Síndrome de Guillain-Barré

Actualización al 2023

El síndrome de Guillain-Barré es una condición neurológica poco frecuente en la que el sistema inmunológico ataca parte del sistema nervioso periférico por error. Esto da cuenta de una respuesta inflamatoria de los nervios que se manifiesta como una debilidad que se instala en pocos días. Si compromete la respiración, puede determinar un grave problema de salud pública.

Síntomas

El síndrome de Guillain-Barré se manifiesta como una debilidad que comienza en pocos días con algunas características especiales. La debilidad suele comenzar en las extremidades inferiores ascendiendo para afectar brazos y cara, involucrando ambos lados del cuerpo. Muchas veces se asocia con hormigueo y dolor muscular. La debilidad se asocia a desequilibrio y fallas de coordinación. En los casos más severos, se puede afectar la deglución y la respiración debido al compromiso de la musculatura involucrada.

Causas

Se relaciona el desarrollo del síndrome de Guillain-Barré con infecciones virales previas -como influenza, Zika y Epstein-Barr- o bacterianas, principalmente debido a la bacteria Campylobacter jejuni, una causa frecuente de diarrea aguda.

Tratamientos

El diagnóstico para el síndrome de Guillain-Barré, es clínico, pero generalmente se retarda dada la velocidad en que se manifiesta, confundiéndose con otras causas de parálisis de instalación aguda. El diagnóstico se puede confirmar con la pesquisa de una elevación del contenido de proteínas en el líquido cefalorraquídeo obtenida mediante una punción lumbar. Los estudios electrofisiológicos permiten documentar una disminución de la velocidad de conducción.

No existe cura para esta patología, por lo que el tratamiento tiene como objetivo reducir los síntomas, tratar las complicaciones y acelerar la recuperación nerviosa.

En las primeras etapas de la enfermedad, se puede administrar:

Medicamentos para aliviar el dolor.
Terapia física para recuperar la movilidad muscular.
Plasmaféresis: se extrae sangre del paciente para separar el plasma y volverla al cuerpo. El objetivo de ese procedimiento es eliminar los anticuerpos que están atacando los nervios.
Inmunoglobulina intravenosa (IgIV): la inmunoglobulina es una proteína producida por el sistema inmunológico como respuesta a la presencia de antígenos. Se aplica para reducir la respuesta inmunitaria y así, disminuir la inflamación de los nervios.

Cuando los síntomas son graves, se necesita hospitalización, muchas veces, prolongada y requerimiento de ventilación mecánica. Los pacientes pueden complicarse por las fallas respiratorias más que por la falta de fuerza muscular de las extremidades. Con las medidas de soporte, son bajos los casos de mortalidad.