¿Cómo saber si tengo colon irritable o es otra cosa?
El síndrome de intestino irritable es una condición frecuente que se define por la presencia de dolor abdominal recurrente asociado a cambios en el tránsito intestinal, ya sea de tipo diarrea, constipación y, en algunos casos, puede variar entre un tipo u otro (mixto). También puede haber meteorismo, cólicos e hinchazón.
Estos síntomas pueden estar presentes en otras enfermedades intestinales, como enfermedad celíaca, sobrecrecimiento bacteriano intestinal, enfermedades inflamatorias intestinales, como enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa. Por esto, es fundamental descartarlas y poner énfasis en síntomas de riesgo o de alarma, como fiebre, anemia, baja de peso o diarrea nocturna y rectorragia.
Actualmente, se recomienda una evaluación clínica, con un estudio asociado antes de catalogar a un paciente con síndrome de intestino irritable. Por lo tanto, para establecer su diagnóstico, se deben descartar otras enfermedades, siendo ideal ser evaluado por un especialista que enfocará el estudio según edad, patologías y riesgos asociados.
El manejo del síndrome de intestino irritable debe ser multidisciplinario, incluyendo un manejo nutricional.
Para evitar los síntomas de intestino irritable se recomienda:
- Dieta: orientada según el síntoma que predomine, ya sea con aumento o disminución de fibra según predomine la diarrea o la constipación. En todos los casos se aconseja disminuir la ingesta de grasas saturadas, los aliños, los embutidos, la cafeína, alcohol, las bebidas con gas, los alimentos altos en azúcares refinados y los que generan flatulencia como los derivados del cole y ciertos granos.
- Ingesta de agua: es fundamental beber al menos 2 litros de agua al día para mantener un adecuado tránsito intestinal.
- Hacer ejercicio: Puede ayudar a aliviar los síntomas, ya que mejora la digestión, y se logra un mejor manejo del estrés.
- Suspender tabaco.