Salmonelosis o infección por salmonella

Actualización al 2021

La salmonelosis en una enfermedad infectocontagiosa que es producida por una bacteria llamada Salmonella y que ataca preferentemente el aparato digestivo. Esta bacteria habita en los intestinos de animales o de humanos, liberándose en las heces (deposiciones).

La Salmonella se trasmite por el consumo o contacto con alimentos contaminados, generalmente por mala manipulación que podría evitarse con un correcto lavado de manos al manipular los alimentos, desinfección o cocción de los mismos antes de consumirlos.

Hay varios tipos de estas bacterias, algunas más patogénicas como la Salmonella Typhi, que era una enfermedad muy predominante en Chile hace pocas décadas y que disminuyó gracias a los planes de alcantarillado, agua potable e higiene personal. Además, influyó la preocupación por estándares sanitarios en la preparación de alimentos y buenas prácticas de riego sin usar aguas servidas.

¿Qué puede causar salmonelosis?

Las principales causas de la salmonelosis son:

Consumo de agua o alimentos que contienen dicha bacteria que se encuentra en las heces. Los alimentos que con más frecuencia pueden transmitirla son:

Carne de vacuno, ave o pescado que están contaminados
Mariscos o pescados que se obtienen de agua contaminada
Huevos crudos o poco cocidos, incluyendo preparaciones elaboradas con ellos, como mayonesa casera, huevos revueltos, tortillas y algunos postres
Leche u otros productos lácteos no pasteurizados
Frutas o verduras que han sido regados con aguas contaminadas, por lo que siempre se recomienda lavarlas antes de comerlas

Contacto directo con animales o sus entornos y que pueden ser portadores de Salmonella.

Sin embargo, también es importante tener presente que nosotros mismos podemos contagiar si no hay un correcto lavado de manos luego de ir al baño, cambiar pañales, jugar con mascotas o tomar contacto con deposiciones de animales en general.

¿Cuáles son los factores de riesgo de sufrir salmonelosis?

La salmonelosis puede afectar a cualquier persona, sin embargo, hay factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad contagiarse con Salmonella y desarrollar salmonelosis. Los principales son:

Manipulación inadecuada de los alimentos: no mantener la higiene correcta de alimentos y utensilios de cocina, así como no cuidar la contaminación cruzada.
Consumo de alimentos crudos o poco cocidos.
Contacto con animales que pudieran ser portadores de la bacteria Salmonella, como perros, gatos, aves, tortugas y animales de granja.
Edad: los niños menores de cinco años tienen un mayor riesgo de contraer salmonelosis debido a su sistema inmunológico aún en desarrollo y a comportamientos como la tendencia a llevarse las manos a la boca sin lavado previo. Asimismo, las personas mayores también están en los grupos de mayor riesgo, debido a que, sumado al envejecimiento de su sistema inmunitario, pueden tener enfermedades crónicas que los hacen más susceptibles de contagiarse o de tener un cuadro más grave de salmonelosis.
Tener un sistema inmunológico debilitado: quienes tienen enfermedades crónicas o reciben tratamientos inmunosupresores pueden tener un mayor riesgo de desarrollar formas más graves de salmonelosis.
Haber tenido infecciones gastrointestinales.
Viajar a regiones donde las condiciones sanitarias son deficientes o donde la contaminación del agua y los alimentos es más común.

¿Cuáles son los síntomas más habituales de la salmonelosis?

Al ingerir esta bacteria, pueden generarse síntomas entre las 6 y 72 horas después, y los más frecuentes son:

Fiebre
Diarrea (que puede contener moco, sangre o pus)
Dolor abdominal
Calambres en la zona abdominal
Dolor de cabeza
Náuseas
Vómitos

El cuadro clínico por Salmonella dura, aproximadamente, una semana.

¿Es posible prevenir el contagio por Salmonella?

