Paulo Cáceres: "El estilo de vida que llevaba me estaba matando"
Paulo Cáceres bajó más de 50 kilos y hoy vive sin diabetes.
Paulo Cáceres es abogado, está casado y tiene dos hijos. En su juventud siempre tuvo un peso saludable, pero luego sus hábitos cambiaron y fue engordando dramáticamente, hasta llegar a presentar obesidad mórbida, diabetes, hipertensión e hígado graso. Hoy eso es solo un recuerdo gracias a un by pass gástrico realizado hace un año.
“No me di cuenta cómo llegué a estar obeso. El estilo de vida que llevaba me estaba matando. No tenía horarios para alimentarme y generalmente comía mucho de noche. Siempre me sentía cansado, e incluso el exceso de peso me afectaba el equilibrio. Varias veces tuve lesiones en mis pies porque me costaba caminar”.
Comenzó a pensar en someterse a una cirugía para bajar de peso, pero le costaba mucho tomar la decisión. “Cuando llegué a pesar 135 kilos sentí que la situación era grave y no daba para más. Necesitaba un cambio porque si seguía así, me iba a morir. Por mi familia, quería vivir”.
Después de varios intentos por adelgazar, y recorrer las consultas de diversos especialistas, llegó a Clínica Universidad de los Andes al programa de Obesidad y Diabetes.
“Se demoraron en darme la aprobación para la intervención, incluso tuvieron juntas médicas para analizar mi caso. Se involucraron profundamente y me han acompañado en todo este proceso de transformación. Me salvaron la vida, si no me hubiese operado me habría muerto”.
El Dr. Alex Escalona, Jefe del programa de Obesidad y Diabetes, explica que el caso de Paulo ha tenido una buena evolución. “Su diabetes está en remisión, esto significa que mantiene niveles de azúcar en la sangre normales sin uso de medicamentos o inyecciones de insulina. Esto se logra en el 10% de los pacientes diabéticos que bajan de peso con dieta y ejercicio y en el 60% de quienes son sometidos a una cirugía bariátrica. Este control de la diabetes mejora la calidad de vida de los pacientes, disminuye la posibilidad de desarrollar complicaciones propias de la enfermedad y aumenta la expectativa de vida a largo plazo”.
Un equipo multidisciplinario compuesto por nutriólogos, nutricionistas, psicólogos y kinesiólogos, entre otros, han apoyado a Paulo en todo este proceso que ha significado bajar más de 50 kilos. “Estoy profundamente agradecido, porque gracias a todo este esfuerzo he podido cambiar mi vida completamente, para mejor. Estoy más contento y con mucho ánimo para todo. Además, estoy realizando actividad física cuatro veces a la semana y mi próximo desafío es volver a jugar fútbol”, concluye.
“No me di cuenta cómo llegué a estar obeso. El estilo de vida que llevaba me estaba matando. No tenía horarios para alimentarme y generalmente comía mucho de noche. Siempre me sentía cansado, e incluso el exceso de peso me afectaba el equilibrio. Varias veces tuve lesiones en mis pies porque me costaba caminar”.
Comenzó a pensar en someterse a una cirugía para bajar de peso, pero le costaba mucho tomar la decisión. “Cuando llegué a pesar 135 kilos sentí que la situación era grave y no daba para más. Necesitaba un cambio porque si seguía así, me iba a morir. Por mi familia, quería vivir”.
Después de varios intentos por adelgazar, y recorrer las consultas de diversos especialistas, llegó a Clínica Universidad de los Andes al programa de Obesidad y Diabetes.
“Se demoraron en darme la aprobación para la intervención, incluso tuvieron juntas médicas para analizar mi caso. Se involucraron profundamente y me han acompañado en todo este proceso de transformación. Me salvaron la vida, si no me hubiese operado me habría muerto”.
El Dr. Alex Escalona, Jefe del programa de Obesidad y Diabetes, explica que el caso de Paulo ha tenido una buena evolución. “Su diabetes está en remisión, esto significa que mantiene niveles de azúcar en la sangre normales sin uso de medicamentos o inyecciones de insulina. Esto se logra en el 10% de los pacientes diabéticos que bajan de peso con dieta y ejercicio y en el 60% de quienes son sometidos a una cirugía bariátrica. Este control de la diabetes mejora la calidad de vida de los pacientes, disminuye la posibilidad de desarrollar complicaciones propias de la enfermedad y aumenta la expectativa de vida a largo plazo”.
Un equipo multidisciplinario compuesto por nutriólogos, nutricionistas, psicólogos y kinesiólogos, entre otros, han apoyado a Paulo en todo este proceso que ha significado bajar más de 50 kilos. “Estoy profundamente agradecido, porque gracias a todo este esfuerzo he podido cambiar mi vida completamente, para mejor. Estoy más contento y con mucho ánimo para todo. Además, estoy realizando actividad física cuatro veces a la semana y mi próximo desafío es volver a jugar fútbol”, concluye.