Por un uso correcto y seguro de los antibióticos
Desde que los antibióticos fueron dados a conocer en la década de 1920, gracias al trabajo de Alexander Fleming, que descubrió la penicilina, cientos de vidas han sido salvadas alrededor del mundo. Así, bacterias que antes provocaban enfermedades graves e incluso mortales, ahora pueden ser combatidas con estos fármacos.
Sin embargo, no siempre han sido utilizados de manera correcta, lo que ha derivado en que estos microorganismos han logrado hacerse cada vez más resistentes a la acción de los antibióticos, reduciendo así su eficacia. Por esto, cada noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el uso de antibióticos. Este año, comienza hoy.
“La resistencia es un gran problema creciente, que ha determinado una disminución de las alternativas de tratamiento de las infecciones y se produce porque los agentes microbianos desarrollan genes o factores de resistencia como mecanismo de defensa”, explica el Dr. Javier Tinoco, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes.
Esta resistencia constituye una amenaza mundial para la salud, porque cada infección significará riesgo de falla de los tratamientos, hospitalizaciones y aumento de los costos médicos.
En cuanto a por qué se ha dado este mal uso y abuso de antibióticos, el especialista aclara que muchas veces se utilizan en cuadros que realmente no lo necesitan. Por ejemplo, para infecciones virales (provocadas por virus), agentes distintos a las bacterias, por lo que el antibiótico no tiene efectividad sobre ellos. Agrega que hay responsabilidad por parte de los médicos, que los prescriben de manera inadecuada, y también de pacientes cuando se automedican.
“Existe una responsabilidad de todos acerca del buen uso, utilizando estos medicamentos sólo en los cuadros que realmente lo necesitan, evitando su prolongación innecesaria y creando sensibilidad en la comunidad sobre este problema”, afirma.
¿Cómo usar bien los antibióticos?
- Tomarlos en las horas indicadas por el médico: estos medicamentos tienen una determinada vida media y duración de su efecto. Si no se sigue una indicación tal cual, corre riesgo su efectividad.
- Seguir tomándolos el tiempo indicado. De prolongarse de manera innecesaria, podemos contribuir a la generación de resistencia bacteriana.
- Estar atento siempre a posibles efectos secundarios, por ejemplo, diarrea, náuseas o alergias. Hay antibióticos con más probabilidad de presentarlas que otros.
- ¿Con o sin comida? Depende del compuesto antibiótico. Algunos se ven favorecidos, perjudicados o no presentan interferencia con su ingesta con comidas; esto tiene que ver con la absorción del fármaco que se puede ver aumentada o disminuida con los alimentos.
- ¿Se puede tomar alcohol? Esta sustancia puede gatillar algunos efectos adversos con algunos antibióticos, pero sin mayor relación con el resultado de la acción antibiótica.
- No consumir antibióticos indicados por otro motivo anteriormente, ya que pueden no ser adecuados para el cuadro que se presenta en el momento. La misma recomendación corre para los que hayan sido utilizados por otra persona también por otros motivos médicos.