Esclerosis Múltiple: La importancia de un tratamiento adecuado
La esclerosis múltiple afecta, en Chile, a entre 12 y 15 personas por cada 100 mil habitantes, principalmente mujeres, y suele aparecer entre los 20 y 40 años de edad. Sus primeras manifestaciones pueden ser la pérdida de la fuerza o de la sensibilidad en una parte del cuerpo, fatiga y debilidad.
La Dra. Cecilia Cárdenas, neuróloga del Centro de Neurociencias de Clínica Universidad de los Andes, explica que la esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune, es decir, el cuerpo se ataca a sí mismo. En este caso, afecta a la mielina, que es la capa que rodea las neuronas y que permite la transmisión de los impulsos eléctricos, por lo que, al ser destruida o inflamada, altera la sustancia blanca y gris del cerebro y médula espinal. Esto lleva a que los impulsos nerviosos disminuyan o se detengan.
Los principales síntomas pueden ser:
- Pérdida de la fuerza o de la sensibilidad en una parte del cuerpo.
- Problemas de visión.
- Fatiga y debilidad.
- Descoordinación y dificultad para caminar.
- Dolor eléctrico que nace en el cuello y se irradia a toda la espalda y brazos.
Estos síntomas pueden aparecer en crisis o brotes, es decir, presentarse un par de horas o días y luego desaparecer. “Como ocurre frecuentemente en neurología, no se sabe la causa exacta de esta enfermedad, pero participarían factores genéticos, ambientales y hasta infecciosos”, dice la Dra. Cárdenas.
El tratamiento de la esclerosis múltiple consiste en educar al paciente respecto de la enfermedad, para aprender a reconocer las crisis y evitar los factores que pueden empeorar los síntomas.
La esclerosis múltiple no se puede curar, asegura la especialista, pero en la actualidad existen medicamentos que permiten disminuir el número de brotes y, de esa manera, reducir la discapacidad. También está el tratamiento de los síntomas, que es específico para las molestias que puede sentir cada paciente.
“El pronóstico de esta enfermedad es más alentador al de años atrás gracias a la educación a la población, que permite estar más alerta a síntomas tempranos, a los exámenes más específicos con los es posible la detección precoz y también gracias a la existencia de las terapias modificadoras que, como lo dicen, han modificado el curso de esta patología”, señala la Dra. Cárdenas.