Escarlatina: aún puede afectar a menores de 15 años
A pesar de haber sido una amenaza global en términos de salud pública y de haber sido una enfermedad infecciosa muy común entre niños de 2 a 15 años, la escarlatina es hoy una patología relativamente poco frecuente, que, si se diagnostica y trata de manera oportuna, no deja secuelas ni letalidad.
También conocida como ”fiebre escarlata” debido al sarpullido rojo brillante que aparece en casi la totalidad del cuerpo, la escarlatina es una enfermedad bacteriana causada por estreptococo (Streptococcus beta-hemolítico grupo A), que ocurre con mayor frecuencia después de una faringitis o una infección cutánea por estreptococo como el impétigo.
“Si bien la escarlatina alguna vez se consideró una enfermedad grave de la niñez, los tratamientos con antibióticos han hecho que hoy sea menos peligrosa. No obstante, si no se trata de manera oportuna, la escarlatina puede provocar afecciones más graves que afectan el corazón, los riñones y otras partes del cuerpo”, explica la Dra. Lorena Tapia, infectóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes.
Principales síntomas de la escarlatina:
- Fiebre, por lo general mayor a 38°C, acompañada de escalofríos
- Erupción cutánea de color rojo, parecida a una quemadura por el sol y que, al tacto, se siente como papel de lija. Generalmente comienza en la cara o en el cuello y se extiende al tronco, brazos y piernas. Si se presiona la piel enrojecida, se vuelve pálida
- Líneas de color rojo. Los pliegues de piel que rodean la ingle, las axilas, los codos, las rodillas y el cuello generalmente tendrán un color rojo más intenso que en otras áreas de la erupción
- Cara ruborizada con un anillo pálido alrededor de la boca
- Lengua de fresa, es decir, se ve de color rojo y abultada y, a menudo, se recubre con una capa blanca apenas se presenta la enfermedad
- Garganta muy inflamada y roja, a veces con manchas blancas o amarillentas
- Dificultad para tragar
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos en el cuello que son sensibles al tacto
- Náuseas o vómitos
- Dolor abdominal
- Cefalea (dolor de cabeza) y dolores en el cuerpo
La Dra. Tapia explica que la escarlatina es ocasionada por el mismo tipo de bacteria que provoca la amigdalitis estreptocócica: los estreptococos del grupo A. “En el caso de la escarlatina, la bacteria libera una toxina que produce el sarpullido cutáneo y la coloración roja de la lengua, además del cuadro febril”.
La infección se contagia de una persona a otra por vía oral, por medio de tos o estornudo (gotitas).
“La enfermedad es más común entre los 3 y los 15 años, especialmente quienes están en contacto con otras personas, asistiendo al colegio o jardín infantil. Afortunadamente existen exámenes y tratamientos para un adecuado manejo, de manera de acortar los síntomas y poder evitar complicaciones. En caso de sospecha, se recomienda consultar a su pediatra y completar el tratamiento que incluirá manejo de la fiebre, consumo de líquidos y de un antibiótico específico”, concluye la infectóloga.