Actualización al 2023
La sepsis es una respuesta alterada del cuerpo a una infección grave que ha provocado daño en uno o más órganos.
Se trata de una urgencia médica que, si no se diagnostica y trata de forma temprana, puede ocasionar afectación múltiple de los órganos y poner en riesgo la vida de la persona.
Es tal el grado de inflamación y dilatación de los vasos sanguíneos que provoca la sepsis que puede afectar desde el flujo sanguíneo a órganos vitales, tales como el cerebro, el corazón, el hígado y los riñones.
Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 31 millones de personas en el mundo sufren un episodio de sepsis cada año. De ellos, 6 millones fallecen.
Los síntomas y signos que hacen sospechar que una persona puede estar teniendo una sepsis son:
La principal causa de una sepsis es una infección por un microorganismo. Existen algunos factores de riesgo que predisponen a que una persona sufra sepsis. Estos son:
Si bien cualquier tipo de infección -bacterial, viral o fúngica- puede causar una sepsis, las infecciones que más a menudo lo hacen son las que se desarrollan en:
En Clínica Universidad de los Andes los pacientes con sepsis son tratados por un equipo de especialistas, donde se le realizará un estudio completo de exámenes, monitoreo de signos vitales y sus otras enfermedades concomitantes. También se procura hidratación, indicación de antibióticos y fármacos vasoactivos en caso de ser necesario.
Habitualmente los pacientes cursando una sepsis son manejados por los equipos del servicio de Urgencia y en la Unidad de Paciente Crítico.
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