Incontinencia urinaria femenina: enfermedad poco diagnosticada por desconocimiento o vergüenza

La incontinencia urinaria es la principal causa de consulta ginecológica femenina, afectando a más del 50% de las mujeres sobre 50 años. Como su nombre lo indica, consiste en la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra (goteo accidental de orina), que constituye un problema higiénico y social.

Sin embargo, está subdiagnosticada. “Un bajo porcentaje de las mujeres que sufre incontinencia urinaria viene al médico a consultar, muchas veces por vergüenza, porque normaliza la situación o porque desconoce los tratamientos existentes”, comenta el Dr. David Cohen, ginecólogo del Centro de Piso Pélvico de Clínica Universidad de los Andes.

Esta enfermedad se clasifica en cuatro tipos:

• Por esfuerzo: es la más frecuente y ocurre cuando se gotea orina debido a un aumento de presión en la vejiga causada al hacer ejercicio, toser, estornudar, reír o cargar objetos pesados. En mayores de 50 años, esta patología afecta a 1 de cada 2 mujeres.
• Por urgencia: las personas tienen una necesidad repentina de orinar y no se pueden contener lo suficiente para llegar al baño.
• Por rebosamiento: pequeñas cantidades de orina gotean de una vejiga que siempre está llena.
• Funcional: ocurre en personas mayores que tienen trastornos que les impiden moverse con rapidez para llegar al baño.

Las causas de la incontinencia son múltiples y puede involucrar infecciones en el tracto urinario, inflamación de la vía urinaria, ingesta de alimentos o sustancias que irritan la vejiga, entre otros.

Cuando la incontinencia perdura, se puede deber a:

• Alteración en los mecanismos de soporte de la uretra o alteraciones del esfínter uretral.
• Hiperactividad del musculo vesical.
• Salida de orina por la vagina (fístulas entre la vejiga y vagina).
• Daño en los nervios que controlan la vejiga (causado por enfermedades como Parkinson o esclerosis múltiple).
• Enfermedades como la artritis u otros trastornos que impidan moverse con rapidez para llegar al baño a tiempo.

Tratamientos para la incontinencia urinaria femenina

Hoy en día se pueden utilizar diferentes herramientas para mejorar la calidad de vida de las pacientes que padecen incontinencia urinaria. Algunas de ellas son cambio de hábitos, tratamiento kinesiológico especializado y, en casos más graves, la cirugía.

Los cambios en el estilo de vida son fundamentales en el tratamiento de aquellas pacientes con vejiga hiperactiva como, por ejemplo, disminuir el consumo de cafeína, bebidas gaseosas y alcohol, entre otras

El tratamiento kinésico, en tanto, permite manejar los cuadros leves a moderados de incontinencia de orina de esfuerzo y apoya los resultados quirúrgicos en los casos más severos. También existe un método llamado biorretroalimentación, el cual también realizan los kinesiólogos, donde se utiliza sensores que permiten reconocer las señales del cuerpo. Esta técnica ayuda a recuperar el control sobre los músculos y es útil durante el aprendizaje de los ejercicios del piso pélvico.

“También existen procedimientos un poco más sofisticados como el uso del bótox y algunos neuroestimuladores del sistema nervioso central. Para esto, contamos con escalas visuales y con cuestionarios específicos para poder determinar qué tanta afectación hay en la calidad de vida del paciente”, enfatiza el especialista.

En los casos más severos de incontinencia por esfuerzo o en aquellos en los cuales no hay respuesta al tratamiento kinésico, se deberá acudir al manejo quirúrgico, el cual consiste en el uso de cintas por vía vaginal que permiten dar soporte a la uretra y de esta forma otorgar continencia.