El molesto acné
La mayoría de los adolescentes sufre este problema, y en el 20% de los casos persiste hasta la adultez.
El acné se presenta especialmente en la cara, el pecho y la espalda, y se debe a un conjunto de factores entre los cuales los principales son:
1. Producción de sebo por la glándula sebácea.
2. Alteración en el proceso de queratinización, que es el proceso a través del cual van madurando y se van diferenciando las células de las capas superficiales de la piel.
3. Presencia de Propionibacterium Acnes, que es un microorganismo de la flora que es normal de las áreas más ricas en glándulas sebáceas, y la colonización folicular.
4. Liberación de mediadores inflamatorios.
Otros factores que pueden influir son:
> El estrés puede aumentar la producción de esteroides adrenales, que pueden afectar la glándula sebácea.
> Los genes, ya que el 80% de las personas que sufren acné tienen antecedentes de un pariente con acné, y en el 60% de los casos hay uno o ambos padres con esta enfermedad.
> El papel de la dieta es polémico, pero estudios recientes apoyan una asociación. Los alimentos con carga glicémica alta elevan la insulina que aumenta la síntesis de andrógenos. Se ha observado una mejoría del acné en pacientes que siguen una dieta con hidratos de carbono de carga glicémica baja.
> En la mujer, el hiperandrogenismo en el Sindrome de Ovario Poliquístico se puede asociar con acné. En muchos casos, sin embargo, las mujeres padecen acné con niveles hormonales normales, aunque algo más elevados que las mujeres sin acné.
> En dosis altas, la insulina también puede asociarse a la presencia de acné.
> El cortisol es el glucocorticoide principal de los seres humanos. Es la hormona de la tensión. El uso de corticoides tópicos o sistémicos promueve el desarrollo de una erupción acneiforme.
Manifestaciones clínicas del acné
En la pubertad, los andrógenos adrenales estimulan las glándulas sebáceas, aumentando la secreción sebácea hasta taponear el folículo piloso o poro. Se crea así un ambiente propicio para que el Propionibacterium Acnes, que es un microorganismo de la flora presente en las áreas más ricas en glándulas sebáceas, favorezca la inflamación.
Estas inflamaciones pueden ser de diverso tipo y según su cantidad el acné se clasificará en leve, moderado o severo:
> Comedones cerrados o puntos blancos, representan el folículo pilosebáceco distendido. Se ven y palpan pequeños bultos de color blanco.
> Comedones abiertos o puntos negros, se producen por dilatación del folículo piloso y su superficie es oscura por oxidación de la melanina.
> Pápulas, son lesiones inflamatorias palpables, de color rojizo, habitualmente menores a 3 mm. Pueden desaparecer solas dejando una coloración o convertirse en pústulas.
> Pústulas, lesiones superficiales rojizas con pus, habitualmente entre 1 y 3 mm de tamaño.
> Nódulos, lesiones inflamatorias profundas, de tamaño variable, consistencia firme, sensibles o levemente dolorosos. Pueden eliminar una secreción serosa (amarillenta) o sanguinolenta y pueden dejar cicatriz.
> Quistes o pseudoquistes, tienen un contenido oscuro, espeso, amarillento y dejan cicatriz
> Mácula, mancha residual posterior a la desaparición de una lesión inflamatoria. Puede ser roja (pieles claras) o más oscuras (pieles oscuras).
> Cicatrices, posteriores a lesiones inflamatorias profundas.
Según la edad de presentación, el acné se clasifica en neonatal, del lactante, infantil, preadolescente, adolescente y del adulto.
¿Existe tratamiento para el acné?
El tratamiento del acné busca mantener el cuadro bajo control y evitar las cicatrices y deformidades, que pueden afectar psicológicamente a las personas y deteriorar su autoestima.
Cuando el acné es leve a moderado, pueden, resultar suficientes los tratamientos tópicos, es decir, que se aplican directamente sobre la zona afectada. En los casos más severos o que no han respondido a terapias habituales, puede ser necesario complementar con medicamentos orales.
Para definir el tratamiento a utilizar, un dermatólogo debe evaluar el tipo y severidad del mismo, junto con los antecedentes personales, como alergias, uso de otros medicamentos y antecedentes familiares.
