A evitar las enfermedades respiratorias habituales de otoño e invierno
Las temperaturas ya han empezado a bajar y comenzaron las lluvias en distintas regiones del país. Las mañanas y noches están más frescas, por lo que hay que comenzar a abrigarse, sobre todo al salir. Sin embargo, cómo mantener las casas con una temperatura adecuada, también es un tema del que debemos preocuparnos.
La Dra. María Guacolda Benavides, broncopulmonar del Centro de Enfermedades Respiratorias de Clínica Universidad de los Andes, entrega algunas medidas para sobrevivir a los meses más fríos:
Alejarse de los virus
La Dra Benavides explica que “en la época de otoño e invierno, aumenta la circulación de diferentes virus respiratorios, como rinovirus (causante del resfrío común), adenovirus, virus respiratorio sincicial, influenza A y B, además del SARS-CoV-2. Para prevenir su contagio, es fundamental mantener medidas de autocuidado que ya hemos llevado por más de dos años debido a la pandemia de Covid-19, tales como lavado de manos, evadir las aglomeraciones, consultar precozmente y aislarse en caso de síntomas, y usar mascarilla cuando corresponde”.
Vacunarse contra influenza y Covid-19
Otro factor muy importante en esta época es vacunarse contra la influenza y estar al día con las vacunas de refuerzo del Covid-19, ya que estas herramientas protegen de sufrir una enfermedad grave, además de cuidar a la población de riesgo: niños, adultos mayores, embarazadas, enfermos crónicos, entre otros.
Abrigarse de manera correcta
Para el invierno y las bajas temperaturas, lo mejor es abrigarse por capas. Así, se puede estar muy abrigado en las mañanas y noches, principalmente afuera, pero durante el día en la medida que hace más calor, quedarse solo con la cantidad de abrigo necesaria. También es importante considerar el uso de gorro y guantes, y de bufanda que cubra la boca cuando el aire está muy frío.
Mantener una casa segura y temperada
Con respecto a la baja de temperaturas y la mejor manera de calefaccionar la casa, la Dra. Benavides aclara que se debe elegir un sistema que no produzca contaminación intradomiciliaria: “la calefacción por combustión interna derivada de leña, carbón y parafina es una de las principales responsables de la contaminación intradomiciliaria. Por el contrario, la calefacción más recomendable es la eléctrica. Pero, de no poder acceder a ella, es fundamental ventilar los espacios a diario y realizar las mantenciones correspondientes a los artefactos”.
El humo de cigarro y el exceso de vapor en las cocinas también influyen en la contaminación intradomiciliaria, afectando principalmente a niños, adultos mayores y quienes padecen de alguna enfermedad respiratoria o cardíaca crónica, justamente los grupos de riesgo de contagiarse con enfermedades respiratorias.
“Los contaminantes en el hogar pueden provocar irritación de las vías respiratorias, aumentando las mucosas nasales y conjuntivales, favoreciendo la descompensación de las patologías respiratorias o cardíacas en aquellos pacientes que la padecen, por ejemplo, quienes sufren de asma o enfisema”, detalla la especialista.