Compleja cirugía detuvo hemorragia cerebral por fractura de cráneo
Debido a una fuerte caída en el colegio, Sara Valenzuela fue sometida a una cirugía de urgencia que salvó su vida.
Sara Valenzuela (11) estaba en el gimnasio de su colegio corriendo con una pelota en sus manos y sin darse cuenta chocó con una red de voleibol. El impacto la tiró hacia atrás y cayó fuertemente al suelo golpeándose la cabeza.
“Perdí la conciencia durante un minuto. Luego mi entrenador me llevó a la enfermería del colegio donde no me acuerdo mucho, pero me dijeron que no me podía ir caminando a mi casa y ahí la mamá de una amiga me llevó a la Urgencia de la Clínica Universidad de los Andes”, cuenta Sara.
Cuando estaba en la Urgencia le hicieron un escáner que arrojó que tenía una fractura de cráneo con una pequeña hemorragia de tres milímetros. Tras el examen, comenzó a sentir varias puntadas en la cabeza y vomitó, por lo que de inmediato la trasladaron a la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico (UPCP). Ahí le hicieron un segundo examen. Éste mostró que la hemorragia había aumentado a 10 centímetros. Desde ese momento Sara no recuerda nada, hasta que despertó dos días después.
El Dr. Felipe Moyano, neurocirujano de Clínica Universidad de los Andes, cuenta que “Sara presentaba un traumatismo de cráneo complicado con una fractura temporal izquierda asociada a una pequeña hemorragia en relación a la fractura por fuera de la membrana que cubre al cerebro. Esta lesión corresponde a una de las complicaciones más frecuentes en los casos de fracturas de cráneo y la indicación quirúrgica se basa en el volumen de la hemorragia y la condición neurológica del enfermo”.
En el caso de Sara, la hemorragia creció considerablemente en un lapso menor a tres horas luego de la caída, lo cual se manifestó con signos de hipertensión endocraneana aguda caracterizados por dolor de cabeza muy fuerte, vómitos explosivos, compromiso de conciencia de rápida evolución y signos de enclavamiento (el paciente entra en coma rápidamente).
“En estos casos la conducta neuroquirúrgica debe ser rápida y efectiva, someter al paciente en forma urgente a un escáner de control y llevarlo inmediatamente a pabellón, ya que de no ser así puede fallecer”, relata el especialista.
Su mamá Isabel cuenta que fue todo muy rápido, el tiempo fue vital. “Gracias a Dios tenemos el seguro escolar con la Clínica y el colegio está a dos cuadras. La atendieron rápidamente, el escáner estuvo listo en pocos minutos y el Dr. Felipe Moyano estaba justo en ese momento en la Clínica”.
Sara estaba muy mal cuando entró a pabellón, “estaba prácticamente en coma. Empeoró muy rápido y reaccionó mal a la sedación, pero lo que jugó a su favor es que es muy deportista y eso ayudó a que su corazón soportara mejor todo lo que le pasó”, cuenta Isabel.
Sara fue sometida a una craneotomía de emergencia y vaciamiento de la hemorragia epidural para poder salvar su vida. Para corregir la fractura que generó este sangramiento se tuvo que fijar el hueso con placas de titanio y detener el sangramiento de las arterias sangrantes dañadas por la fractura.Con esto se logró que el cerebro, que estaba siendo comprimido por la hemorragia, volviera a su posición normal.
“Afortunadamente los tiempos de respuesta y el correcto manejo en UPCP y pabellón fueron muy rápidos y se pudo operar oportunamente con lo que se logró tener una excelente evolución de la niña”, indica el Dr. Moyano.
La mamá de Sara dice que cuando salió de pabellón y despertó, fue muy fuerte ver a su hija entubada. Además, no sabían si iba a poder hablar o iba a quedar con algún daño neurológico. Tras la cirugía Sara evolucionó bien. Tuvo que estar cinco días en la UPCP y luego otros cinco en hospitalización.
“Cuando me fui a la casa estuve una semana sin salir. No podía hacer actividad física y tenía que hacer todo despacio. Luego partí con la rehabilitación donde tuve 10 sesiones de kinesiología. Hoy ya puedo hacer una vida normal, pero debo tener cuidado de pegarme en la cabeza”, cuenta Sara.
“Tuvimos todo lo que uno necesita en una situación de alta complejidad, el mejor equipo médico a mano, la mejor infraestructura y además la contención humana fue increíble”, concluye Isabel.
