos veces por semana y en un período de varias semanas, o la persona tiene que tomar antiácidos o medicamentos para aliviar los síntomas, y estos vuelven al suspenderlos, es posible que haya desarrollado una enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Si es así, se debe consultar con un especialista, tanto para aliviar los síntomas, como para evitar problemas más graves.

Nuestro Programa de Enfermedades del Esófago es el primero en Chile especializado en el diagnóstico y manejo de las patologías que afectan al esófago, como el reflujo esofágico. Otras enfermedades habituales que afectan al esófago son hernia hiatal, cáncer y tumores benignos, esófago de Barrett, acalasia, entre otras.

Muchos pacientes que tienen estas enfermedades requieren seguimiento clínico y endoscópico de por vida.

¿Qué puede causar reflujo gastroesofágico?

Entre las causas más habituales están:

Relajación del esfínter esofágico inferior: este es un músculo circular en la parte inferior del esófago que se abre para permitir que los alimentos pasen hacia el estómago y se cierra para evitar que los ácidos del estómago vuelvan hacia el esófago. Cuando este músculo se relaja de manera anormal o no se cierra correctamente, puede permitir que el contenido del estómago, incluidos los ácidos, regrese al esófago, lo que provoca reflujo.
Hernia del hiato: ocurre cuando la parte superior del estómago sobresale a través del diafragma hacia el tórax. Esto puede debilitar la barrera entre el esófago y el estómago, lo que facilita el reflujo ácido.
Factores dietéticos: algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar o empeorar el reflujo gastroesofágico. Esto incluye alimentos grasos, picantes o ácidos, así como bebidas alcohólicas, cafeína y bebidas carbonatadas.
Obesidad: el exceso de peso puede ejercer presión sobre el estómago y provocar que los ácidos estomacales se filtren hacia el esófago.
Embarazo: los cambios hormonales y el aumento de presión abdominal pueden contribuir al reflujo gastroesofágico.
Tabaquismo: fumar puede debilitar el esfínter esofágico inferior y aumentar la producción de ácido en el estómago, lo que puede empeorar el reflujo.

¿Existen factores de riesgo para el desarrollo de reflujo?

Algunos factores de riesgo para el reflujo gastroesofágico son:

Obesidad.
Hernia hiatal.
Embarazo.
Trastornos del tejido conectivo: esclerodermia.
Retardo del vaciamiento del estómago: también conocido como gastroparesia, es un trastorno en el cual los músculos del estómago no funcionan adecuadamente, lo que ralentiza o dificulta el vaciamiento del contenido del estómago hacia el intestino delgado.

¿Qué síntomas se dan al tener reflujo gastroesofágico?

Los principales síntomas del reflujo gastroesofágico son:

Sensación de acidez o ardor en el pecho
Regurgitación (comida que regresa a la boca)

Síntomas atípicos:

Tos crónica.
Dolor de garganta.
Desgaste del esmalte dental.

¿Es posible prevenir el reflujo gastroesofágico?

Si bien no se puede prevenir el ERGE en todos los casos, se puede evitar hábitos que posiblemente empeoren los síntomas, estos son: tabaquismo; comidas abundantes en horarios nocturnos; alimentos ricos en grasas; consumo de alcohol o café, y la ingesta de ciertos medicamentos.

Además, se pueden tomar ciertas acciones como: moderar las porciones y comer despacio, evitar acostarse inmediatamente después de comer y usar ropa cómoda y suelta.

¿Qué complicaciones puede ocasionar el reflujo gastroesofágico?

Esofagitis: inflamación causada por el ácido gástrico en la mucosa del esófago, que puede producir úlceras, dolor, sangrado y disfagia.
Estenosis: la cicatrización de erosiones y úlceras en el esófago puede causar una estrechez que dificulte la alimentación normal.
Esófago de Barrett: metaplasia (cambio de tipo de células) de la mucosa esofágica, que puede ser factor de riesgo para cáncer.
Cáncer de esófago: una complicación rara e infrecuente, el adenocarcinoma esofágico puede desarrollarse a partir del esófago de Barrett, en la parte inferior del esófago.

¿Cómo se diagnostica el reflujo gastroesofágico?

El diagnóstico se basa típicamente en una combinación de la historia clínica del paciente, los síntomas reportados y pruebas de diagnóstico. Algunas formas comunes en las que se puede diagnosticar el reflujo gastroesofágico son:

Historia clínica y evaluación de los síntomas.

