Asma: Una enfermedad que va en aumento
Millones de personas en el mundo sufren de asma, enfermedad crónica que es considerada como una de las principales patologías no transmisibles, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Para mejorar su conocimiento y cuidado, cada 5 de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma.
Este evento está organizado por la Iniciativa Global para el Asma (GINA), organización colaboradora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y busca dar a conocer la enfermedad para mejorar la calidad de vida de quienes la tienen y evitar muertes derivadas de esta patología. Al respecto, la OMS estima que más de 339 millones de personas tienen asma y que el año 2016, hubo 417.918 muertes relacionadas con esta enfermedad.
La Dra. Claudia Astudillo, especialista en enfermedades respiratorias pediátricas de Clínica Universidad de los Andes, explica que
el asma consiste en una inflamación crónica e hiperrespuesta de la vía aérea pequeña, que son los bronquios distales. Esto provoca obstrucción del flujo de aire al respirar, originando silbidos, opresión
torácica y dificultad para respirar.
“Estos síntomas característicos pueden darse una o varias veces al día o a la semana y suelen aparecer cuando la persona hace ejercicio, se agita o durante las noches”,
explica.
En cuanto al Covid-19, la doctora señala que los asmáticos no parecen tener aumento de riesgo de adquirir esta patología y las revisiones sistemáticas no muestran mayor riesgo en personas con buen control médico, asma leve o moderada.
¿Qué produce el asma?
Todavía se desconocen las causas del asma, pero sí se sabe que tiene origen genético y que también está asociada a la rinitis alérgica. Por lo tanto, cuando la madre es asmática y el padre tiene rinitis alérgica, es más probable que sus hijos también tengan la enfermedad.
La Dra. Astudillo afirma que
el tratamiento es farmacológico y consiste en la administración de corticoides inhalados como mantención y salbutamol de rescate. “La elección del fármaco depende de cada paciente, ya que debe ser una terapia individualizada. La buena noticia es que este es un campo en que se ha mejorado mucho y se continúa avanzando gracias a la investigación científica”,
asegura.
También hay parte de manejo no farmacológico del asma y consiste en prevenir situaciones desencadenantes de crisis o agravantes de las mismas, como:
- Alergias
- Ejercicio intenso
- Frio
- Estrés
- Depresión
- Angustia
- Exposición al tabaco, de primera o segunda mano
- Contaminantes ambientales, como la leña
“Es muy importante consultar a tiempo porque es una población que tiene riesgo de mayor número de hospitalizaciones y más gravedad de las mismas. Siendo una enfermedad de un alto costo personal, familiar y de salud pública”, concluye la Dra. Astudillo.