Cómo elegir la mochila y el calzado adecuados para el colegio

Ambos elementos deben ser escogidos no sólo por su practicidad o estética, sino también por la comodidad e impacto para el cuerpo.

Con el comienzo de clases, los padres emprenden la búsqueda de los útiles y uniformes escolares. ¿En qué fijarse a la hora de comprarlos? Los Drs. Cristián Ortiz, traumatólogo del Centro de Tobillo y Pie, y Jorge Garrido, traumatólogo del Centro de Columna de Clínica Universidad de los Andes, entregan algunas recomendaciones al respecto.

Los zapatos

Si bien muchas veces a los niños y adolescentes les gusta tener ciertos zapatos que son de su gusto o porque están de moda, el Dr. Cristián Ortiz explica que los papás deben fijarse en que “tengan un buen calce para cada niño, estén elaborados con productos de buena calidad y protejan los pies para evitar lesiones. Estas extremidades son fundamentales para nuestro cuerpo, ya que nos permiten desplazarnos y nos entregan equilibrio, por lo tanto, la comodidad y el confort debe ser una exigencia”.

También hay que considerar lo siguiente:

Que tenga un calce perfecto y ser lo más cómodo posible. El calzado holgado, con un largo y ancho correctos, permite desplazarse con facilidad.
El material del zapato debe ser uno que se adapte a los cambios de humedad y volumen del pie. Puede ser de cuero o algún material sintético con estas características, como el que se utiliza en las zapatillas de trote.
Las costuras deben ser resistentes y suaves para que no produzcan heridas en la piel. Preferir materiales que eviten irritación y otros inconvenientes.
La planta del zapato debe permitir libertad en los movimientos, además de amortiguación y flexibilidad. En ese contexto, lo ideal es que tenga materiales flexibles, livianos y, por supuesto, antideslizantes para evitar caídas.
El calzado se debe adaptar a la forma del pie y no viceversa.
El zapato se debe cambiar de acuerdo al crecimiento del pie.

La mochila

El Dr. Jorge Garrido, explica que el uso inadecuado de las mochilas puede ocasionar lesiones en el hombro y cuello. Incluso, agrega, en algunos casos se ha relacionado a trastornos en la capacidad vital pulmonar. “Los padres deben fijarse en que no sea una lucha el ponerse la mochila, enseñarles a empacar lo estrictamente necesario y nunca ignorar si el hijo refiere dolor de espada. Hay que preocuparse también si manifiesta signos de alarma como adormecimiento, hormigueos o incomodidad en las extremidades”, afirma.

Las características de una mochila adecuada son:

Debe ser de un tamaño acorde a la estatura del niño para que quede por encima de la cintura (no más abajo de 10 cm), apoyada en la zona lumbar.
Debe ser utilizada por trayectos cortos.
Tener tirantes anchos y acolchados para no producir dolor en los hombros. Además, deben ser ajustables para que queden pegados a la espalda, manteniendo cierto espacio.
Preferir una mochila que tenga una correa a la altura del pecho y otra en la cintura, para distribuir mejor el peso.
Si se opta por usar mochilas con ruedas, estas deben ser empujadas hacia delante, no con el brazo para atrás, ya que esta postura puede lesionar el hombro. Además, también pueden usarse con tirantes en la espalda, por ejemplo, al subir y bajar escaleras.
Además, si el niño debe llevar otro bulto, lo mejor es utilizar otra mochila y que vaya una por delante y la otra hacia atrás, así ambas quedan afirmadas por los hombros.

Con estos consejos los padres podrán tomar buenas decisiones para un ingreso o regreso al colegio de forma segura.