Asma: 7 consejos para cuidarse en otoño e invierno
El otoño ya se instaló con sus mañanas y noches más frías, y los cambios de temperatura habituales. Este es uno de los factores que más puede afectar a quienes sufren de asma bronquial, enfermedad que se da en más de 300 millones de personas en el mundo, de las cuales, un 17 a 20% no la tienen controlada.
Para crear conciencia de que es posible controlar el asma y así reducir episodios de crisis, cada primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma.
La Dra. María Teresa Parada, médico broncopulmonar y jefa del Centro de Enfermedades Respiratorias de Clínica Universidad de los Andes, explica que en otoño e invierno se da una triada adversa para los asmáticos: cambios de temperatura, contaminación ambiental y alta circulación de virus respiratorios.
Consejos para cuidarse en el invierno
Para quienes padecen esta patología y viven en una ciudad contaminada, la especialista entrega estas recomendaciones para no enfermarse en esta época del año:
- Lo más importante es el tratamiento de mantención del asma. Este consiste en el uso de inhaladores con corticoides, los que permiten que el sistema respiratorio se mantenga desinflamado.
- Cumplir con controles médicos para ajustar los medicamentos, tanto en otoño (previo al invierno) y en primavera (previo a la temporada de alergias).
- Nunca suspender los tratamientos cerca del invierno.
- Vacunarse contra la influenza para prevenir esta infección que puede agravarse.
- No exponerse a otros virus respiratorios.
- Evitar la contaminación intradomiciliaria: de ser posible, calefaccionar con calefactores eléctricos y evitar sistemas de combustión de fósiles, como leña y parafina, ya que afectan mucho a los asmáticos. Igualmente, no fumar en la casa, ventilar a diario, no secar la ropa al interior ni utilizar productos inhalantes, como aromatizadores en aerosol, perfumes y elementos de aseo de ese tipo.
- Evitar hacer ejercicio el aire libre en días de mayor polución, sobre todo con bajas temperaturas, porque realizar actividad física en ambientes fríos irrita la vía aérea, facilita la entrada de virus o de aire contaminado que puede deterior el asma.
“Con estas medidas, una persona con asma puede controlar su enfermedad y, si llega a tener una reacción bronquial, esta debería ser suave, sin llegar a una crisis de asma y menos a necesitar hospitalización. El autocuidado es fundamental para los pacientes”, afirma la Dra. Parada.
Lo más importante es mantener la vía aérea lo más desinflamada posible. Para lograrlo, es fundamental cumplir con el tratamiento de mantención del asma, que implica el uso de inhaladores con corticoides, no con salbutamol, ya que este actúa en el músculo de liso con respuesta de dilatación bronquial de cuatro horas, es decir, no tratas la causa de fondo. Asimismo, nunca hay que suspender los tratamientos en invierno.
Otra medida es cumplir con un control médico en otoño para ajustar los medicamentos, no exponerse a otros virus respiratorios y vacunarse contra la influenza para prevenir infecciones fuertes.
En cuanto a la contaminación, hay que tomar medidas contra la de tipo intradomiciliaria y ambiental. Para la primera, usar calefacción eléctrica, dentro de lo posible, y evitar a leña o parafina, ya que la combustión de fósiles afecta mucho a los asmáticos. Igualmente, no fumar en la casa, ventilar a diario, no secar la ropa en el interior porque aumenta la humedad. Tampoco exponerse a productos inhalantes como aromatizadores en spray, perfumes o productos de limpieza.
En tanto, como no se puede cambiar la contaminación ambiental externa, sí se puede evitar hacer ejercicio el aire libre en días en que hay mayor polución, sobre todo con bajas temperaturas, porque el frío rompe la vía aérea y el aire contaminado entra y provoca irritación. Además, facilita la entrada de virus respiratorios.