Navidad y Año Nuevo: cómo comer rico sin que pase la cuenta
¡Llegaron las fiestas! Navidad y Año Nuevo son sinónimo de celebraciones, familia, amigos y mucha comida, por supuesto. Pero ¿es posible pasarlo bien sin lamentar excesos?
Alejandra Alarcón, nutricionista del Programa de Obesidad de Clínica Universidad de los Andes, comparte consejos prácticos para disfrutar sin culpa ni sacrificios:
- Tamaño de las porciones: disfrutar los alimentos en cantidades razonables. Por ejemplo, en lugar de combinar pan de Pascua con otros panes en una misma comida, elegir una porción de pan de Pascua acompañado de una bebida como café o té.
- El truco está en el acompañamiento: si se va a comer un plato calórico, se le puede dar un toque balanceado con ensaladas frescas o verduras que le den color y volumen al plato.
- ¡Aprovechae el verano! Las frutas y verduras de temporada pueden ser buenas opciones. ¿Una idea? Postres coloridos con frutas frescas o ensaladas innovadoras.
- Preparaciones más sanas: prefiere carnes magras a la parrilla o al horno, y evitar las frituras para dejar espacio a los antojos irresistibles.
- Brindis saludable: probar mojitos con espumante, sangrías con jugo sin azúcar, o incluso un té frío casero con hierbas y frutas. Los vinos y espumantes, además, son más amigables en calorías que los destilados.
¿Saltarse comidas para “ahorrar” calorías? Es un error, explica la especialista: “esta práctica solo aumenta el hambre acumulada y la probabilidad de comer en exceso. La clave es mantener un horario regular en las comidas para llegar equilibrado a las celebraciones”.
¿Fue demasiado? No a los détox extremos
Si se empieza el año con arrepentimiento por haber exagerado con las comidas durante estas fechas, la solución no es hacer dietas estrictas, ya que pueden aumentar la ansiedad y causar el efecto contrario al deseado. En su lugar, se recomienda lo siguiente:
- Volver a lo fresco: priorizar frutas, verduras y carnes blancas.
- Mantener una hidratación constante.
- Retomar la rutina sin ansiedad.
“Lo importante es disfrutar una celebración equilibrada y darle prioridad a lo que realmente importa: la compañía, las risas y los buenos recuerdos”, concluye Alejandra.