Odontología deportiva
Una buena salud bucal es fundamental para quienes practican deporte, ya que la boca es una de las áreas más expuestas y vulnerables del cuerpo durante la práctica de actividad física.
“Como parte del programa de Medicina Deportiva, liderado por un equipo de traumatólogos de la Clínica, nos hemos convertido en el primer centro en brindar cuidados de odontología deportiva en Latinoamérica, impulsado por las enormes exigencias a que son sometidos los deportistas, lo que demanda mejorar su oxigenación y rendimiento aeróbico”, explica el Dr. David Rosenberg, odontólogo de Clínica Universidad de los Andes.
Para esto, el Servicio de Odontología cuenta con tecnología de punta para el diagnóstico y tratamiento de las afecciones orales vinculadas a la práctica deportiva. Por ejemplo, la tecnología digital permite confeccionar protectores bucales de distintas densidades, efectivos para cada condición, lo que al mismo tiempo mejora la respiración durante la actividad.
También se ofrecen alternativas de tratamiento a los pacientes que respiran por la boca o que roncan al dormir, ya que ello afecta la oxigenación y, por ende, impide una adecuada recuperación del cuerpo durante el sueño, lo que repercute en el rendimiento físico y en una mayor predisposición a lesiones.
El Dr. David Rosenberg destaca la importancia de ofrecer tratamiento también para los traumas orales derivados de la práctica deportiva, los cuales pueden dañar dientes y tejidos blandos, como labios y encías, las articulaciones temporomandibulares que conectan la mandíbula con el cráneo, y producir fracturas de mandíbula y maxilares. Esto se agrava con la preexistencia de daños por infecciones en los tejidos bucales.
“Este tipo de lesiones, al ser dolorosas, pueden forzar a los atletas a retirarse de la competencia o a mantenerse fuera de actividad por mucho tiempo. Si no se trata oportuna y correctamente, puede generar problemas a largo plazo, que afectarán tanto la calidad de vida como su carrera profesional”, explica el especialista.
Y no olvidar que el autocuidado y los controles periódicos con el odontólogo son importantes para mantener una buena salud bucal.
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