En esta etapa es fundamental que los niños y adolescentes tengan una alimentación balanceada junto a un estilo de vida saludable. Esto, porque los cambios corporales de este periodo influyen en sus necesidades nutricionales, aumentando considerablemente el apetito de algunos. Por el contrario, otros pueden dejarse llevar por la presión social para bajar de peso.
Por esto, los padres deben ser una guía hacia un estilo de vida sano y ayudarles a tener una buena relación con las comidas, no solo para que se mantengan saludables, sino también para evitar algunas enfermedades que pueden aparecer en la adolescencia, como los trastornos alimenticios.
Recomendaciones:
- Incluir todos los grupos alimenticios, favoreciendo frutas y verduras; proteínas bajas en grasas, y lácteos
- Consumir fibra
- Tener tres comidas al día y dos colaciones
- Mantenerse hidratado, idealmente con agua, y evitar el consumo de bebidas azucaradas
- Reducir o controlar la ingesta de azúcar
- Estar atento a lo que comen los hijos e intentar ordenar sus horarios de alimentación
- Involucrar a los hijos en la preparación de las comidas, permitiéndoles también elegir ingredientes. Esta es una excelente oportunidad para enseñar hábitos saludables
La actividad física es parte esencial de una vida sana, por eso se aconseja a los padres y cuidadores lo siguiente:
- Reducir la cantidad de horas de exposición a pantallas
- Incentivarlos a hacer actividad física
- En cuanto al deporte, elegir con ellos uno que realmente les guste y fomentar que lo practiquen
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