Las complicaciones que puede ocasionar el reflujo gastroesofágico
El reflujo gastroesofágico es la condición digestiva más frecuente en la población, afectando a 10 a 20% de las personas.
Se trata de una condición en la que el contenido gástrico pasa hacia el esófago, provocando acidez, regurgitación de los alimentos, dolor en el pecho y en ocasiones, ronquera o tos crónica.
¿Por qué sucede esto? En algunas personas, la válvula que se encuentra entre el esófago y el estómago, llamado esfínter esofágico inferior, no se cierra adecuadamente o se relaja en momentos inapropiados, permitiendo que el contenido ácido del estómago regrese al esófago.
“Suspender alimentos ricos en grasas, cafeína y alimentos cítricos, evitar el tabaco y acotar el consumo de alcohol, son las principales medidas para tratar esta enfermedad”, explica el Dr. Enrique Lanzarini, cirujano digestivo y coordinador del Programa de Enfermedades del Esófago de Clínica Universidad de los Andes, quien señala que “algunos pacientes requerirán también medicamentos y los casos más severos, cirugía antirreflujo”.
Complicaciones del reflujo gastroesofágico
Con el paso del tiempo, si un paciente con reflujo gastroesofágico no recibe tratamiento, la inflamación crónica del esófago puede provocar algunas complicaciones graves, tales como:
- Esofagitis, una enfermedad crónica del esófago donde se inflaman los tejidos es una de ellas. Puede tener distintas manifestaciones clínicas y en adultos suele presentarse cómo dificultad para tragar, dolor en el pecho o acidez persistente.
- Estenosis esofágica: consiste en un estrechamiento del estómago, provocando problemas para tragar. En este caso, el daño causado por el ácido estomacal en la parte inferior del estómago forma un tejido cicatricial, el cual estrecha el conducto por el que pasan los alimentos.
- Esófago de Barrett, el daño provocado por el contenido que refluye desde el estómago al esófago puede provocar cambios en el tejido que recubre la parte inferior del esófago. Esto se conoce como metaplasia intestinal o esófago de Barrett, que aumenta el riesgo de tener cáncer de esófago.
- Complicaciones extraesofágicas: puede originar tos crónica, ronquera, disfonía y, en los casos más graves, neumonitis o neumonías por aspiración.
“Es muy importante tratar el reflujo para prevenir estas complicaciones, por lo que es fundamental realizar una endoscopía digestiva alta para diagnosticar esta patología y así determinar los pasos a seguir con cada paciente”, recalca el cirujano digestivo.