Como es un cuadro que puede ser de larga duración, las indicaciones médicas pueden ir variando en el tiempo dependiendo de la evolución clínica y de otras variantes.
1. Producción de sebo por la glándula sebácea.
2. Alteración en el proceso de queratinización, que es el proceso a través del cual van madurando y se van diferenciando las células de las capas superficiales de la piel.
3. Presencia de Propionibacterium Acnes, que es un microorganismo de la flora que es normal de las áreas más ricas en glándulas sebáceas, y la colonización folicular.
4. Liberación de mediadores inflamatorios.
Otros factores que pueden influir son:
> El estrés puede aumentar la producción de esteroides adrenales, que pueden afectar la glándula sebácea.
> Los genes, ya que el 80% de las personas que sufren acné tienen antecedentes de un pariente con acné, y en el 60% de los casos hay uno o ambos padres con esta enfermedad.
> El papel de la dieta es polémico, pero estudios recientes apoyan una asociación. Los alimentos con carga glicémica alta elevan la insulina que aumenta la síntesis de andrógenos. Se ha observado una mejoría del acné en pacientes que siguen una dieta con hidratos de carbono de carga glicémica baja.
> En la mujer, el hiperandrogenismo en el Sindrome de Ovario Poliquístico se puede asociar con acné. En muchos casos, sin embargo, las mujeres padecen acné con niveles hormonales normales, aunque algo más elevados que las mujeres sin acné.
> En dosis altas, la insulina también puede asociarse a la presencia de acné.
> El cortisol es el glucocorticoide principal de los seres humanos. Es la hormona de la tensión. El uso de corticoides tópicos o sistémicos promueve el desarrollo de una erupción acneiforme.
Manifestaciones clínicas del acné
En la pubertad, los andrógenos adrenales estimulan las glándulas sebáceas, aumentando la secreción sebácea hasta taponear el folículo piloso o poro. Se crea así un ambiente propicio para que el Propionibacterium Acnes, que es un microorganismo de la flora presente en las áreas más ricas en glándulas sebáceas, favorezca la inflamación.
Estas inflamaciones pueden ser de diverso tipo y según su cantidad el acné se clasificará en leve, moderado o severo:
> Comedones cerrados o puntos blancos, representan el folículo pilosebáceco distendido. Se ven y palpan pequeños bultos de color blanco.
> Comedones abiertos o puntos negros, se producen por dilatación del folículo piloso y su superficie es oscura por oxidación de la melanina.
> Pápulas, son lesiones inflamatorias palpables, de color rojizo, habitualmente menores a 3 mm. Pueden desaparecer solas dejando una coloración o convertirse en pústulas.
> Pústulas, lesiones superficiales rojizas con pus, habitualmente entre 1 y 3 mm de tamaño.
> Nódulos, lesiones inflamatorias profundas, de tamaño variable, consistencia firme, sensibles o levemente dolorosos. Pueden eliminar una secreción serosa (amarillenta) o sanguinolenta y pueden dejar cicatriz.
> Quistes o pseudoquistes, tienen un contenido oscuro, espeso, amarillento y dejan cicatriz
> Mácula, mancha residual posterior a la desaparición de una lesión inflamatoria. Puede ser roja (pieles claras) o más oscuras (pieles oscuras).
> Cicatrices, posteriores a lesiones inflamatorias profundas.
Según la edad de presentación, el acné se clasifica en neonatal, del lactante, infantil, preadolescente, adolescente y del adulto.
¿Existe tratamiento para el acné?
El tratamiento del acné busca mantener el cuadro bajo control y evitar las cicatrices y deformidades, que pueden afectar psicológicamente a las personas y deteriorar su autoestima.
Cuando el acné es leve a moderado, pueden, resultar suficientes los tratamientos tópicos, es decir, que se aplican directamente sobre la zona afectada. En los casos más severos o que no han respondido a terapias habituales, puede ser necesario complementar con medicamentos orales.
Para definir el tratamiento a utilizar, un dermatólogo debe evaluar el tipo y severidad del mismo, junto con los antecedentes personales, como alergias, uso de otros medicamentos y antecedentes familiares.
Como es un cuadro que puede ser de larga duración, las indicaciones médicas pueden ir variando en el tiempo dependiendo de la evolución clínica y de otras variantes.