También conocida como medicina de áreas remotas, la medicina de montaña aborda la prevención y tratamiento de posibles enfermedades o afecciones que pudieran ocurrir en cualquier tipo de actividad al aire libre que se realice en lugares alejados del área urbana y de un centro de salud al que se pueda consultar en caso de una emergencia. Es decir, puede incluir cerro, montaña, bosque, desierto, área marítima, entre otros.
De esta forma, esta subespecialidad busca prevenir y preparar a las personas en caso de ciertas situaciones de salud, como enfermedades de altura, como aquellas ocasionadas por frío y congelamiento o, por el contrario, por temperaturas elevadas; traumas en relación a la montaña, desde lesiones leves hasta traumas complicados; asesoría nutricional; logística de armado de botiquín y manejo sanitario de grupos en expediciones, entre otras temáticas relacionadas a áreas remotas y montaña.
Personas amateur o deportistas de elite que practican trekking, montañismo, trail running, mountain bike, esquí, snowboard, randonee, entre otras actividades al aire libre.
Ayuda con toda la preparación y acompañamiento vía GPS y telefonía satelital para quienes realizan actividades de alta montaña más extremas, como subir, por ejemplo, el Aconcagua, los Ojos del Salado o los Himalayas.
La consulta se lleva a cabo de forma telemática e incluye aspectos como:
Entrega de recomendaciones para evitar condiciones propias de actividades en zonas remotas, como la enfermedad de altura. También se apoya en la prevención de enfermedades que las personas ya han sufrido previamente.
Logística en organización de expediciones grupales en relación a temas de salud.
Asesoría en cuanto a los elementos necesarios para llevar en una expedición, de cualquier extensión y duración.
Apoyo en relación a las necesidades nutricionales en expediciones de varios días o en alta montaña.
En el chequeo general de Medicina de Montaña se evalúa el tipo de actividad deportiva que hace el paciente y específicamente la que quiere realizar, junto a la indicación de exámenes de laboratorio, procedimientos cardiológicos, entre otros.
También se considera la existencia de lesiones previas. Siempre muy enfocado al tipo de actividad de montaña o de área remota que la persona quiere desarrollar, porque no es lo mismo realizar una actividad en el mar que en la alta montaña.