Alimentos congelados: ¿son saludables?
La Dra. Eliana Reyes, nutrióloga del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, señala que “estos alimentos también tienen ventajas. Con los procesos actuales prácticamente no se producen alteraciones, especialmente frutas, verduras y pescados. Además, pueden mantener sus condiciones durante mucho tiempo”.
"Lo cierto es que el proceso por el que pasan no afecta su contenido nutricional, lo cual se comprueba al compararlos con productos frescos. Las técnicas que se utilizan, en general, garantizan el buen estado de los productos y también las propiedades de los alimentos. Se congelan a temperaturas que bordean los -40°C, conservando además su sabor, textura, olor y color”, agrega la especialista.
De esa manera, el mecanismo de congelación se realiza poco después de que se cosecha o elabora el alimento. Porque es en esa etapa donde presentan las mejores cualidades nutritivas y el proceso debe asegurar la calidad. Por el contrario, si no se realiza de la forma adecuada, lo más probable es que pierda sus nutrientes y ventajas.
"El proceso de descongelamiento es primordial. Se debe hacer lentamente (del congelador al refrigerador), y no descongelar a temperatura ambiente, para que el alimento no se contamine y no pierda su sabor. Otro aspecto relevante es que, si queremos comprar alimentos congelados, los dejemos para el final de la lista, para que no pasen demasiado tiempo sin frío. Además, no porque los alimentos estén congelados significa que no van a vencer nunca, por lo tanto, es recomendable que no sobrepasen los seis meses o un año”, enfatiza la Dra. Reyes.
Los alimentos congelados son de fácil preparación, cómodos de cocinar, se pueden comprar en cualquier periodo del año. Las verduras y frutas de estas características también aportan vitaminas y nutrientes al plan de alimentación.
“Es fundamental que, si vamos a consumir alimentos congelados, tengan un bajo aporte de grasas y altos contenidos en vitaminas. Para eso se puede optar por alimentos como pescados, frutas y verduras congeladas, y restringir las que tienen un alto contenido calórico, como los platos preparados o pre-preparados", concluye la especialista.