Clínica Universidad de los Andes / Noticia

5 pasos para vivir bien con Parkinson

Una publicación sobre la genética de esta patología entrega pistas en relación a cuándo sospechar su presencia.
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Recibir un diagnóstico de enfermedad crónica y progresiva, como la de Parkinson, puede ser muy impactante y cambiar la vida, afectando la salud física y mental. Lo importante es saber que, si bien aún no existe cura para esta patología neurológica, con un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, es posible controlar con éxito los síntomas.

La Dra. Ximena Pizarro, neuróloga del Centro de Neurociencias de Clínica Universidad de los Andes, entrega cinco claves para vivir bien teniendo Parkinson.

Aprender a controlar los síntomas

Es fundamental que una persona que sospeche que padece esta enfermedad, consulte a un médico neurólogo especialista en Parkinson y que, una vez diagnosticada, siga los tratamientos indicados, ya que así puede permanecer activa el mayor tiempo posible.

Las manifestaciones principales del Parkinson son temblor de las manos, lentitud para realizar movimientos, rigidez, pérdida del equilibrio, entre otros síntomas no relacionados con los movimientos, como depresión y alteraciones del sueño.

Gracias a los controles médicos periódicos, en conjunto con el equipo tratante, los pacientes aprenden a reconocer y controlar los síntomas, para llevar una mejor calidad de vida.

En Clínica Universidad de los Andes contamos también con una cirugía que, si bien no cura esta enfermedad, ayuda a controlar los temblores. Conoce más en el siguiente video. 

 

Moverse de manera regular

Desde las primeras etapas de la enfermedad, la actividad física y los ejercicios dirigidos, realizados de forma constante, pueden hacer la diferencia en cuanto al deterioro en la movilidad y la disminución de los síntomas, tanto a corto como a largo plazo, y también se ha visto que beneficia el equilibrio y la coordinación, además del ánimo y salud mental.

Entre los ejercicios más recomendados están los de tipo aeróbico, como natación, caminata, baile, ciclismo, junto a entrenamiento de fuerza para fortalecer musculatura y huesos, y elongación. Mientras que también hay que ser más activo con actos simples como usar la escalera en lugar del ascensor.

Al momento de comenzar una rutina es importante elegir algo que le guste a la persona para que perdure en el tiempo, y establecerse metas razonables.

Alimentarse bien

Una alimentación balanceada, que incluya todos los nutrientes necesarios y evite aquellos que perjudican la salud, es una herramienta de apoyo para el tratamiento de cualquier enfermedad y el Parkinson no es la excepción, ya que disminuye los síntomas y potencia los beneficios de los medicamentos indicados.

Lo más aconsejable es incluir frutas y verduras, cuya fibra ayuda a evitar el estreñimiento, al igual que la buena hidratación. También se deben preferir, grasas saludables presentes en aceite de oliva, semillas y pescados; carnes magras y cereales enteros.

Por el contrario, hay que evitar el consumo de alcohol, alimentos ultra procesados, productos con azúcar añadida y sodio en exceso.

Dormir bien

Lograr un sueño reparador, es decir, dormir la cantidad de horas necesarias y con la calidad correspondiente, es fundamental para controlar el estado de ánimo, la salud y los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, la misma patología, los medicamentos para tratarla y los síntomas producen alteraciones del sueño.

Asimismo, los problemas del sueño pueden empeorar temporalmente alguno de los síntomas de Parkinson, como cansancio y cambios de ánimo, lo que deriva en no hacer actividad física o comer mal, por ejemplo.

Ante este escenario, junto al equipo médico tratante, se debe diseñar una estrategia para dormir bien y lograr el descanso necesario.

Cuidar el ánimo y la salud mental

Puede afectar de diferente manera el estado de ánimo, pudiendo originar tristeza, irritabilidad, ansiedad y apatía, incluso, hay quienes pueden desarrollar patologías de salud mental, como depresión. Al mismo tiempo, estos cambios de ánimo pueden empeorar los síntomas, sobre todo los de movimientos, y reducir los efectos de los fármacos.

Para abordar este ámbito, es crucial pedir ayuda a un profesional de salud mental y rodearse de seres queridos que puedan ser un apoyo.

 

Publicación sobre la genética del Parkinson

La Dra. Ximena Pizarro participó en la elaboración de un artículo recientemente publicado por Elsevier, en la sección de perspectivas de neurología.
 
El documento, “Genética en la enfermedad de Parkinson: Formas recesivas”, hace una revisión orientada a los médicos sobre enfermedades genéticas y Parkinson (EP). Específicamente, sobre los aspectos moleculares básicos y relación fenotipo-genotipo de estas formas monogénicas de la EP, es decir, qué gen da qué tipo de síntomas y, sobre todo, cómo va a ir evolucionando ese Parkinson y qué esperar a futuro.

“Antes se pensaba que había pocos casos familiares o genéticos de Parkinson, pero ahora el porcentaje en algunos países es de alrededor de 15-20%, lo que es alto, sobre todo en inicio en jóvenes. Entonces, según qué gen está afectado, es cómo va a evolucionar la enfermedad, si los medicamentos o la cirugía van a andar bien o no, y qué tan o poco probable es que los hijos lo tengan”, explica la Dra. Pizarro.

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