Deporte y calor: la importancia de hidratarnos
Ingerir líquidos es vital al realizar actividad física, ya que perdemos agua y sales minerales.
Las cálidas temperaturas que tenemos actualmente son una buena razón para realizar actividad física al aire libre. Para muchos es el panorama perfecto, pero debemos ser cuidadosos, ya que la exposición al sol y el deporte pueden producir deshidratación, disminuir la fuerza y afectar el rendimiento deportivo.
Con el ejercicio aumenta la sudoración y nuestro cuerpo pierde agua y sales minerales. Por lo tanto, necesitamos tomar líquidos que permiten estar en óptimos niveles de hidratación para evitar lesiones y otras consecuencias. Además, las condiciones normales del día a día nos hacen perder aproximadamente medio litro de agua y la ingesta recomendada son dos litros diarios, lo que indica que siempre debemos preocuparnos de que nuestro organismo esté suficientemente hidratado.
Carla González, kinesióloga e integrante del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, enfatiza que “existen distintos factores que influyen en la cantidad de líquido que debemos tomar. El tipo de ejercicio, la duración, las características del ambiente y condiciones propias de cada persona, según edad o sexo, son alguna de ellas. Sin embargo, para todos la actividad física produce una gran pérdida de agua antes y después de realizarla, por lo tanto, es importante hidratarnos antes, durante y después”.
La deshidratación se manifiesta con diversos síntomas como la fatiga, debilidad, taquicardia, cansancio o nauseas. Si siente alguno de ellos, es importante tomar agua en forma lenta y en sorbos pequeños.
Carla González señala algunas recomendaciones para la deshidratación. “Suspender la actividad física es la primera de ellas. Se deben consumir idealmente bebidas isotónicas, que tienen una gran capacidad de rehidratación porque tienen azúcares y minerales. Si se sufre un calambre es recomendable estirar el músculo, realizar un masaje en la zona afectada para que la tensión disminuya y realizar movimientos suaves”.
También no debemos olvidar usar bloqueador solar para evitar los efectos del sol. Sigue estos consejos y estarás en óptimas condiciones.
Con el ejercicio aumenta la sudoración y nuestro cuerpo pierde agua y sales minerales. Por lo tanto, necesitamos tomar líquidos que permiten estar en óptimos niveles de hidratación para evitar lesiones y otras consecuencias. Además, las condiciones normales del día a día nos hacen perder aproximadamente medio litro de agua y la ingesta recomendada son dos litros diarios, lo que indica que siempre debemos preocuparnos de que nuestro organismo esté suficientemente hidratado.
Carla González, kinesióloga e integrante del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, enfatiza que “existen distintos factores que influyen en la cantidad de líquido que debemos tomar. El tipo de ejercicio, la duración, las características del ambiente y condiciones propias de cada persona, según edad o sexo, son alguna de ellas. Sin embargo, para todos la actividad física produce una gran pérdida de agua antes y después de realizarla, por lo tanto, es importante hidratarnos antes, durante y después”.
La deshidratación se manifiesta con diversos síntomas como la fatiga, debilidad, taquicardia, cansancio o nauseas. Si siente alguno de ellos, es importante tomar agua en forma lenta y en sorbos pequeños.
Carla González señala algunas recomendaciones para la deshidratación. “Suspender la actividad física es la primera de ellas. Se deben consumir idealmente bebidas isotónicas, que tienen una gran capacidad de rehidratación porque tienen azúcares y minerales. Si se sufre un calambre es recomendable estirar el músculo, realizar un masaje en la zona afectada para que la tensión disminuya y realizar movimientos suaves”.
También no debemos olvidar usar bloqueador solar para evitar los efectos del sol. Sigue estos consejos y estarás en óptimas condiciones.