Tomando simples medidas de higiene es posible prevenir el contagio por Salmonella. Algunas de estas son:

Manipulación correcta de los alimentos.
Cocinar aquellos que implican mayor riesgo de contagio, como carnes y huevos.
Evitar el consumo de huevo crudo y conservar como corresponde aquellos productos elaborados con huevo, como mayonesa.
Lavar frutas y verduras antes de ingerirlas.
Evitar el consumo de leche cruda y productos lácteos no pasteurizados.
Evitar la contaminación cruzada:

- Mantener separados los alimentos crudos y cocidos durante la preparación y el almacenamiento.

- Utilizar tablas de cortar y utensilios diferentes para alimentos crudos y cocidos. O lavarlos antes de manipular los alimentos cocidos.

- Lavarse las manos y los utensilios después de manipular alimentos crudos.

Lavarse las manos con agua y jabón después de usar el baño, antes de manipular alimentos y después de estar en contacto con animales.Consumir agua potable o embotellada.
Al viajar, sobre todo a áreas de higiene deficiente, consumir solo alimentos cocidos y tomar agua embotellada.
Refrigerar los alimentos de manera adecuada y evitar dejarlos a temperatura ambiente durante períodos prolongados. Además, no volver a congelar algo que ya se descongeló.

¿Cómo se diagnostica la salmonelosis?

El diagnóstico de la salmonelosis generalmente se realiza de la siguiente manera:

Evaluación clínica en la consulta médica o servicio de urgencia, donde el especialista revisará los síntomas y analizará el historial reciente de consumo de alimentos potencialmente contaminados.

Muestras de deposiciones: al analizar las heces, es posible detectar la presencia de la bacteria Salmonella.

Cultivo de Salmonella: esta prueba se lleva a cabo con la muestra de deposiciones y con ella es posible identificar la presencia de Salmonella y determinar la cepa específica.

¿Cómo se trata una salmonelosis?

Lo más importante es una adecuada hidratación, especialmente en niños pequeños, ancianos, personas con necesidades especiales o con enfermedades crónicas. La deshidratación puede ser muy rápida por la diarrea, vómitos, náuseas, pérdida del apetito y fiebre.

En algunos casos puede ser necesario administrar antibióticos o hidratar en forma parenteral (por vía intravenosa), por lo que todos los esfuerzos deberían estar enfocados en hidratar o en consultar precozmente a un centro asistencial.

Los cuadros gastrointestinales leves pueden ser resueltos en el domicilio con una dieta liviana, blanda o líquida, evitando la ingesta de fibras (frutas y/o verduras, frescas o cocidas) mientras dure la diarrea. Si el cuadro es más intenso, hay mucha fiebre, compromiso del estado general o afecta a personas más de riesgo como niños muy pequeños, adultos mayores o enfermos crónicos, es recomendable acudir a un servicio de urgencia donde lo evaluarán los médicos pediatras o especialistas en medicina de urgencia, según corresponda.

¿Qué esperar de la recuperación?

La gastroenteritis por Salmonella suele recuperarse, con o sin tratamiento antibiótico, en aproximadamente una semana. El tratamiento dependerá de la edad, la intensidad de los síntomas y de otras patologías asociadas que pudiera tener la persona afectada. En el caso de la Salmonella typhi (fiebre tifoidea) la fiebre puede persistir por varios días, a pesar del tratamiento antibiótico y la mejoría es mas lenta. Lo importante es que el paciente pueda ingerir líquidos sin vomitar, aumentando gradualmente la ingesta de comida y normalizando las deposiciones.

¿Dónde lo tratamos?

Estos son los servicios de nuestra Clínica que tratan este problema

Servicio de Urgencia

Nuestro Servicio de Urgencia presta atención médica durante las 24 horas, todos los días del año, para responder a los requerimientos de pacientes adultos y pediátricos, con acceso permanente a especialistas. Cuenta con moderna infraestructura y tecnología para atender todo tipo de enfermedades y emergencias médicas.

Además de brindar una atención rápida y adecuada ante distintas situaciones de emergencia, el equipo de médicos, enfermeras y técnicos paramédicos busca plasmar el sello de un trato personalizado, cálido, amable y centrado tanto en el paciente como en su familia.

Sabemos que la familia cuenta con información importante que permite tomar mejores decisiones y asegurar una mayor calidad en los tratamientos a seguir, por lo que la actitud de escucha es fundamental.

