Actualización al 2022
Es un síndrome que se caracteriza por causar tics. Es decir, movimientos repetitivos y sonidos indeseados que no se pueden controlar. Puede ir desde repetición en el parpadeo, hasta emitir palabras ofensivas o consideradas obscenas. Además de los tics, se puede asociar a otros síntomas neuropsiquiátricos, como trastornos de conducta y del aprendizaje, déficit atencional, depresión o ansiedad, control de los impulsos, hasta trastornos obsesivos compulsivos (TOC).
Es una enfermedad que se inicia en la infancia, siendo común que se manifieste entre los 2 y 5 años Si bien es más frecuente en hombres, las mujeres también lo pueden padecer. En general, tiende a empeorar hasta los 10 a 12 años y después disminuyen los síntomas. Existe un 30 a 50% de los casos que presentan remisión de los tics en la adultez.
Los principales síntomas del síndrome de Tourette son:
El trastorno de Tourette es una enfermedad hereditaria. Se piensa que es una combinación de factores poligenéticos, sumado a factores de riesgo ambientales pre y perinatales, como por ejemplo el tabaquismo de la madre durante el embarazo.
No tiene cura, pero sí se pueden tratar los síntomas. Sin embargo, en la actualidad, no hay ningún tratamiento que elimine, por sí solo, completamente los síntomas. El manejo debe ser individualizado y enfocado en cada paciente, la severidad de sus tics, y cuál es el síntoma que le genera mayor dificultad en su día a día. Requiere un tratamiento que incluya fármacos para los tics, terapia conductual y del ánimo, en compañía de psicología, psicoeducación y psiquiatría en casos más severos.
Dra. Alejandra Hernández Gómez, Neurología Pediátrica
Dra. Verónica Isabel Sáez Galaz, Neurología Pediátrica
Dra. Paola Santander Vidal, Neurología Pediátrica
Dra. Scarlet Witting Enríquez, Neurología Pediátrica
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