Todo paciente que sufre un golpe en la cabeza que evolucione con compromiso de conciencia, dolor de cabeza que no cede a los analgésicos habituales y que presenta vómitos explosivos asociados, debe consultar inmediatamente a un servicio de urgencias para ser evaluado oportunamente y descartar lesiones asociadas al traumatismo.
“Perdí la conciencia durante un minuto. Luego mi entrenador me llevó a la enfermería del colegio donde no me acuerdo mucho, pero me dijeron que no me podía ir caminando a mi casa y ahí la mamá de una amiga me llevó a la Urgencia de la Clínica Universidad de los Andes”, cuenta Sara.
Cuando estaba en la Urgencia le hicieron un escáner que arrojó que tenía una fractura de cráneo con una pequeña hemorragia de tres milímetros. Tras el examen, comenzó a sentir varias puntadas en la cabeza y vomitó, por lo que de inmediato la trasladaron a la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico (UPCP). Ahí le hicieron un segundo examen. Éste mostró que la hemorragia había aumentado a 10 centímetros. Desde ese momento Sara no recuerda nada, hasta que despertó dos días después.
El Dr. Felipe Moyano, neurocirujano de Clínica Universidad de los Andes, cuenta que “Sara presentaba un traumatismo de cráneo complicado con una fractura temporal izquierda asociada a una pequeña hemorragia en relación a la fractura por fuera de la membrana que cubre al cerebro. Esta lesión corresponde a una de las complicaciones más frecuentes en los casos de fracturas de cráneo y la indicación quirúrgica se basa en el volumen de la hemorragia y la condición neurológica del enfermo”.
En el caso de Sara, la hemorragia creció considerablemente en un lapso menor a tres horas luego de la caída, lo cual se manifestó con signos de hipertensión endocraneana aguda caracterizados por dolor de cabeza muy fuerte, vómitos explosivos, compromiso de conciencia de rápida evolución y signos de enclavamiento (el paciente entra en coma rápidamente).
“En estos casos la conducta neuroquirúrgica debe ser rápida y efectiva, someter al paciente en forma urgente a un escáner de control y llevarlo inmediatamente a pabellón, ya que de no ser así puede fallecer”, relata el especialista.
Su mamá Isabel cuenta que fue todo muy rápido, el tiempo fue vital. “Gracias a Dios tenemos el seguro escolar con la Clínica y el colegio está a dos cuadras. La atendieron rápidamente, el escáner estuvo listo en pocos minutos y el Dr. Felipe Moyano estaba justo en ese momento en la Clínica”.
Sara estaba muy mal cuando entró a pabellón, “estaba prácticamente en coma. Empeoró muy rápido y reaccionó mal a la sedación, pero lo que jugó a su favor es que es muy deportista y eso ayudó a que su corazón soportara mejor todo lo que le pasó”, cuenta Isabel.
Sara fue sometida a una craneotomía de emergencia y vaciamiento de la hemorragia epidural para poder salvar su vida. Para corregir la fractura que generó este sangramiento se tuvo que fijar el hueso con placas de titanio y detener el sangramiento de las arterias sangrantes dañadas por la fractura.Con esto se logró que el cerebro, que estaba siendo comprimido por la hemorragia, volviera a su posición normal.
“Afortunadamente los tiempos de respuesta y el correcto manejo en UPCP y pabellón fueron muy rápidos y se pudo operar oportunamente con lo que se logró tener una excelente evolución de la niña”, indica el Dr. Moyano.
La mamá de Sara dice que cuando salió de pabellón y despertó, fue muy fuerte ver a su hija entubada. Además, no sabían si iba a poder hablar o iba a quedar con algún daño neurológico. Tras la cirugía Sara evolucionó bien. Tuvo que estar cinco días en la UPCP y luego otros cinco en hospitalización.
“Cuando me fui a la casa estuve una semana sin salir. No podía hacer actividad física y tenía que hacer todo despacio. Luego partí con la rehabilitación donde tuve 10 sesiones de kinesiología. Hoy ya puedo hacer una vida normal, pero debo tener cuidado de pegarme en la cabeza”, cuenta Sara.
“Tuvimos todo lo que uno necesita en una situación de alta complejidad, el mejor equipo médico a mano, la mejor infraestructura y además la contención humana fue increíble”, concluye Isabel.
Todo paciente que sufre un golpe en la cabeza que evolucione con compromiso de conciencia, dolor de cabeza que no cede a los analgésicos habituales y que presenta vómitos explosivos asociados, debe consultar inmediatamente a un servicio de urgencias para ser evaluado oportunamente y descartar lesiones asociadas al traumatismo.