Peste Cristal: qué cuidados se debe tener

La peste cristal o varicela es una enfermedad viral altamente contagiosa. Se presenta normalmente durante la infancia, adquiriendo mayor gravedad cuando afecta pasados los 13 años, a mujeres embarazadas, recién nacidos o personas inmunodeficientes, ya que se puede complicar con otras patologías, como infecciones en la piel o neumonía.

Es producida por un virus denominado varicela zóster, que se contagia a través del aire, por contacto directo o por la saliva.

Se manifiesta con síntomas como decaimiento, fiebre y lesiones de la piel que comienzan como granitos para luego transformarse en ampollas y finalmente en costras. Estas lesiones se caracterizan por producir mucha picazón.

Aunque la varicela se presenta solo una vez en la vida, se ha descrito muy excepcionalmente una reinfección en aquellos pacientes que desarrollaron la enfermedad de manera precoz, es decir, antes de los dos años. Mucho más frecuente es la posibilidad de que el virus se reactive en forma de herpes zóster, el cual puede afectar algunos nervios y la piel.

Para el tratamiento de esta enfermedad es fundamental el reposo, no ir al jardín infantil o colegio, higiene corporal diaria con ducha y jabón, no utilizar ninguna crema o talco en la piel, manejo de la fiebre con paracetamol y calmar la picazón con antihistamínicos como clorfenamina.

Asimismo, existe una vacuna que puede ser administrada a niños mayores de un año de edad para prevenir la peste cristal o varicela y se puede utilizar antes de la exposición al virus, pero también en brotes de la patología.

Este artículo se desarrolló con la colaboración de la Dra. Paula Guzmán, pediatra de Clínica Universidad de los Andes.