El melanoma y la importancia de revisar los lunares periódicamente
En Chile, durante el 2020 –según datos compartidos por Globocan– más de 800 personas fueron diagnosticados con melanoma invasor. Este es un tipo de cáncer de piel que se inicia en las células que controlan el pigmento, llamadas melanocitos. Puede crecer en cualquier parte de la piel, y en algunas ocasiones, sobre lunares previamente sanos.
Para reconocer una lesión pigmentada o lunar que pudiera ser eventualmente peligroso, es importante estar atentos a cinco características físicas que se enmarcan en el “ABCDE de los lunares”:
Señales de alerta en un lunar
- Asimetría: al tirar una línea imaginaria al centro, las mitades son diferentes entre sí.
- Borde irregular o mal definido: que sea similar al de un mapa, es decir, un borde cartográfico.
- Color: que tenga más de un color o tipos de café.
- Diámetro: mayor a 6 mm.
- Evolución: que crezca, cambie de color, comience a picar o a sangrar. Este último es el más importante.
El melanoma se manifiesta comúnmente en aquellas zonas que suelen estar más expuestas al sol, aunque también puede darse en lugares que no lo están habitualmente, como palmas de las manos, pies o genitales. Las personas con piel clara o muchos lunares tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
¿Cómo evitar el melanoma?
Si bien el melanoma podría darse en ciertos pacientes por un componente genético o hereditario, es fundamental tener algunos cuidados para disminuir los riesgos de padecer este tipo de cáncer. Uno de ellos es evitar exponerse al sol de forma extrema y dañina, sobre todo entre las 11:00 y las 16:00 hrs.
“Evitar exponerse al sol, usar quitasoles, gorros, anteojos, ropa de trama gruesa y repetir el factor solar en cantidad adecuada cada dos horas, es fundamental para el cuidado de la piel”, asegura el Dr. Nicolás Droppelmann, cirujano oncólogo de Clínica Universidad de los Andes.
El especialista, agrega que el diagnóstico precoz es muy importante. “Si uno nota cualquier lesión en la piel que llame la atención, ya sea porque ha cambiado de color, ha crecido o tiene bordes irregulares, empieza a picar o a sangrar, hay que consultar lo antes posible a un dermatólogo para, eventualmente, hacer una biopsia de la lesión y revisar toda la piel en busca de lesiones sospechosas. En este caso, el diagnóstico precoz es lo que más vidas salva”.
Para el análisis de lesiones melanocíticas (lunares), en nuestra Clínica contamos con el equipo Fotofinder, el que permite hacer un mapeo corporal total con dermatoscopía para tener un registro de los lunares y, así, detectar si estos presentan características benignas o malignas, y también hacer seguimiento para detectar lunares nuevos o que han sufrido cambios. Con ese equipo, se puede diagnosticar de forma precoz un melanoma y evitar extirpaciones innecesarias de lunares.
En la mayoría de sus etapas, el tratamiento del melanoma es quirúrgico y consiste en resecar toda la piel afectada que rodea la lesión y, en algunos casos, es necesario también resecar los ganglios que podrían estar dañados.