Parálisis facial periférica: ¿en qué consiste y por qué se produce?
Que se cae un lado de la cara y dificultad para realizar expresiones, como cerrar los ojos, sonreír de forma simétrica, abrir la boca, entre otros, es lo que sienten quienes han padecido una parálisis facial. Esta es una enfermedad que se manifiesta de forma repentina y se caracteriza por la pérdida total o parcial del movimiento muscular voluntario debido a una alteración en el nervio facial.
La parálisis facial periférica se produce por múltiples razones, una de ellas es la infección viral. Según explica la Dra. Carolina Oelker, neuróloga del Programa de Parálisis Facial de Clínica Universidad de los Andes, entre los virus, el más complejo es el de varicela zoster, el que “se caracteriza por una erupción de vesículas en el pabellón auricular, el que se puede extender a la cara, conjuntiva ocular y generar una parálisis facial que se traduce en una disminución total o parcial de los movimientos de la mitad de la cara”.
Además de la parálisis facial provocada por infecciones, existen otras que se dan por las siguientes causas:
- Parálisis de Bell o parálisis idiopática: se debe a una inflamación del nervio facial o séptimo par craneal (que controla el movimiento de los músculos de la cara) en su canal óseo y se caracteriza por aparecer de forma súbita. En algunos casos se relaciona con períodos de mayor estrés o cansancio y suelen presentarse síntomas previos como “hormigueos” en la cara o dolor retroauricular.
- Tumores: la extirpación de tumores vecinos al nervio facial, como el neurinoma del acústico, pueden dejar como secuela distintos grados de parálisis facial.
- Traumatismos: heridas y fracturas de la zona craneofacial pueden producir daño al nervio facial y resultar en una parálisis.
- Patología de oído: enfermedades como el colesteatoma pueden dañar el nervio facial.
- Pediátricas: en niños las causas más frecuentes de parálisis facial son aquellas relacionadas con partos traumáticos y casos sindrómicos.
Entre los síntomas de la parálisis facial periférica se presentan dificultad para arrugar la frente, cerrar los ojos y una caída de la comisura labial en el lado afectado. Además, se puede perder el gusto, a veces los ruidos se hacen molestos y, en ciertas ocasiones, el paciente presenta mucho dolor.
En casi todas las personas es reversible en un 100% pero hay un porcentaje que puede quedar con secuelas permanentes.
Es importante consultar dentro de los tres primeros días con un neurólogo, otorrinolaringólogo, o en un servicio de urgencia, porque es en esta etapa cuando se pueden utilizar corticoides y antivirales, cuya indicación debe ser precoz.
Alternativas terapéuticas
La Dra. Susana Benítez, cirujana plástica y coordinadora del Programa de Parálisis Facial, explica que ante el diagnóstico de parálisis facial periférica y de acuerdo a las condiciones de cada paciente, se puede optar por las siguientes alternativas de tratamiento en diferentes momentos de la evolución de la enfermedad:
- Uso de corticoides, medicamentos que pueden desinflamar el nervio facial, y de antivirales en caso de sospecha de infección por virus herpes zoster.
- Infiltración de toxina botulínica (bótox) para mejorar simetría y sinkinesis (movimientos anormales).
- Implantes de oro en el párpado superior para ayudar con el cierre ocular del ojo afectado.
- Kinesioterapia para recuperar la movilidad facial en quienes han sufrido parálisis transitoria; como complemento al tratamiento quirúrgico en casos de parálisis permanentes que requieren cirugía, y como reeducación del movimiento cuando ha sido necesaria la reanimación quirúrgica de la sonrisa.
- Reanimación de la sonrisa mediante microcirugía:
- Transferencia nerviosa de nervio masetérico a nervio facial
- Injerto facial cruzado
- Colgajo libre de músculo inervado
- Colgajos musculares y suspensiones faciales
En Clínica Universidad de los Andes contamos con un equipo médico multidisciplinario, con cirujanos de vasta experiencia en la especialidad y que han sido nombrados maestros de la cirugía plástica. Además, nuestros médicos apoyan y se complementan con una real preocupación por el paciente, entregándole confianza y seguridad. Trabajamos en conjunto con diferentes especialidades como neurología para el caso de parálisis facial, además de oncología, traumatología, cirugía pediátrica, dermatología y con el Programa de manejo avanzado de heridas y ostomías.