Fatiga ocular: una de las consecuencias de la pandemia
La fatiga ocular se produce por el uso continuo y excesivo de las pantallas y otras tecnologías. Situación que ha aumentado considerablemente debido a la pandemia, producto del teletrabajo o al uso de plataformas para interactuar con otras personas
El Dr. Felipe Valenzuela, oftalmólogo de Clínica Universidad de los Andes, señala que “la exposición de muchas horas y de forma continua frente a las pantallas nos puede producir fatiga visual. Esto se produce fundamentalmente porque la tasa de parpadeo de nuestros ojos disminuye en forma muy significativa, lo que tiene como consecuencia una pérdida de la lubricación y con ello una peor calidad visual. En ese contexto, esta patología se manifiesta habitualmente con ardor, sensación de quemazón, picazón o lagrimeo de forma compensatoria. En algunos casos, se produce una visión borrosa o nublada, y genera intolerancia a la luz fuerte o brillante”.
El Dr. Valenzuela entrega algunas recomendaciones para evitar que esto ocurra:
- Mientras se trabaja frente a una pantalla es importante realizar pausas cada 20 a 30 minutos, mirando objetos lejanos permitiendo así un correcto parpadeo para mejorar la lubricación ocular.
- Se debe trabajar en condiciones de buena iluminación y lo más ergonómicas posibles, con la altura de la pantalla al nivel de los ojos y aproximadamente a un brazo de distancia. (60 cms)
- Si trabaja con una pantalla pequeña, es preferible agrandar la letra. Así los ojos no harán un gran esfuerzo por leer objetos pequeños.
- Regular el brillo de la pantalla. No es recomendable usar una pantalla brillante en un lugar oscuro, lo importante es que el brillo sea sutil y se adecúe a la luz ambiental.
- En algunos casos es recomendable utilizar gotas lubricantes que permitan mejorar la humectación en la superficie del ojo.
“Seguir estas recomendaciones es muy importante porque ayudarán a tener una mejor calidad visual y con ello disminuir la fatiga visual. Por otra parte, en los últimos años se ha estudiado que el tiempo que pasan los niños jugando o estando al aire libre es uno de los factores protectores en el desarrollo de la miopía, situación que preocupa actualmente dado el exceso de pantallas que tienen los niños en pandemia. Según las investigaciones, la luz solar estimula a receptores en la retina, los que liberan un neurotransmisor que está encargado de controlar el crecimiento del globo ocular”, sostiene el Dr. Valenzuela.
Dentro de lo posible, la recomendación es a promover las actividades en el exterior de nuestros hijos, siendo la única manera de asegurarse que reciban la exposición solar necesaria para su correcto desarrollo visual.