Endoscopía digestiva alta diagnóstica y terapéutica: procedimiento que se realiza con un videoendoscopio, a través de la boca, que permite observar la mucosa del esófago, estómago y duodeno. Puede detectar la presencia de inflamación en el esófago (esofagitis) u otras complicaciones, y permite tomar muestras de tejido (biopsia) ante la sospecha de esófago de Barrett.
Además, este procedimiento permite realizar tratamientos como son la dilatación endoscópica -en caso de estenosis esofágica- o la erradicación del esófago de Barrett a través de ablación con radiofrecuencia, entre otros.
Estudio funcional esofágico:

- pH metría 24 hrs.: realiza la medición de pH en el esófago, a través de una sonda fina que se instala por la nariz y queda ubicada en la parte inferior del esófago por un día completo, con lo que se determina cuándo y durante cuánto tiempo el ácido gástrico contacta la mucosa del esófago. La impedanciometría permite evaluar episodios de reflujo débilmente ácidos o no ácidos.

- pH metría de 96 hrs.: Se puede realizar en nuestro centro el estudio previamente descrito de forma inalámbrica con una cápsula que se instala durante la misma endoscopía (Cápsual Bravo®) y que mide el reflujo hasta por 4 días mejorando la sensibilidad mientras el paciente mantiene una vida normal.

- Manometría esofágica de alta resolución: examen que mide la funcionalidad del esfínter esofágico inferior (EEI) y la musculatura esofágica.

¿Qué tratamientos se realizan para el manejo del reflujo?

El tratamiento para el reflujo gastroesofágico contempla medidas generales como:

Cambios de hábito:

- Evitar comidas y bebidas que favorecen la relajación del esfínter esofágico inferior: grasas, chocolate, alcohol, café, frutos cítricos, tomate.

- Dejar de fumar.

- Bajar de peso, en caso de ser necesario.

- Elevar la cabecera de la cama 10 cm.

- Comer, al menos, tres horas antes de acostarse.

Tratamiento farmacológico:

En algunas pacientes se pueden indicar los siguientes medicamentos:

- Antiácidos (alivio rápido por neutralización del ácido).

- Bloqueadores de receptores H2 (disminuyen la producción de ácidos).

- Inhibidores de la bomba de protones (bloqueadores más potentes de la producción de ácido).

- Inhibidores de canales de potasio (medicamentos recientemente llegados a Chile).

- Procinéticos (mejoran la motilidad del estómago).

Tratamiento quirúrgico:

Es necesario cuando no se logra controlar los síntomas con los medicamentos, hay complicaciones (esófago de Barrett, esofagitis, estenosis, aspiración), existencia de hernia hiatal sintomática y por la decisión de discontinuar los medicamentos (por costo, edad, intolerancia o efectos adversos).

Durante la cirugía se envuelve la parte superior del estómago alrededor del esófago, creando un collar o "manguito" que refuerza el esfínter esofágico inferior y previene el reflujo ácido. Este collar puede estar hecho de tejido del propio estómago o de materiales sintéticos.

Es importante tener en cuenta que la cirugía para el reflujo gastroesofágico conlleva riesgos y complicaciones potenciales, como dificultad para tragar, gases excesivos, flatulencia, síndrome de gases y flatulencia crónica, y un pequeño porcentaje de personas puede experimentar una recurrencia de los síntomas de reflujo después de la cirugía.

¿Dónde lo tratamos?

Programa de Enfermedades del Esófago

Nuestro Programa de Enfermedades del Esófago es el primero en Chile especializado en el diagnóstico y manejo de las patologías que afectan al esófago.

El reflujo gastroesofágico es una de ellas, tiene una alta prevalencia en la población y, actualmente en aumento, con complicaciones que pueden alterar en forma importante la calidad de vida de las personas. Otras enfermedades habituales que afectan al esófago son hernia hiatal , cáncer y tumores benignos, esófago de Barrett, acalasia, entre otras.

Muchos pacientes que tienen estas enfermedades requieren seguimiento clínico y endoscópico de por vida.

Gastroenterología

Especialidad dedicada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan al tubo digestivo y sus glándulas anexas. Se ocupa de todas las afecciones del aparato digestivo conformado por el esófago, estómago, hígado, páncreas, intestino delgado, colon y recto.

Algunas de las enfermedades que trata esta especialidad son: gastritis-esofagitis, pancreatitis, hepatitis, enfermedades inflamatorias intestinales, diverticulitis, entre otras. Así como situaciones de hemorragia digestiva, alta y baja.

Somos el primer centro de salud a nivel nacional acreditado como centro avanzado de enfermedad inflamatoria intestinal a través de la organización panamericana PANCCO, el que reconoce que contamos con los protocolos e infraestructura de nivel internacional, y que tenemos la capacidad para efectuar estudios endoscópicos altos y bajos, de intestino delgado y todos los exámenes de imágenes requeridos, siempre de la mano de un equipo médico multidisciplinario experto en la patología.

Centro de Enfermedades Digestivas

El Centro de Enfermedades Digestivas responde a la necesidad que tienen cada vez más pacientes por requerir una atención coordinada, integral y con profesionales de primer nivel, para detectar y realizar los tratamientos más indicados, según cada caso. Este Centro es el único en Chile, y su principal propósito es satisfacer de forma integral las necesidades que tienen los pacientes con respecto a la prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de sus patologías, como el reflujo gastroesofágico.