Dermatitis atópica: cómo cuidar y proteger la piel
La dermatitis atópica es una condición de la piel caracterizada por inflamación, prurito o picazón intensa, y piel seca, que tiene una evolución crónica recurrente y puede cursar brotes en periodos no definidos.
Si bien se puede presentar a cualquier edad, es más frecuente en niños. De hecho, el 50% de los casos se diagnostica durante el primer año de vida. En nuestro país, 3 de cada 10 chilenos presenta esta condición.
La Dra. Ligia Aranibar, dermatóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, señala que "la incidencia de la dermatitis atópica se ha incrementado entre 2 y 3 veces en los países industrializados durante los últimos años, afectando hasta un 20% de los niños y causando un gran impacto en la calidad de vida del paciente y de su familia".
Una persona con dermatitis atópica carece de un manto lipídico eficiente que la aísle de los agentes externos, por tanto, esta capa protectora cumple una función de barrera deficiente donde cosas que normalmente no irritan, en este caso sí lo hacen.
El Dr. Andrés Figueroa, dermatólogo de Clínica Universidad de los Andes, agrega que "en las personas con dermatitis atópica, el sistema inmune de la piel se pone en contacto con estímulos de agentes externos, activándose, desarrollando los síntomas clásicos que son el prurito (picazón) y el eccema (irritación) de la piel".
Cómo vivir con dermatitis atópica
Al ser una enfermedad que tiene un curso crónico, la persona requerirá de cuidados especiales, algunos de los cuales son generales para todos los pacientes, como:
- Darse duchas cortas y con agua tibia.
- No frotar la piel con esponjas.
- Aplicar cremas hidratantes o emolientes después del baño.
- Utilizar ropa de algodón en contacto directo con la piel.
- Usar detergentes especiales.
- No usar suavizantes.
- Evitar perfumes y colonias.
- Llevar una dieta especial.
Otros cuidados más específicos según la piel de cada persona son lubricación diaria utilizando limpiador y humectantes particulares.
Dado que cada paciente con dermatitis atópica es particular, con distinta afectación y diferentes requerimientos, el Dr. Figueroa enfatiza en la importancia del diagnóstico y control por parte de un especialista: "El dermatólogo recomendará tanto los cuidados generales, como el tratamiento de los brotes más severos, en los que se requerirá medicamentos tópicos y sistémicos".
Respecto de la picazón, que es uno de los síntomas más incómodos de la dermatitis atópica, el dermatólogo recomienda una lubricación diaria y frecuente, que ayuda mucho a controlar la picazón, así como el uso de algún antihistamínico indicado por el especialista (loratadina, cetirizina).
En el caso de los niños, se ha descrito que los colorantes artificiales pueden gatillar brotes de dermatitis atópica, así como también los alimentos ricos en grasas saturadas podrían aumentar la severidad de los brotes por su efecto proinflamatorio. "Aun así, se considera que la dermatitis atópica no es una alergia alimentaria como tal", concluye el especialista.