Cáncer de tiroides: ¿cuándo sospecharlo?
El 24 de septiembre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Tiroides. Su principal objetivo es dar a conocer esta enfermedad, que tiene una incidencia anual en Chile de 7.86 casos por cada 100.000 habitantes, el cual frecuentemente se presenta como un hallazgo ecográfico.
La tiroides es una glándula pequeña situada en la cara anterior del cuello, que produce hormonas que regulan el metabolismo corporal. El cáncer de tiroides es una proliferación de células tiroideas anormales. Lo más frecuente es que el cáncer se presente como un nódulo tiroideo. Este tumor puede crecer hasta invadir tejidos cercanos y propagarse hacia los ganglios linfáticos del cuello, vasos sanguíneos o invadir órganos distantes (metástasis).
“El rol del endocrinólogo y cirujano de cabeza y cuello es poder discriminar con la historia clínica, el examen físico y la ecografía tiroidea cuándo un nódulo puede ser un potencial cáncer. Sin embargo, sólo el 5 a 10% de estos será un tumor maligno”, explica la Dra. Daniela Eugenin, endocrinóloga de Clínica Universidad de los Andes.
La gran mayoría de los cánceres tiroideos son asintomáticos. Sin embargo, existen factores de riesgo clínicos que hacen sospechar que un nódulo pueda ser potencialmente maligno. Estos son:
- Antecedentes de radiación cervical previa, principalmente en la infancia
- Historia familiar de cáncer tiroideo
- Sexo masculino
- Presencia de adenopatías cervicales (ganglios aumentados de volumen) asociado al crecimiento tiroideo
- Aumento de volumen de crecimiento rápido
- Cambios en la voz (disfonía)
¿Cómo se diagnostica un Cáncer de Tiroides?
El método de diagnóstico de elección para caracterizar un nódulo tiroideo es la ecografía tiroidea. Este procedimiento requiere que idealmente sea realizado por radiólogos expertos en el tema, dado que aportan información fundamental para determinar qué nódulo requerirá un estudio citológico posterior.
Si un nódulo es considerado sospechoso, se solicita una punción, examen ambulatorio que se realiza con anestesia local. Las características citológicas de las células encontradas permitirán catalogarlo como benigno, indeterminado o maligno.
El Dr. Nicolás Droppelmann, cirujano oncólogo de cabeza y cuello de Clínica Universidad de los Andes, explica que “la mayoría de los cánceres de tiroides tienen un potencial curativo. Dependiendo del tipo de cáncer y de la etapa en que se encuentre, el equipo médico decidirá el mejor tratamiento a seguir”.
La gran mayoría de los cánceres de tiroides son diferenciados (cáncer papilar de tiroides o cáncer folicular de tiroides) y su tratamiento indicado es la cirugía, que puede ser una tiroidectomía total (extirpación completa de la tiroides) o lobectomía (extirpación de sólo un lóbulo).
Dependiendo de las características del nódulo sospechoso, serán el cirujano y el endocrinólogo quiénes determinarán la técnica quirúrgica a seguir. En la actualidad, hay algunos cánceres tiroideos de pequeño tamaño y de muy buen pronóstico que pueden mantenerse en observación ecográfica estricta sin necesidad de cirugía.
Tratamientos para el Cáncer de Tiroides
Algunos pacientes pueden requerir de tratamientos complementarios, como el uso de yodo radioactivo (terapia ablativa de las células tiroideas que pudiesen haber quedado post cirugía).
Al respecto, el Dr. René Díaz, endocrinólogo de Clínica Universidad de los Andes, complementa que es muy poco frecuente la necesidad de uso de otras terapias como radioterapia y quimioterapia, cuya efectividad en general es baja. “En los últimos años hemos logrado tener disponibles nuevas terapias como los inhibidores de tirosinquinasa y terapias dirigidas a alteraciones moleculares específicas del cáncer, que han cambiado el pronóstico de aquellos casos infrecuentes que se vuelven resistentes al tratamiento con radioyodo y de aquellos cánceres de tiroides que no responden a este tratamiento como, por ejemplo, el cáncer medular de tiroides o el cáncer anaplásico. Estas terapias quedan reservadas para tumores avanzados, metastásicos y progresivos”, afirma.
Actualmente, en nuestro país, el cáncer de tiroides está contemplado dentro de las patologías GES, es decir, se garantiza tratamiento y seguimiento.