Artritis reumatoide: dolorosa enfermedad que afecta las articulaciones
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica de curso progresivo que genera inflamación de las articulaciones y que afecta principalmente a mujeres de entre 25 y 55 años.
Sus principales síntomas son:
- Dolor en la articulación afectada
- Hinchazón articular
- Rigidez, que va cediendo con el movimiento a lo largo del día
- Presencia de nódulos o bultos que crecen en las zonas del codo y las manos
- Cansancio
- Fatiga
- Pérdida del apetito
Además de las articulaciones, la artritis reumatoidea puede afectar otros órganos como los ojos, la piel y los pulmones.
Se trata de una enfermedad autoinmune, donde el sistema inmunológico (responsable de las defensas del cuerpo) se encuentra alterado y, por equivocación, ataca las articulaciones, principalmente manos, muñecas, codos, rodillas, tobillos y pies.
El Dr. Francisco Espinoza, reumatólogo de Clínica Universidad de los Andes, aclara que "esta patología se produce cuando el sistema inmunitario ataca al tejido sinovial, que es el revestimiento de las membranas que rodean las articulaciones. La inflamación engrosa dicho tejido, pudiendo llegar a destruir el cartílago y el hueso dentro de la articulación".
No se conoce la causa, pero se sabe que los genes, las hormonas y el ambiente tienen un rol importante. Asimismo, ser mujer, la edad, tener antecedentes familiares, sobrepeso o tabaquismo pueden favorecer la aparición de esta enfermedad. "Existe una mezcla entre predisposición genética y factores ambientales, tales como infección y tabaco", enfatiza el Dr. Espinoza.
Cómo se trata la artritis reumatoide
Mantener un peso adecuado y practicar actividad física son algunos hábitos que ayudan a mantener a raya esta enfermedad. Además, en cuanto a tratamiento, actualmente este tiene como objetivo inducir la remisión completa de la patología y, si no es posible, al menos, lograr bajar la actividad. El Dr. Espinoza señala que "existen medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad que pueden ser muy eficaces para detener el daño y controlar la actividad de la artritis, haciendo que el paciente se mantenga asintomático, sin dolor y sin secuelas".
Asimismo, comenta que "la terapia ocupacional o fisioterapia es efectiva, ya que existen ejercicios que permiten mantener más flexibles las articulaciones. La clave es un tener un diagnóstico precoz, que permita tener una ventana de oportunidad para detener la inflamación y prevenir el daño".
Con el avance en los tratamientos y conocimiento de la enfermedad, el pronóstico puede ser muy bueno, siempre y cuando el paciente sea responsable con cumplir las indicaciones del médico tratante y comience el tratamiento lo antes posible.