Salmonella: lo que debes saber

Es muy habitual que cada cierto tiempo se publiquen noticias sobre infecciones masivas por Salmonella, sobre todo en eventos, vacaciones o celebraciones. Esto se da porque se relajan las medidas de higiene en la manipulación o conservación de alimentos, provocando diversas infecciones.

Una de ellas es la salmonelosis, patología producida por la bacteria Salmonella, la que habitualmente vive en los intestinos de animales y humanos, y es liberada en las deposiciones. Asimismo, afecta al aparato digestivo y se genera por comer carnes, pescados, frutas, vegetales o huevos contaminados que están crudos o poco cocidos. En el caso de las verduras, se produce cuando durante el procesamiento tuvieron contacto con agua contaminada o por la contaminación cruzada con otros elementos de cocina como cuchillos o tablas de picar”.

Al ingerir esta bacteria, pueden generarse síntomas entre las 6 y 72 horas después, y los más frecuentes son:

• Fiebre
• Diarrea (que puede contener moco, sangre o pus)
• Dolor abdominal
• Calambres en la zona abdominal
• Dolor de cabeza
• Náuseas
• Vómitos

La Dra. María Luz Endeiza, infectóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, explica que “el cuadro clínico por Salmonella dura, aproximadamente, una semana y, cuando se detecta esta enfermedad, es muy importante controlar fundamentalmente la deshidratación. Una menor producción de orina, sequedad en la boca y la lengua son algunas señales de que existe ese cuadro. Tomar agua de forma regular también es primordial para evitar posibles daños renales”.

La especialista agrega que, si bien la infección por Salmonella no presenta grandes complicaciones, las guaguas, los niños menores de cinco años, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas inmunocomprometidas pueden tener mayores problemas, por lo que deben acudir cuanto antes a un centro de salud.

Medidas para evitar el contagio de Salmonella

• Consumir alimentos cocidos y evitar productos artesanales sin control sanitario.
• Refrigerar y congelar comidas de forma correcta. Por ejemplo, descongelar lentamente, dejando en el refrigerador la noche anterior y no al sol. Asimismo, algo que ya fue descongelado, no debe volver a congelarse.
• Lavarse las manos antes y después de manipular los alimentos.
• Guardar carnes cocinadas y crudas por separado.
• Al cocinar, evitar la contaminación cruzada, para eso se deben usar distintos utensilios de cocina o lavarlos con agua y jabón después de utilizarlos con carnes crudas.
• Al viajar a otros países, preferir comidas cocidas y siempre tomar agua embotellada. Es mejor consumir líquidos fríos en lugar de sumar hielo, que puede ser hecho con agua no embotellada.

Cómo enfrentar un cuadro de salmonelosis

En general, lo más importante es mantener una hidratación adecuada, la que puede ser llevada a cabo en la casa o en un centro asistencial en casos más graves, como en niños pequeños, ancianos, personas con necesidades especiales o con enfermedades crónicas.

Para cuadros gastrointestinales leves, el tratamiento consiste, además, en mantener una dieta liviana -excluyendo fibras como frutas y verduras, frescas o cocidas, mientras dure la diarrea-, y tener reposo. “En casos más complejos, es necesario usar antibióticos o hidratar en forma parenteral, es decir, por vía intravenosa”, afirma la Dra. Endeiza.

Ante cualquier síntoma grave o de deshidratación, se debe acudir a un servicio de urgencia, para llevar a cabo el tratamiento lo más pronto posible y evitar complicaciones.

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