Por tratarse de un centro hospitalario de alta complejidad, el Servicio de Urgencia está en completa conexión con los Servicios de la Clínica: Pabellones Quirúrgicos; Unidad de Paciente Crítico (UPC) Adulto, Pediátrico y Neonatológico; y Hospitalización Médica y Quirúrgica, para poder continuar con el tratamiento del paciente cuando se requiera. Todo lo anterior con el respaldo oportuno de servicios de apoyo como Laboratorio Clínico, Banco de Sangre e Imágenes.

Infectología Adulto

Especialidad de la Medicina Interna que se dedica a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades producidas por agentes infecciosos de tipo viral, bacteriano, fúngico o parasitario, tanto en pacientes inmunocompetentes, como en aquellos con disfunción de su sistema inmunológico, ya sea por una infección viral como el VIH, o secundario a tratamientos onco-hematológicos quimioterápicos, biológicos o corticosteroidales crónicos, infecciones asociadas a prótesis y dispositivos intravasculares, infecciones urinarias y de transmisión sexual, infecciones de piel y articulaciones, infecciones de vías respiratorias y de tracto gastrointestinal.

En esta especialidad se incluye el estudio y tratamiento de las enfermedades infecciosas a través del Programa Asesoría del Viajero. También realizamos apoyo y consejería sobre el uso racional de antimicrobianos y el estudio y tratamiento de bacterias multirresistentes.

Nuestros profesionales se desempeñan además como docentes enfocados en la formación de alumnos de medicina, médicos en formación de especialidad y enfermeros. Todos participan en diversos proyectos de estudio e investigación para ampliar el conocimiento y opciones de tratamiento de nuestros pacientes.

Infectología Pediátrica

Especialidad dedicada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas de todo tipo: bacterianas, virales, por hongos y parasitarias en pacientes pediátricos. Además, estudia los casos relacionados con el tratamiento de enfermedades infecto-contagiosas adquiridas fuera del país.

Clínica Universidad de los Andes cuenta con médicos especialistas y el apoyo de servicios claves como el Vacunatorio y el Laboratorio Clínico. Este último permite confirmar el diagnóstico, detectar factores de riesgo y hacer seguimiento de una patología específica para apoyar oportunamente las necesidades clínicas de nuestros pacientes.

Gastroenterología Adulto

Especialidad dedicada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan al tubo digestivo y sus glándulas anexas. Se ocupa de todas las afecciones del aparato digestivo conformado por el esófago, estómago, hígado, páncreas, intestino delgado, colon y recto.

Algunas de las enfermedades que trata esta especialidad son: gastritis-esofagitis, pancreatitis, hepatitis, enfermedades inflamatorias intestinales, diverticulitis, entre otras. Así como situaciones de hemorragia digestiva, alta y baja.

En Clínica Universidad de los Andes, el equipo de Gastroenterología cuenta con el apoyo de la Unidad de Endoscopía Digestiva con tecnología de última generación y una amplia gama de prestaciones diagnósticas y terapéuticas además del permanente apoyo de servicios como el Laboratorio Clínico e Imágenes, que contribuyen a obtener un diagnóstico preciso y manejar las mejores alternativas de tratamiento.

Gastroenterología Pediátrica

Especialidad de la pediatría que se dedica al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de aquellas patologías agudas y crónicas que afectan al tubo digestivo y sus glándulas anexas (hígado y páncreas).

Las patologías a tratar son: reflujo gastroesofágico, constipación crónica, dolor abdominal recurrente, enfermedad inflamatoria intestinal, diarrea aguda y crónica, hemorragias digestiva alta y baja, hepatitis aguda y crónica y alergia alimentaria.

Ofrecemos al paciente procedimientos diagnósticos realizados por un gastroenterólogo infantil, como endoscopías digestivas altas y bajas, apoyado por un Laboratorio Clínico e Imágenes de alta calidad, con tecnología de última generación, lo que permite el diagnóstico de la patología, su tratamiento y posterior seguimiento hasta el alta del paciente.